Algunas personas dicen que los animales no-humanos no tienen emociones ni sentimientos y que ello justifica que los podamos maltratar.
La idea de que los animales no tienen emociones ni sentimientos es una idea arcaica que se vienen arrastrando desde la época de René Descartes (1596-1650). Descartes defendía una teoría de la mente humana conocida como dualismo Cuerpo-Mente. Según Descartes, la mente humana o "alma" permite comportamientos voluntarios o deseados. Por contra, Descartes defendía que los animales no-humanos tenían cuerpo pero no mente, por lo cual sus comportamientos eran respuestas automáticas o reflejos, similares a los de una máquina. Esta visión mecanicista de los animales no-humanos se mantuvo firme en la ciencia hasta la llegada de la teoría de la evolución de Charles Darwin (1809-1882).
Las realistas observaciones de Darwin fueron eclipsadas durante la primera mitad del siglo XX, debido a los prejuicios antropocéntricos y la limitación metodológica a lo fenoménico por culpa del conductismo. El conductismo aceptaba que los humanos tuviésemos emociones, aunque por su propia naturaleza fuesen inobservables en los demás, pero no se aceptaba que las tuviesen los animales no-humanos (también en ellos inobservables). Habría que afirmar, entonces, que o todos somos meras máquinas, o ninguno. De cualquier forma, habría que estar dormido para que al convivir con animales, no darse cuenta de sus emociones.
El progreso aunado en la etología y la neurología, han acabado por minar el prejuicio conductista, abriendo a la investigación científica la vida afectiva de los animales.
Formulamos de forma más clara el argumento que utilizan dichas personas. Éste iría como sigue:
(A1) "Debemos respetar moralmente a quienes tienen emociones y sentimientos".
(A2) "Todos los humanos tienen emociones y sentimientos".
(A3) "Los animales no-humanos no tienen emociones ni sentimientos".
(A4) Como (A3) es verdadero entonces "No hay nada éticamente incorrecto en explotar y asesinar a animales no-humanos".
RESPUESTA VEGANA:
Este argumento puede rebatirse de las siguientes maneras:
(i) Todos los animales sintientes tienen emociones y/o sentimientos, no son exclusivos de los humanos. La principal característica moralmente relevante para mostrar consideración moral es la sintiencia[1], la cual incluye emociones y/o sentimientos. Todo animal con sistema nervioso central (con cerebro) piensa, siente, pues cerebro y mente son uno. Las emociones como el dolor, el miedo, el placer o el deseo son estados de consciencia biológicamente necesarios para la supervivencia. Por lo tanto, los animales no-humanos también tienen emociones y/o sentimientos. A continuación dejamos información sobre ello:
- La teoría de la evolución por selección natural de Charles Darwin (1809-1882) sugería que unas especies evolucionaron de otras especies por un proceso de selección, las variaciones genéticas de un organismo que promueve su supervivencia perduran al ser transmitidas a sus descendientes y luego entonces pueden ser transmitidas a una población.
- En 1871, el naturalista británico Charles Darwin (1809-1882), el observador de la conducta animal más cuidadoso de su época, publicó el libro The descent of man, and selection in relation to sex (El origen del hombre, y la selección en relación al sexo) en el cual escribe que “no hay diferencia fundamental entre el hombre y los mamíferos superiores en cuanto a sus facultades mentales”, señalando que las diferencias son graduales y que, dentro de ese continuo, “hay un intervalo mucho mayor en potencia mental entre uno de los peces más primitivos, como la lamprea, y uno de los grandes simios que entre un simio y un hombre”. Para Darwin “es obvio que los animales inferiores, al igual que el hombre, sienten placer y dolor, felicidad y miseria. La felicidad nunca se exhibe tan claramente como cuando juegan juntos animales jóvenes, tales como los gatitos, los cachorros, los corderos, etcétera, al igual que nuestros propios hijos”, y “el hecho de que los animales no humanos se excitan con las mismas emociones que nosotros está tan bien establecido” que no son necesarios muchos argumentos.
- En 1872, el naturalista británico Charles Darwin (1809-1882) publicó su libro The Expression of the Emotions in Man and Animals (La expresión de las emociones en el hombre y en los animales) donde habla sobre la manera en que los humanos y los animales no-humanos -principalmente pájaros y mamíferos- expresan sus emociones. De esta forma rebate una por una las tesis de Sir Charles Bell, quien en 1806 había defendido que los humanos habían recibido del Creador la capacidad de sentir emociones y expresarlas mediante los músculos de la cara humana. The Expression of the Emotions in Man and Animals representa, junto a The descent of man, and selection in relation to sex (El origen del hombre, y la selección en relación al sexo), publicado en 1871, la intención de Darwin de enfocar cuestiones relativas a la evolución del hombre y a su psicología usando la perspectiva de su teoría de la selección natural.
- Dos importantes implicaciones de la teoría de Darwin fueron retomadas por Donald Griffin (1915-2003):
El conjunto de estructuras que se conocen como sistema límbico, tienen gran importancia en el origen y el control de las emociones. Sus principales componentes son el tálamo, el hipotálamo, el hipocampo y la amígdala. En el siguiente cuadro se puede observar la localización y función de algunas de las estructuras del sistema límbico involucradas en las emociones[3][4][5]:
Los animales vertebrados tienen todas las estructuras cerebrales y la fisiología para poder desarrollar emociones, incluso tienen todas las estructuras y la fisiología para demostrarlas, aunque no de una manera verbal, si de una manera conductual que es claramente apreciable al observar a un animal. Incluso los estudios que se desarrollan actualmente sobre la neurofisiología de las emociones en humanos se realizan en modelos animales. Por lo tanto podemos afirmar que los animales son capaces de sentir emociones.[6]
- En 1996, Susan McCarthy y Jeffrey Mason reunieron una gran documentación etológica en el trabajo: "When elephants weep: the emotional lives of animales" ("Cuando los elefantes lloran: las vidas emocionales de los animales").
- En 1996, el neurólogo Joseph LeDoux publicó "The emotional brain" ("El cerebro emocional"), una rigurosa presentación de las emociones en sus mecanismos neuronales.
- En 1998, el neurólogo Jaak Pankseep escribe "Affective neuroscience: the foundations of human and animal emotions" ("Neurociencia afectiva: los fundamentos de las emociones animales y humanas").
- En 2000, aparecía: "Infant chimpanzee and human child: instincts, emotions, and play habits" de N. Ladygina-Kots y F. De Waal. En este trabajo se comparan las emociones y juegos infantiles en chimpancés y humanos.
- En 2000, el biólogo Marc Bekoff publica "The smile of a dolphin: remarkable accounts of animal emotions" ("La sonrisa de un delfin: informes notables sobre las emociones animales"), que refleja los resultados de los estudios de campo de más de cincuenta investigadores.
- En marzo de 2011, la revista Proceedings of the Royal Society B publicó un estudio de la Universidad de Bristol (Reino Unido) que, haciendo uso de avances técnicos en control fisiológico no invasivo, explica cómo las gallinas muestran una clara respuesta fisiológica y de conducta cuando sus polluelos se encuentran ligeramente angustiados[7]:
Los investigadores utilizaron pollos porque estos encuentran habitualmente a otros pollos sufriendo debido a que las prácticas de explotación y asesinato de la industria avícola producen fracturas óseas, trastornos en las patas, hacinamiento, etc.
Durante uno de estos métodos controlados, cuando los polluelos eran expuestos a un golpe de aire, la tasa cardiaca de los pollos aumentó y la temperatura de los ojos disminuyó. La conducta de las gallinas también cambió y reaccionaron con mayor alerta, disminuyeron el acicalamiento de sus plumas y aumentaron las vocalizaciones dirigidas a sus polluelos. Algunas de estas respuestas habían sido utilizadas antes como indicadores de una respuesta emocional en los animales. En los pollos domésticos, el tiempo empleado en estado de alerta se asocia con mayores niveles de miedo. Investigaciones previas realizadas por el mismo grupo han mostrado que las gallinas también evitan de forma selectiva los alrededores asociados con mantenerse de pie más tiempo y menores niveles de acicalamiento de plumas.
- En junio de 2011, un estudio de Melissa Bateson y sus colegas demostró que cuando las abejas están estresadas muestran una expectativa de aumento de los malos resultados. En otras palabras, se convierten en pesimistas.[8]
La gorila Koko, a cargo de la Profesora Francine Patterson, sufre psicológicamente
por la muerte de su gatito, y lo hace en soledad, donde nadie pueda verla.
INFORMACIÓN ADICIONAL:
DIFERENCIA ENTRE EMOCIONES Y SENTIMIENTOS
Vamos a intentar aclarar la diferencia existente entre una emoción y un sentimiento.
Los sentimientos son sensaciones de moderada intensidad y prolongadas en el tiempo. La emoción es un estado que nos sorprende grata o infelizmente, algo que nos sobrecoge. Algo que nos llega de súbito. El sentimiento, por el contrario, es algo que nace y se desarrolla poco a poco. Así nace el sentimiento de amor, de amistad, de odio. El sentimiento requiere tiempo, la emoción, no.
Según el neurocientífico Antonio Damasio, emoción y sentimiento son conceptos que presentan diferencias[9]:
Según Damasio, en su libro El error de Descartes:
En cuanto a la definición de sentimiento, uno de los investigadores más reconocidos sobre las emociones, Richard. S. Lazarus, (1991), sugiere la teoría de incluir sentimiento en el marco de las emociones, ya que éstas se conciben en sentido muy amplio. Es decir, Lazarus considera sentimiento y emoción como conceptos interrelacionados, en el cual el concepto emoción englobaría al sentimiento.
Por ello Lazarus define sentimiento como el componente subjetivo o cognitivo de las emociones, es decir la experiencia subjetiva de las emociones. En otras palabras, la etiqueta que la persona pone a la emoción.
ALGUNAS EMOCIONES BÁSICAS DE LOS ANIMALES NO-HUMANOS [6]
Sufrimiento:
Es un estado mental que requiere de la conciencia[10]. Puede surgir como resultado de dolor físico, emocional o por estrés, a los que el individuo no logra adaptarse, y por lo tanto, refleja un bajo nivel de bienestar. Cuando se presenta en un grado extremo, o el animal no logra superarlo, puede inducir en él, desesperación o “pérdida de la esperanza”[11].
Muchos dicen que el sufrimiento animal es distinto al del humano, porque es a corto plazo; argumentando que los demás animales no pueden anticipar el futuro ni hacer planes a largo plazo, como lo hace nuestra especie. Si este argumento es cierto, no haría más que apoyar el supuesto contrario, es decir, que los animales pueden tener un sufrimiento aún más intenso que los humanos, ya que si no pueden tener la habilidad de anticipar cuando va a cesar el estímulo o la situación que les causa malestar, dolor o miedo, –porque es un evento nuevo y desconocido para ellos–, esto no hará más que aumentar su ansiedad, y con ello, su sufrimiento[12].
Miedo:
Es una respuesta emocional ante un peligro actual o potencial, que es reconocido en forma consciente. Involucra una serie de eventos complejos en el cerebro, así como de un proceso cognitivo, ya que requiere que el estímulo sea analizado y comparado con estímulos y experiencias anteriores, almacenados en la memoria.
El miedo se considera una emoción más primaria y básica que el dolor, y puede inducir respuestas de aversión que sobrepasan a las del dolor, ya que ésta función ayuda al individuo a sobrevivir al escapar de un peligro potencial, también puede desencadenar una respuesta activa del tipo de la agresión, cuando la alternativa de huir es imposible y el animal no ha logrado ahuyentar al agente que le está provocando miedo, no le queda más que el recurso de enfrentarse a él[13][14].
Ansiedad:
Es una emoción de excitación o aprehensión, que depende de la habilidad para predecir un riesgo futuro, basado en estímulos recientes y en experiencias previas. Los eventos quedan almacenados y pueden ser evocados, activando los sistemas emocionales en el individuo. La ansiedad probablemente aumenta la respuesta ante una situación de riesgo; sin embargo, cuando esta ansiedad es innecesaria, puede ser desventajosa e incluso lastimar al individuo[15].
Frustración:
Sucede cuando los animales se enfrentan a un conflicto que a pesar de sus intentos no pueden resolver, o cuando no logran alcanzar un objetivo, ya sea por ausencia de un estímulo clave o por la presencia de una barrera física o social, que impiden que puedan expresar una determinada conducta. Ésta puede dañarlos induciendo a la presentación de problemas de comportamiento como automutilaciones o estereotipias[13].
EXTRACTO DE ENTREVISTA DE EDUARD PUNSET A ANTONIO DAMASIO [16]
Programa Redes: El cerebro, teatro de las emociones. (1/2) (2/2)
Eduard Punset: Dices que para tener sentimientos es necesario un sistema nervioso con la capacidad de proyectar en imágenes las emociones. Y por último, aunque no por ello menos importante: hay que ser consciente de algún modo, de uno mismo, de nuestro yo.
Antonio Damasio: Sí. Es una teoría muy interesante, aunque es un poco como lo del huevo y la gallina. Todo lo que tiene que ver con la conciencia tiene muchísima importancia. Sospecho que nuestros sentimientos de emoción, especialmente los sentimientos más simples fruto de emociones del entorno, por ejemplo, suponen casi el principio de la conciencia. En cierto modo, no se puede tener un sentimiento propiamente dicho sin conciencia, pero no creo que se pueda tener conciencia sin un sentimiento. Porque hay un punto en el que todo empieza.
EP: Esto me ha gustado.
AD: Y luego las cosas entran en una espiral más complicada en la que aumenta la conciencia y el sentimiento. Pero de algún modo, es necesario el inicio. Si no sintiéramos nuestro organismo, para empezar, si no notáramos sus cambios, no podría haber conciencia. La conciencia está íntimamente vinculada con esta sensación inicial de uno mismo, y para tener una sensación de uno mismo es necesario sentir tu propio organismo y lo que cambia en él.
EP: Ahora entiendo por qué las plantas no tienen sentimientos.
AD: Así es.
EP: Pero no sé qué pasa con los perros…
AD: Yo creo que los animales tienen sentimientos. Especialmente los animales complejos. Me gusta decir que no estoy seguro de que una mosca tenga sentimientos. Pero no voy a pronunciarme sobre eso. No estoy seguro de que la aplysia tenga sentimientos, de hecho sospecho que no. Sin embargo, un perro definitivamente tiene sentimientos. Aunque no voy a decir científicamente que un perro tiene sentimientos porque no hay manera de probarlo.
EP: Pero hay un poco de conciencia entonces.
AD: Por supuesto que sí. Creo que el perro, el chimpancé o el gato son conscientes. Especialmente los animales domésticos, que se han desarrollado evolutivamente con muchas características que están en coevolución con los humanos, ¡por supuesto que tienen conciencia y sentimientos! Creo que sería un error terrible suponer lo contrario. Me parece que la postura que hay que adoptar es ésta: no se puede demostrar científicamente de un modo satisfactorio que un perro tenga sentimientos. ¡Pero tampoco se puede demostrar lo contrario! Concedámosle el beneficio de la duda. Si sabemos el tipo de cerebro necesario para los sentimientos y la conciencia, preguntémonos si este animal tiene este tipo de cerebro. Y si el animal tiene ese tipo de cerebro y se comporta como si fuera consciente, entonces probablemente tenga sentimientos. Además, me parece que esto es muy importante para tratar correctamente a los animales.
EP: Sí.
AD: Porque me parece que nuestra civilización humana ha adoptado una actitud desdeñosa hacia los animales, asumiendo que no tenían alma, que no tenían sentimientos.
DOLOR EMOCIONAL EN ANIMALES NO-HUMANOS
El dolor emocional está muy relacionado muy estrechamente con la capacidad de dolor/placer.
La tristeza es una de las emociones básicas junto con el miedo, la ira, el asco, la alegría y la sorpresa. Estado afectivo provocado por un decaimiento del ánimo. Es la expresión del dolor afectivo mediante el llanto, el rostro abatido, la falta de apetito, etc. A menudo nos sentimos tristes cuando nuestras expectativas no se ven cumplidas o cuando las circunstancias de la vida son más dolorosas y angustiosas que alegres. La alegría es la emoción contraria.
Tristeza en bobinos
Boris el toro, fue rescatado por Hillside Animal Sanctuary (en Inglaterra) de una granja de producción industrial, donde las espantosas condiciones de existencia lo habían enfermado. Aunque, una vez rescatado, se le proporcionaron todos los cuidados, no logró sobrevivir. Antes de morir, lloró con su cuidadora, quizá por agradecimiento, quizá por pena, por no tener ya más fuerzas.
Boris llorando (Link)
Documental: El mundo emocional de los animales de granja
El mundo emocional de los animales de granja (recomendado para todas las edades) es un documental sobre el pensar y sentir de los animales que frecuentemente son vistos solo como alimento. Jefferey Masson, autor de When elephants weep: the emotional lives of animals (Cuando los elefantes lloran: la vida emocional de los animales) y Dogs never lie about love, nos muestra su experiencia personal visitando santuarios animales durante la escritura de su último libro, The pig who sang to the Moon. En ellos, los cuidadores y los propios animales, cuentan historias desgarradoras de rescate y escape. También entrevista a numerosos expertos en comportamiento animal.
Documental: El mundo emocional de los animales de granja (Link)
Con la participación de Jeffrey Mason
La idea de que los animales no tienen emociones ni sentimientos es una idea arcaica que se vienen arrastrando desde la época de René Descartes (1596-1650). Descartes defendía una teoría de la mente humana conocida como dualismo Cuerpo-Mente. Según Descartes, la mente humana o "alma" permite comportamientos voluntarios o deseados. Por contra, Descartes defendía que los animales no-humanos tenían cuerpo pero no mente, por lo cual sus comportamientos eran respuestas automáticas o reflejos, similares a los de una máquina. Esta visión mecanicista de los animales no-humanos se mantuvo firme en la ciencia hasta la llegada de la teoría de la evolución de Charles Darwin (1809-1882).
Las realistas observaciones de Darwin fueron eclipsadas durante la primera mitad del siglo XX, debido a los prejuicios antropocéntricos y la limitación metodológica a lo fenoménico por culpa del conductismo. El conductismo aceptaba que los humanos tuviésemos emociones, aunque por su propia naturaleza fuesen inobservables en los demás, pero no se aceptaba que las tuviesen los animales no-humanos (también en ellos inobservables). Habría que afirmar, entonces, que o todos somos meras máquinas, o ninguno. De cualquier forma, habría que estar dormido para que al convivir con animales, no darse cuenta de sus emociones.
El progreso aunado en la etología y la neurología, han acabado por minar el prejuicio conductista, abriendo a la investigación científica la vida afectiva de los animales.
Formulamos de forma más clara el argumento que utilizan dichas personas. Éste iría como sigue:
(A1) "Debemos respetar moralmente a quienes tienen emociones y sentimientos".
(A2) "Todos los humanos tienen emociones y sentimientos".
(A3) "Los animales no-humanos no tienen emociones ni sentimientos".
(A4) Como (A3) es verdadero entonces "No hay nada éticamente incorrecto en explotar y asesinar a animales no-humanos".
RESPUESTA VEGANA:
Este argumento puede rebatirse de las siguientes maneras:
(i) Todos los animales sintientes tienen emociones y/o sentimientos, no son exclusivos de los humanos. La principal característica moralmente relevante para mostrar consideración moral es la sintiencia[1], la cual incluye emociones y/o sentimientos. Todo animal con sistema nervioso central (con cerebro) piensa, siente, pues cerebro y mente son uno. Las emociones como el dolor, el miedo, el placer o el deseo son estados de consciencia biológicamente necesarios para la supervivencia. Por lo tanto, los animales no-humanos también tienen emociones y/o sentimientos. A continuación dejamos información sobre ello:
- La teoría de la evolución por selección natural de Charles Darwin (1809-1882) sugería que unas especies evolucionaron de otras especies por un proceso de selección, las variaciones genéticas de un organismo que promueve su supervivencia perduran al ser transmitidas a sus descendientes y luego entonces pueden ser transmitidas a una población.
- En 1871, el naturalista británico Charles Darwin (1809-1882), el observador de la conducta animal más cuidadoso de su época, publicó el libro The descent of man, and selection in relation to sex (El origen del hombre, y la selección en relación al sexo) en el cual escribe que “no hay diferencia fundamental entre el hombre y los mamíferos superiores en cuanto a sus facultades mentales”, señalando que las diferencias son graduales y que, dentro de ese continuo, “hay un intervalo mucho mayor en potencia mental entre uno de los peces más primitivos, como la lamprea, y uno de los grandes simios que entre un simio y un hombre”. Para Darwin “es obvio que los animales inferiores, al igual que el hombre, sienten placer y dolor, felicidad y miseria. La felicidad nunca se exhibe tan claramente como cuando juegan juntos animales jóvenes, tales como los gatitos, los cachorros, los corderos, etcétera, al igual que nuestros propios hijos”, y “el hecho de que los animales no humanos se excitan con las mismas emociones que nosotros está tan bien establecido” que no son necesarios muchos argumentos.
- En 1872, el naturalista británico Charles Darwin (1809-1882) publicó su libro The Expression of the Emotions in Man and Animals (La expresión de las emociones en el hombre y en los animales) donde habla sobre la manera en que los humanos y los animales no-humanos -principalmente pájaros y mamíferos- expresan sus emociones. De esta forma rebate una por una las tesis de Sir Charles Bell, quien en 1806 había defendido que los humanos habían recibido del Creador la capacidad de sentir emociones y expresarlas mediante los músculos de la cara humana. The Expression of the Emotions in Man and Animals representa, junto a The descent of man, and selection in relation to sex (El origen del hombre, y la selección en relación al sexo), publicado en 1871, la intención de Darwin de enfocar cuestiones relativas a la evolución del hombre y a su psicología usando la perspectiva de su teoría de la selección natural.
- Dos importantes implicaciones de la teoría de Darwin fueron retomadas por Donald Griffin (1915-2003):
- Se puede insinuar paralelismo entre las características morfológicas de humanos y animales no-humanos
- Existe un paralelismo entre los procesos mentales y el comportamiento entre especies, ya que poseemos las mismas estructuras a nivel del sistema nervioso central (SNC) con las mismas funciones y los mismos procesos neurofísicos y neuroquímicos responsables del desarrollo de emociones[2].
El conjunto de estructuras que se conocen como sistema límbico, tienen gran importancia en el origen y el control de las emociones. Sus principales componentes son el tálamo, el hipotálamo, el hipocampo y la amígdala. En el siguiente cuadro se puede observar la localización y función de algunas de las estructuras del sistema límbico involucradas en las emociones[3][4][5]:
Región del encéfalo | Estructura | Función |
TELENCÉFALO | Amígdala | Miedo, agresión, identificación del peligro, afectos y memoria emocional |
Hipocampo | Memoria a largo plazo, representación del espacio que los rodea | |
Cíngulo | Estado de ánimo. Conduce información asociativa entre todos los lóbulos y el hipocampo. | |
Circunvolución del cíngulo | Reacción emocional ante el dolor. Relaciona estímulos sensoriales con recuerdos de emociones agradables. | |
DIENCÉFALO | Tálamo | Percepción consciente y localización del dolor. Regulación de conducta emocional. Funciones de integración. |
Hipotálamo | Regulación hormonal, hambre, sed, impulso sexual, expresión de emociones. |
Los animales vertebrados tienen todas las estructuras cerebrales y la fisiología para poder desarrollar emociones, incluso tienen todas las estructuras y la fisiología para demostrarlas, aunque no de una manera verbal, si de una manera conductual que es claramente apreciable al observar a un animal. Incluso los estudios que se desarrollan actualmente sobre la neurofisiología de las emociones en humanos se realizan en modelos animales. Por lo tanto podemos afirmar que los animales son capaces de sentir emociones.[6]
- En 1996, Susan McCarthy y Jeffrey Mason reunieron una gran documentación etológica en el trabajo: "When elephants weep: the emotional lives of animales" ("Cuando los elefantes lloran: las vidas emocionales de los animales").
- En 1996, el neurólogo Joseph LeDoux publicó "The emotional brain" ("El cerebro emocional"), una rigurosa presentación de las emociones en sus mecanismos neuronales.
- En 1998, el neurólogo Jaak Pankseep escribe "Affective neuroscience: the foundations of human and animal emotions" ("Neurociencia afectiva: los fundamentos de las emociones animales y humanas").
- En 2000, aparecía: "Infant chimpanzee and human child: instincts, emotions, and play habits" de N. Ladygina-Kots y F. De Waal. En este trabajo se comparan las emociones y juegos infantiles en chimpancés y humanos.
- En 2000, el biólogo Marc Bekoff publica "The smile of a dolphin: remarkable accounts of animal emotions" ("La sonrisa de un delfin: informes notables sobre las emociones animales"), que refleja los resultados de los estudios de campo de más de cincuenta investigadores.
- En marzo de 2011, la revista Proceedings of the Royal Society B publicó un estudio de la Universidad de Bristol (Reino Unido) que, haciendo uso de avances técnicos en control fisiológico no invasivo, explica cómo las gallinas muestran una clara respuesta fisiológica y de conducta cuando sus polluelos se encuentran ligeramente angustiados[7]:
"la magnitud en la que el malestar de los otros afecta a los animales es muy relevante para la prosperidad de la granja y los animales de laboratorio" (...) "Nuestra investigación se plantea la cuestión fundamental de si las aves tienen la capacidad para mostrar respuestas empáticas. Descubrimos que las aves femeninas adultas poseen al menos los atributos esenciales que subyacen a la 'empatía', la capacidad de verse afectadas por, y compartir, el estatus emocional de otro". Jo Edgar, responsable del estudio
Los investigadores utilizaron pollos porque estos encuentran habitualmente a otros pollos sufriendo debido a que las prácticas de explotación y asesinato de la industria avícola producen fracturas óseas, trastornos en las patas, hacinamiento, etc.
Durante uno de estos métodos controlados, cuando los polluelos eran expuestos a un golpe de aire, la tasa cardiaca de los pollos aumentó y la temperatura de los ojos disminuyó. La conducta de las gallinas también cambió y reaccionaron con mayor alerta, disminuyeron el acicalamiento de sus plumas y aumentaron las vocalizaciones dirigidas a sus polluelos. Algunas de estas respuestas habían sido utilizadas antes como indicadores de una respuesta emocional en los animales. En los pollos domésticos, el tiempo empleado en estado de alerta se asocia con mayores niveles de miedo. Investigaciones previas realizadas por el mismo grupo han mostrado que las gallinas también evitan de forma selectiva los alrededores asociados con mantenerse de pie más tiempo y menores niveles de acicalamiento de plumas.
- En junio de 2011, un estudio de Melissa Bateson y sus colegas demostró que cuando las abejas están estresadas muestran una expectativa de aumento de los malos resultados. En otras palabras, se convierten en pesimistas.[8]
La gorila Koko, a cargo de la Profesora Francine Patterson, sufre psicológicamente
por la muerte de su gatito, y lo hace en soledad, donde nadie pueda verla.
"El hecho fundamental a tener en cuenta, sin embargo, es que las emociones -aunque transiten por oficinas dispares- tienen su sede oficial en el cerebro reptiliano. Tal vez por eso me ha costado siempre aceptar la tesis de que los reptiles y, con menos motivos todavía, los mamíferos no humanos, incluidos los primates sociales, no tienen emociones. Sería paradójico que en el curso de la evolución los homínidos hubieran situado el control de las emociones en el cerebro evolutivo si careciera de experiencia en estas lides. Con toda probabilidad, cuando hablamos de felicidad estamos refiriéndonos a una emoción compartida con el resto de los animales y gestionada desde la misma zona cerebral: la amígdala. Negarlo supone no solamente descartar la evidencia científica sino la empírica, pero ¡resulta tan cómodo ignorar las emociones de los animales!" [...] "El vaje a la felicidad que da título a este libro tiene todos los visos de haberse iniciado en nuestro pasado prehumano, como el bostezo contagioso heredado de los primates y la mayoría de los instintos básicos, como el de supervivencia o de reproducción. Compartir con el resto de animales el mismo origen y la misma distribución fisiológica no sólo no desmerece la importancia del viaje a la felicidad, sino que le confiere la fuerza arrolladora de un instinto básico. Es el primer paso para entender los efectos devastadores de la infelicidad -la ausencia de felicidad- sobre el metabolismo de las personas y su equilibrio mental. Estamos hablando, nada más y nada menos, que de la represión continuada y la postergación a otra vida de un instinto tan básico como la respiración". [...] "he de confesar que lo único verdaderamente importante es que la felicidad es la ausencia de miedo". Eduard Punset, Viaje a la felicidad
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INFORMACIÓN ADICIONAL:
DIFERENCIA ENTRE EMOCIONES Y SENTIMIENTOS
Vamos a intentar aclarar la diferencia existente entre una emoción y un sentimiento.
Los sentimientos son sensaciones de moderada intensidad y prolongadas en el tiempo. La emoción es un estado que nos sorprende grata o infelizmente, algo que nos sobrecoge. Algo que nos llega de súbito. El sentimiento, por el contrario, es algo que nace y se desarrolla poco a poco. Así nace el sentimiento de amor, de amistad, de odio. El sentimiento requiere tiempo, la emoción, no.
Según el neurocientífico Antonio Damasio, emoción y sentimiento son conceptos que presentan diferencias[9]:
"La emoción es un programa de acciones. El sistema nervioso humano, o cualquier sistema nervioso, se involucra en una serie de acciones para protegerse. Bien mediante la defensa frente a la amenaza, o proporcionando una oportunidad para alimentarse o para el sexo. Evita la muerte y hace cosas beneficiosas. Luego está la lectura de esa acción. Cuando percibes lo que está sucediendo en tu cuerpo, cuando tienes esa emoción, entonces surge el sentimiento. Emocionar es actuar. Sentir es percibir. Ambas cosas están relacionadas. Una emoción en líneas generales es un sentimiento, pero se refiere a la acción, mientras que el sentimiento es la percepción de esa acción."
Según Damasio, en su libro El error de Descartes:
"Las emociones son un conjunto complejo de respuestas químicas y neuronales que forman un patrón distintivo. Estas respuestas son producidas por el cerebro cuando detecta un estímulo emocionalmente competente, es decir, cuando el objeto o acontecimiento, real o rememorado mentalmente, desencadena una emoción y las repuestas automáticas correspondientes. Las respuestas provienen tanto de los mecanismos innatos del cerebro (emociones primarias) como de los repertorios conductuales aprendidos a lo largo del tiempo (emociones secundarias).
Los sentimientos, en cambio, son la evaluación consciente que hacemos de la percepción de nuestro estado corporal durante una respuesta emocional. Los sentimientos son conscientes, objetos mentales como aquellos que desencadenaron la emoción (imágenes, sonidos, percepciones físicas…). Las emociones que no se perciben como sentimientos son inconscientes y, sin embargo, pueden tener efecto sobre nuestras conductas."
En cuanto a la definición de sentimiento, uno de los investigadores más reconocidos sobre las emociones, Richard. S. Lazarus, (1991), sugiere la teoría de incluir sentimiento en el marco de las emociones, ya que éstas se conciben en sentido muy amplio. Es decir, Lazarus considera sentimiento y emoción como conceptos interrelacionados, en el cual el concepto emoción englobaría al sentimiento.
Por ello Lazarus define sentimiento como el componente subjetivo o cognitivo de las emociones, es decir la experiencia subjetiva de las emociones. En otras palabras, la etiqueta que la persona pone a la emoción.
ALGUNAS EMOCIONES BÁSICAS DE LOS ANIMALES NO-HUMANOS [6]
Sufrimiento:
Es un estado mental que requiere de la conciencia[10]. Puede surgir como resultado de dolor físico, emocional o por estrés, a los que el individuo no logra adaptarse, y por lo tanto, refleja un bajo nivel de bienestar. Cuando se presenta en un grado extremo, o el animal no logra superarlo, puede inducir en él, desesperación o “pérdida de la esperanza”[11].
Muchos dicen que el sufrimiento animal es distinto al del humano, porque es a corto plazo; argumentando que los demás animales no pueden anticipar el futuro ni hacer planes a largo plazo, como lo hace nuestra especie. Si este argumento es cierto, no haría más que apoyar el supuesto contrario, es decir, que los animales pueden tener un sufrimiento aún más intenso que los humanos, ya que si no pueden tener la habilidad de anticipar cuando va a cesar el estímulo o la situación que les causa malestar, dolor o miedo, –porque es un evento nuevo y desconocido para ellos–, esto no hará más que aumentar su ansiedad, y con ello, su sufrimiento[12].
Miedo:
Es una respuesta emocional ante un peligro actual o potencial, que es reconocido en forma consciente. Involucra una serie de eventos complejos en el cerebro, así como de un proceso cognitivo, ya que requiere que el estímulo sea analizado y comparado con estímulos y experiencias anteriores, almacenados en la memoria.
El miedo se considera una emoción más primaria y básica que el dolor, y puede inducir respuestas de aversión que sobrepasan a las del dolor, ya que ésta función ayuda al individuo a sobrevivir al escapar de un peligro potencial, también puede desencadenar una respuesta activa del tipo de la agresión, cuando la alternativa de huir es imposible y el animal no ha logrado ahuyentar al agente que le está provocando miedo, no le queda más que el recurso de enfrentarse a él[13][14].
Ansiedad:
Es una emoción de excitación o aprehensión, que depende de la habilidad para predecir un riesgo futuro, basado en estímulos recientes y en experiencias previas. Los eventos quedan almacenados y pueden ser evocados, activando los sistemas emocionales en el individuo. La ansiedad probablemente aumenta la respuesta ante una situación de riesgo; sin embargo, cuando esta ansiedad es innecesaria, puede ser desventajosa e incluso lastimar al individuo[15].
Frustración:
Sucede cuando los animales se enfrentan a un conflicto que a pesar de sus intentos no pueden resolver, o cuando no logran alcanzar un objetivo, ya sea por ausencia de un estímulo clave o por la presencia de una barrera física o social, que impiden que puedan expresar una determinada conducta. Ésta puede dañarlos induciendo a la presentación de problemas de comportamiento como automutilaciones o estereotipias[13].
EXTRACTO DE ENTREVISTA DE EDUARD PUNSET A ANTONIO DAMASIO [16]
Programa Redes: El cerebro, teatro de las emociones. (1/2) (2/2)
Eduard Punset: Dices que para tener sentimientos es necesario un sistema nervioso con la capacidad de proyectar en imágenes las emociones. Y por último, aunque no por ello menos importante: hay que ser consciente de algún modo, de uno mismo, de nuestro yo.
Antonio Damasio: Sí. Es una teoría muy interesante, aunque es un poco como lo del huevo y la gallina. Todo lo que tiene que ver con la conciencia tiene muchísima importancia. Sospecho que nuestros sentimientos de emoción, especialmente los sentimientos más simples fruto de emociones del entorno, por ejemplo, suponen casi el principio de la conciencia. En cierto modo, no se puede tener un sentimiento propiamente dicho sin conciencia, pero no creo que se pueda tener conciencia sin un sentimiento. Porque hay un punto en el que todo empieza.
EP: Esto me ha gustado.
AD: Y luego las cosas entran en una espiral más complicada en la que aumenta la conciencia y el sentimiento. Pero de algún modo, es necesario el inicio. Si no sintiéramos nuestro organismo, para empezar, si no notáramos sus cambios, no podría haber conciencia. La conciencia está íntimamente vinculada con esta sensación inicial de uno mismo, y para tener una sensación de uno mismo es necesario sentir tu propio organismo y lo que cambia en él.
EP: Ahora entiendo por qué las plantas no tienen sentimientos.
AD: Así es.
EP: Pero no sé qué pasa con los perros…
AD: Yo creo que los animales tienen sentimientos. Especialmente los animales complejos. Me gusta decir que no estoy seguro de que una mosca tenga sentimientos. Pero no voy a pronunciarme sobre eso. No estoy seguro de que la aplysia tenga sentimientos, de hecho sospecho que no. Sin embargo, un perro definitivamente tiene sentimientos. Aunque no voy a decir científicamente que un perro tiene sentimientos porque no hay manera de probarlo.
Al igual que otros moluscos, la aplysia lanza un
chorro de tinta cuando detecta una amenaza. Damasio no
cree que este animal tenga sentimientos. ¿Será así?
La ciencia todavía no puede demostrarlo. (Imagen: Wikipedia)
chorro de tinta cuando detecta una amenaza. Damasio no
cree que este animal tenga sentimientos. ¿Será así?
La ciencia todavía no puede demostrarlo. (Imagen: Wikipedia)
EP: Pero hay un poco de conciencia entonces.
AD: Por supuesto que sí. Creo que el perro, el chimpancé o el gato son conscientes. Especialmente los animales domésticos, que se han desarrollado evolutivamente con muchas características que están en coevolución con los humanos, ¡por supuesto que tienen conciencia y sentimientos! Creo que sería un error terrible suponer lo contrario. Me parece que la postura que hay que adoptar es ésta: no se puede demostrar científicamente de un modo satisfactorio que un perro tenga sentimientos. ¡Pero tampoco se puede demostrar lo contrario! Concedámosle el beneficio de la duda. Si sabemos el tipo de cerebro necesario para los sentimientos y la conciencia, preguntémonos si este animal tiene este tipo de cerebro. Y si el animal tiene ese tipo de cerebro y se comporta como si fuera consciente, entonces probablemente tenga sentimientos. Además, me parece que esto es muy importante para tratar correctamente a los animales.
EP: Sí.
AD: Porque me parece que nuestra civilización humana ha adoptado una actitud desdeñosa hacia los animales, asumiendo que no tenían alma, que no tenían sentimientos.
DOLOR EMOCIONAL EN ANIMALES NO-HUMANOS
El dolor emocional está muy relacionado muy estrechamente con la capacidad de dolor/placer.
La tristeza es una de las emociones básicas junto con el miedo, la ira, el asco, la alegría y la sorpresa. Estado afectivo provocado por un decaimiento del ánimo. Es la expresión del dolor afectivo mediante el llanto, el rostro abatido, la falta de apetito, etc. A menudo nos sentimos tristes cuando nuestras expectativas no se ven cumplidas o cuando las circunstancias de la vida son más dolorosas y angustiosas que alegres. La alegría es la emoción contraria.
Tristeza en bobinos
Boris el toro, fue rescatado por Hillside Animal Sanctuary (en Inglaterra) de una granja de producción industrial, donde las espantosas condiciones de existencia lo habían enfermado. Aunque, una vez rescatado, se le proporcionaron todos los cuidados, no logró sobrevivir. Antes de morir, lloró con su cuidadora, quizá por agradecimiento, quizá por pena, por no tener ya más fuerzas.
Boris llorando (Link)
Documental: El mundo emocional de los animales de granja
El mundo emocional de los animales de granja (recomendado para todas las edades) es un documental sobre el pensar y sentir de los animales que frecuentemente son vistos solo como alimento. Jefferey Masson, autor de When elephants weep: the emotional lives of animals (Cuando los elefantes lloran: la vida emocional de los animales) y Dogs never lie about love, nos muestra su experiencia personal visitando santuarios animales durante la escritura de su último libro, The pig who sang to the Moon. En ellos, los cuidadores y los propios animales, cuentan historias desgarradoras de rescate y escape. También entrevista a numerosos expertos en comportamiento animal.
Documental: El mundo emocional de los animales de granja (Link)
Con la participación de Jeffrey Mason
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NOTAS Y REFERENCIAS
[1] Argumento: "La característica moralmente relevante para respetar la vida de alguien no es la sintiencia"
[2] Roberts W A. Principles of animal cognition. Mc Graw Hill. USA, 1998.)(Markowits H J. Cerebral bases of consciousness: A historical View. Neuropsychologia. 1995, 33:1181-1192.)
[3] De la Fuente J R., Ortega S H. Psiconeuroendocrinología. En: Zatate T A, Moran V C., Feria V A., Kubli G A. Biblioteca de la Salud: Fundamentos de Neuroendocrinología. Secretaria de Salud y Fondo de Cultura Económica. México, 1993, Pp: 179:195.
[4] De Lahunta A: Veterinary neuroanatomy and clinical neurology. W.B. Saunders Co. Philadelphia, 1977; 439 pp.
[5] Reid C: Neuroanatomía. Obras médicas concisas, Interamericana: México, 1981; 199 p.
[6] "¿Existen o no emociones en los animales?" MVZ MC Claudia Edwards Patiño, MVZ MC Sandra Hernández Méndez, Dra. Beatriz Vanda Cantón. Revista AMMVEPE 2006; 17(4) : 188-190 Asociación Mexicana de Médicos Veterinarios Especialistas en Pequeñas Especies, A.C.
[7] liberaong.org - Las gallinas también sufren por sus polluelos
[8] psychologytoday.com - Emotional honeybees and brainy jellyfish: More "surprises" in animal behavior
[9] El mago del cerebro. Entrevista a Antonio Damasio por Luis Miguel Ariza. El País Semanal, nº 1780. Domingo 7 de noviembre de 2010.
[10] Spinelli JS, Markowitz H: Clinical recognition and anticipation of situations likely induce suffering in animals. JAVMA 1987; 191(10): 1216-1218.
[11] Broom, D.M: Welfare, stress and the evolution of feelings. Adv anim behav 1998; 27: 371-403.
[12] Dolan, K: Ethics, animals and science. London: Blackwell Science,1999: 157.
[13] Broom DM, Johnson KG. Stress and animal welfare. Animal behaviour series. Chapman and Hall, London, 1993; p.73-86.
[14] Gentle MJ, Corr SA. Endogenous analgesia in the chicken. Neurosci Lett 1995; 201: 211–214.
[15] Nesse RM, Williams GC. Evolution and healing. Weidenfeld & Nicoloson: London, 1995.
[16] eduardpunset.es - El cerebro, teatro de las emociones
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- (21/11/2008) scienceblogs.com - Un pequeño drama de la vida diaria animal captado por la cámara
- (20/11/2008) dailymail.co.uk - Suministran prozac a un loro debido a la depresión causada por la muerte de su dueño
- (22/03/2005) news.bbc.co.uk - "Los animales también sienten"
MÁS INFORMACIÓN
- elblogalternativo.com - Entrevista a Marc Bekoff: "Los animales aman sin dobleces"
- ilevolucionista.blogspot.com - Neurociencia de la afectividad (entrevista a Jaak Panksepp)
- psychologytoday.com/blog/animal-emotions - Compassion Begets Compassion
- redcientifica.com - El ser y la vida
- RespuestasVeganas.Org - Animales con sentimientos (Jesús Mosterín, diciembre 2000)
- RespuestasVeganas.Org - Entrevista a Marc Bekoff (Canarias7.es, mayo 2008)
BIBLIOGRAFÍA
- Bekoff, Marc. La vida emocional de los animales, 2008.
- Darwin, Charles. The Expression of the Emotions in Man and Animals (La expresión de las emociones en hombres y animales), 1872.
- Darwin, Charles. The descent of man, and selection in relation to sex (El origen del hombre, y la selección en relación al sexo), 1871. (Extracto)
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