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ARGUMENTO: “Tú no eres la persona más apropiada para decirme que debo ser vegano”

RESUMEN: ¿Se puede rebatir una afirmación o un argumento mediante ataques personales? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí vamos a responder.

Algunas personas intentan rebatir afirmaciones y argumentos de otras personas señalando sus defectos o errores personales, e incluso insultándolas. Esta manera de argumentar atacando personalmente al interlocutor es una falacia informal conocida como argumento ad hominem. El hecho es que si algo es éticamente correcto o incorrecto eso es así independientemente de quien lo afirme.

Palabras clave: argumento ad hominem, falacia, tu quoque

1. Algunas personas intentan rebatir el veganismo usando un argumento que ataca o desacredita a quienes lo defienden. Por ejemplo, estas personas dicen: «Toda la vida has consumido productos de origen animal, eres el menos indicado para decirnos lo que es éticamente correcto consumir y lo que no», ó dicen «el veganismo es erróneo porque tú compras vegetales de agricultura no vegana»[1], ó dicen «mucho defender a los animales pero tú [poner aquí un defecto]». Este argumento es muy usado en Política y es una falacia informal llamada argumento ad hominem, «ad personam», «argumento dirigido al hombre» o «ataque personal» (también puede ir dirigido a un determinado grupo de personas). El argumento ad hominem no se enfoca en rebatir el argumento de la otra persona, sino que desvía el foco hacia la personas en intentar desacreditarla personalmente señalando sus defectos o errores, e incluso insultándola. Por lo tanto el argumento ad hominem no rebate nada, pues cuando algo es cierto, es cierto, y cuando es falso, es falso, independientemente de quien lo diga. En el caso de la Ética, lo que es éticamente correcto o incorrecto no depende de quien lo dice, pues el bien y el mal existen[2] y en ellos se fundamenta el deber, es decir, las normas éticas[3].




Argumento o Falacia Ad Hominem (Link)