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Crítica al libro «The Plant Paradox» (Steven R. Gundry, 2017)

En otro artículo demostré que la ciencia de la nutrición afirma que la alimentación vegetariana estricta (o alimentación vegana) está avalada por la ciencia de la nutrición para todas las etapas de la vida[1]. Por lo tanto no hay necesidad de matar a otros seres sintientes para estar sanos, podemos cumplir con el deber ético de respetarles[2].

En abril de 2017 se publicó el libro «The Plant Paradox» (La Paradoja de las Plantas), escrito por Steven R. Gundry. Este libro defiende el maltrato a los seres sintientes no humanos mediante el consumo de productos de origen animal. Además, en él Steven defiende la idea según la cual casi todas las enfermedades humanas se originan en comer legumbres, granos integrales, patatas, tomates, etc. porque contienen lectinas, unas sustancias que dice que «incitan a una especie de guerra química en nuestro cuerpo, causando reacciones inflamatorias que pueden conducir al aumento de peso y problemas graves de salud». Estas afirmaciones, chocan por ejemplo con la evidencia que muestra que los tomates reducen la inflamación, así como otras conclusiones científicas. A continuación voy a mostrar las críticas que rebaten las afirmaciones y argumentos que contiene dicho libro.

CRÍTICA DE MICHAEL GREGER M.D. (NutritionFacts.org) A «THE PLANT PARADOX»


Dr. Gundry’s «The Plant Paradox» is Wrong (Link) (subtítulos en español)

A principios de este año, empecé a recibir correos electrónicos sobre este libro, que pretendía exponer los «peligros ocultos» en los alimentos saludables que causan enfermedades y aumento de peso. Alimentos como las legumbres, los granos integrales y los tomates. ¿Por qué? Por las lectinas, lo que parece una repetición de la desprestigiada «dieta según el grupo sanguíneo» que emergió décadas atrás y que sigue regresando.

Sí, pero el libro está escrito por un médico; si has visto mis vídeos sobre las escuelas de medicina, sabrás que esto es efectivamente una anti-credencial cuando se trata de escribir libros sobre alimentación, pues básicamente le dice al mundo que probablemente has recibido poca o ninguna capacitación formal en nutrición. El doctor Atkins era después de todo un cardiólogo. Pero si le quieres dar el beneficio de la duda: el problema es que ni siquiera pasa la prueba del olfato. Es decir, si las lectinas son malas entonces las legumbres serían lo peor, y por lo tanto, la estadísticas encontrarían que quienes consumen legumbres tienen una esperanza de vida más corta. Sin embargo, lo contrario parece ser lo cierto, las legumbres, fríjoles, guisantes, garbanzos y lentejas son quizás el predictor alimentario más importante de la supervivencia en ancianos alrededor del mundo. Como Dan Buettner señaló en su trabajo Las Zonas Azules, los alimentos repletos de lectinas son la piedra angular de la alimentación en las poblaciones más saludables y con mayor longevidad del planeta. Y no sólo en estudios poblacionales. Como he mostrado antes, puede asignar a un grupo de personas al azar en intervenciones de granos integrales y comprobar los beneficios de causa y efecto. Lo mismo ocurre con los tomates. Si se asigna al azar a consumir una taza y media de jugo de tomate con agua todos los días, la lectina del tomate reducirá la inflamación sistémica o tendrá un efecto de adelgazamiento en la cintura, reducirá el colesterol y los mediadores inflamatorios.

Entonces cuando la gente me habló de este libro les dije: déjame adivinar, el autor vende una línea de suplementos para bloquear la lectina. Y resulta que puedes ayudar a tu cuerpo en la lucha contra las lectinas por sólo 79.95 dólares al mes. Esto es sólo como 1000 dólares al año. Una ganga por agradables visitas al baño. Y luego, por supuesto, existen otros 10 suplementos. Por lo tanto por sólo 8000 o 9000 dólares al año, puedes librarte de esas lectinas. Oh, ¿y ya mencioné su línea de cuidado para la piel? Reafirma y esculpe por sólo 120 dólares extra y hasta te hace un descuento si te subscribes a su club VIP. ¿Y todavía quieres darle el beneficio de la duda?

La gente me pide todo el tiempo que comente sobre algún nuevo blog, libro o vídeo en Youtube, y tengo que recordarles que hay cien mil artículos científicos sobre nutrición publicados en la literatura médica cada año, y que apenas podemos mantenernos al día con esos. Pero como la gente siguió enviando correos electrónicos sobre este libro, pensé que al menos le echaría un vistazo a la primera cita del libro. Capítulo 1, cita 1: «olvídate de todo lo que pensabas que era cierto». Por ejemplo, «comer crustáceos y yemas de huevo reduce dramáticamente el colesterol total», ¡¿qué?! ¿Las yemas de huevo reducen el colesterol? ¿de dónde sacó eso? Éste es el artículo que él cita: «Effects of shellfish consumption on lipoproteins in normolipidemic men». Y, aquí está. A estas alturas ya sabes de qué van estos estudios. ¿Cómo se demuestra que un alimento reduce el colesterol? Quitas tanta carne, queso y huevos que en general, tu grasa saturada disminuye: en este caso, alrededor del 50%. Si se reduce la grasa saturada a la mitad, por su puesto que los niveles de colesterol van a bajar. Así consiguieron bajar el colesterol, eliminando la carne, el queso, y las yemas de huevo. Sin embargo, éste es el artículo que utiliza el libro para sustentar que las yemas de huevo reducen drásticamente el colesterol. Increíble. Es todo lo contrario a la verdad. Añade yemas de huevo a la alimentación de humanos y su colesterol aumenta. Pero ¿cómo se atreve a decir esto? No es como si fuera una inofensiva tontería, como decir que la Tierra es plana. La enfermedad cardíaca es el asesino número 1 de hombres y mujeres. Esto podría lastimar a la gente. Demasiado como para darle el beneficio de la duda.

CRÍTICA DE COLIN CAMPBELL AL LIBRO «THE PLANT PARADOX»

El 23 de agosto de 2017, Colin Campbell publicó el artículo «The Plant Paradox by Steven Gundry MD– A Commentary» en el que critica el libro el libro «The Plant Paradox» de Steven R. Gundry. En dicho libro se defiende la idea según la cual las legumbres, granos integrales, patatas, tomates, etc. contienen lectinas que son la fuente de la mayoría o quizás de todas las enfermedades humanas.

Colin Campbell indica que muchas de las referencias que aparecen en el libro «The Plant Paradox» no ofrecen ningún apoyo a las afirmaciones que en dicho libro se hacen o directamente son falsas:

- En la página 4, Steven Gundry cita una referencia según la cual la ciencia apoya la afirmación «comer yemas de huevo y algunos tipos de mariscos reduce “drásticamente” el colesterol en comparación con el consumo de otras proteínas animales», pero no hay nada acerca de las yemas de huevo en el estudio.

- En la página 12, Steven Gundry afirma que «las plantas solináceas son altamente inflamatorias», pero dicha afirmación no tiene ninguna evidencia que lo respalde. En cambio, existe mucha investigación que sugiere, por ejemplo, que los tomates son altamente anti-inflamatorios. Por ejemplo «Aqueous Extract of Tomato (Solanum lycopersicum L.) and Ferulic Acid Reduce the Expression of TNF-α and IL-1β in LPS-Activated Macrophages».

- En la página 21, Steven Gundry citar un estudio que afirma que evitar comer trigo, cebada y centeno hace a las bacterias internas más dañinas, en un libro que está a punto de recomendar que se evite comer estos granos.

- En la página 24, Steven Gundry afirma que «algunas lectinas interrumpen las transmisiones entre sus células», usando como referencia un documento largo que ofrece una revisión del funcionamiento de una parte grande y compleja del sistema inmunológico, pero que no contiene la palabra «lectina».

- En la página 28, Steven Gundry afirma que «Hasta hace unos 10.000 años, el ser humano promedio se situó cerca de 6 pies de altura». Sin embargo, el estudio «Stature of early Europeans» sugiere que la estatura humana promedio fue probablemente de 5'6”.

- En la página 31, Steven Gundry afirma que las momias egipcias murieron por sobrepeso, la obstrucción de las arterias y diabetes. Y el autor insinúa que eso les ocurrió por comer granos. Sin embargo, lo más probable es que esos gobernantes momificados vivieran como todos los demás reyes y reinas de la Historia, no como los campesinos. Es decir, la élite rica siempre se ha atiborrado de alimentos de origen animal y alimentos procesados (grasas añadidas y azúcares añadidos) que estaban disponibles.

- En la página 33, Steven Gundry afirma que hace 500 años los exploradores trajeron los alimentos del «Nuevo Mundo» que los europeos, asiáticos y africanos nunca habían visto: granos y frijoles. Esta es una afirmación extraña. Parece que Gundry desconoce que los gladiadores romanos eran principalmente vegetarianos y les llamaban «Hombres de cebada» porque comían trigo, cebada y habas, hace 1800 años.

- En la página 38, Steven Gundry afirma que «evitar lectina como se informa en la literatura científica se ha encontrado para curar enfermedades autoinmunes». La «referencia científica» es el resumen de una conferencia, sin posibilidad de conseguir ni siquiera el resumen en línea.

- En la página 43,  Steven Gundry afirma que la aglutinina del germen de trigo (WGA), contenida en el trigo integral, «contribuye al desarrollo de la nefritis, o inflamación del riñón». Para ello utiliza una referencia que lleva a un documento en el que los investigadores simplemente estaban documentando cómo la lectina mancha algunos tejidos renales. No tiene absolutamente nada que ver con las lectinas que causan la nefritis o el riñón inflamación. Es como si el autor hizo una búsqueda de las palabras «lectina» y «riñón» y enlazó al azar uno de los artículos que aparecieron.

- En la página 55,  Steven Gundry afirma que la mayoría de sus pacientes que se encontraban en la etapa 3 y 4 del cáncer mejoraron con una alimentación baja en lectinas, pero no hace referencia a ninguna publicación ni estudio del caso.

- En la página 73, Steven Gundry afirma que los ratones que viven con una alimentación sin gérmen de trigo y baja en fibra (y presumiblemente menor de lectina) aumentan su diversidad de microbioma.  Para afirmar eso usa una referencia científica que no afirma eso y que en realidad sugiere que si la gente se alimenta como dice Steven Gundry pueden hacerse daño a sí mismos.


Iré actualizando este artículo con más y nueva información al respecto del libro «The Plant Paradox».