RESUMEN: ¿No conocer las consecuencias que una acción tiene a largo plazo sobre los demás es una razón que justifica no respetarles? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí voy a responder.
Si bien es cierto que no conocemos las consecuencias a largo plazo de una acción, la realidad es que sí que podemos afirmar qué acciones son éticamente correctas y qué acciones son éticamente incorrectas por sus consecuencias inmediatas. Como nuestro objetivo es respetar a los demás y como desconocemos cuáles serán las consecuencias a largo plazo que tienen nuestras acciones, lo lógico es que al menos actuemos teniendo en cuenta las consecuencias inmediatas que sabemos que tendrán sobre ellos.
Palabras clave: consecuencias a largo plazo, efecto mariposa
Si bien es cierto que no conocemos las consecuencias a largo plazo de una acción, la realidad es que sí que podemos afirmar qué acciones son éticamente correctas y qué acciones son éticamente incorrectas por sus consecuencias inmediatas. Como nuestro objetivo es respetar a los demás y como desconocemos cuáles serán las consecuencias a largo plazo que tienen nuestras acciones, lo lógico es que al menos actuemos teniendo en cuenta las consecuencias inmediatas que sabemos que tendrán sobre ellos.
Palabras clave: consecuencias a largo plazo, efecto mariposa
Algunas personas dicen que «como desconocemos qué consecuencias a largo plazo tendrán nuestras acciones sobre los demás entonces no podemos afirmar que una acción es éticamente correcta o incorrecta». A veces estas personas dicen que se basan en la teoría del caos, y para ello utilizan el concepto del efecto mariposa: «el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo» (proverbio chino). Por ello voy a llamar a este argumento como «argumento del efecto mariposa». Según el argumento del efecto mariposa, es erróneo afirmar que «respetar a los demás es éticamente correcto» o que «no respetar a los demás es éticamente incorrecto», pues desconocemos cuáles serán las consecuencias a largo plazo que las acciones tendrán para los demás. El argumento del efecto mariposa falla porque, si bien es cierto que no conocemos las consecuencias a largo plazo de una acción, la realidad es que sí que podemos afirmar qué acciones son éticamente correctas y qué acciones son éticamente incorrectas por sus consecuencias inmediatas[1]. Por ejemplo, si empujamos a alguien para que no le atropelle un coche, ese hecho siempre es éticamente incorrecto, pero a priori es nuestro deber hacerlo porque elegir no hacerlo tendría peores consecuencias. Por lo tanto, como nuestro objetivo es respetar a los demás y como desconocemos cuáles serán las consecuencias a largo plazo que tienen nuestras acciones, lo lógico es que al menos actuemos teniendo en cuenta las consecuencias inmediatas que sabemos que tendrán sobre ellos. Por ejemplo, apuñalar a alguien que no quiere ser apuñalado siempre es éticamente incorrecto y a priori no debemos hacerlo.