RESUMEN: ¿Qué diferencia éticamente a las cosas de las personas? ¿qué es el sensocentrismo? ¿qué argumentos usan algunas personas contra el sensocentrismo? Éstas son las principales preguntas a las que aquí voy a responder.
Un rasgo esencial de la Ética es que utiliza UN CRITERIO para diferenciar a los seres que a priori deben ser respetados (personas) del resto de seres (cosas) que es éticamente correcto que las personas posean y consuman. Si no se utiliza dicha diferenciación ética entre personas y cosas entonces se llega a la contradicción de afirmar que «todos los seres son cosas», por lo que uno mismo sería una cosa cuyos intereses no deberían ser considerados, o se llega a la idea de que «todos los seres son personas». Sin embargo, la Ética es la ciencia que utiliza la Lógica para inferir normas sobre lo que a priori no se debe hacer, y dicho deber ético se origina en los intereses de los seres sintientes; por eso la Ética es sensocentrista: los seres sintientes son personas, y el resto de seres son cosas. Para ser coherente con el sensocentrismo se debe defender y practicar el veganismo. Quien exige a los seres sintientes una característica o capacidad extra para considerarles éticamente como personas está violando el Principio de Igual Consideración de Intereses, al discriminar arbitrariamente a seres sintientes. El deber ético no se puede inferir lógicamente de características que no sean los intereses; el deber ético se infiere de los intereses en sí mismos.
Palabras clave: algo-alguien, cosa-persona, conciencia, sensocentrismo
Un rasgo esencial de la Ética es que utiliza UN CRITERIO para diferenciar a los seres que a priori deben ser respetados (personas) del resto de seres (cosas) que es éticamente correcto que las personas posean y consuman. Si no se utiliza dicha diferenciación ética entre personas y cosas entonces se llega a la contradicción de afirmar que «todos los seres son cosas», por lo que uno mismo sería una cosa cuyos intereses no deberían ser considerados, o se llega a la idea de que «todos los seres son personas». Sin embargo, la Ética es la ciencia que utiliza la Lógica para inferir normas sobre lo que a priori no se debe hacer, y dicho deber ético se origina en los intereses de los seres sintientes; por eso la Ética es sensocentrista: los seres sintientes son personas, y el resto de seres son cosas. Para ser coherente con el sensocentrismo se debe defender y practicar el veganismo. Quien exige a los seres sintientes una característica o capacidad extra para considerarles éticamente como personas está violando el Principio de Igual Consideración de Intereses, al discriminar arbitrariamente a seres sintientes. El deber ético no se puede inferir lógicamente de características que no sean los intereses; el deber ético se infiere de los intereses en sí mismos.
Palabras clave: algo-alguien, cosa-persona, conciencia, sensocentrismo
1. Algunas personas no saben qué es una cosmovisión ética. No se debe confundir «cosmovisión ética» con cosmovisiones de otros tipos. Un rasgo esencial de la Ética es que utiliza UN CRITERIO para diferenciar a los seres que a priori deben ser respetados (personas) del resto de seres (cosas) que es éticamente correcto que las personas posean y consuman. El uso de cada diferente criterio da lugar a una diferente cosmovisión ética. Por ejemplo, el uso del criterio «ser dios» da lugar al teocentrismo; el criterio «ser yo» da lugar al egocentrismo; el criterio «ser humano» da lugar al antropocentrismo; el criterio «ser vivo» da lugar al biocentrismo; el criterio «ecosistemas y especies» da lugar al ecocentrismo; el criterio «ser animal» da lugar al animalcentrismo; el criterio «ser sintiente» da lugar al sensocentrismo, etc. Las cosmovisiones éticas son la base en la que se asientan ideologías políticas y otros tipos de ideologías.
Cosmovisiones, ¿qué son? (Link)
(Nota: le faltó hablar de la cosmovisión ética egocentrista, la cual prioriza el beneficio propio y cosifica a los demás.)
2. Algunas personas dicen que «no debemos usar un criterio para diferenciar a las personas de las cosas». Si rechazamos utilizar un criterio para diferenciar a las personas de las cosas entonces nos quedarían dos opciones: a) «todos los seres son cosas», y por lo tanto sería éticamente correcto poseer y consumir a cualquier ser; o b) «todos los seres son personas», y por lo tanto sería éticamente incorrecto poseer y consumir a cualquier ser. En ambos casos se iguala a todos los seres por medio de la característica que todos los seres comparten: son materia. Por ejemplo, según dicho argumento, las piedras, las lechugas, los perros y los humanos ocuparían la misma categoría ética: o todos ellos serían cosas, o todos ellos serían personas. Sin embargo, si todos los seres fueran considerados éticamente como cosas entonces no tendría sentido hablar de Ética, pues se estaría diciendo que «es éticamente correcto poseer y consumir a cualquier ser», incluido quien afirmara esa idea, lo cual contradeciría sus intereses, rebatiéndose a sí mismo.[4] No es casualidad que la Regla de Oro de la Ética se origine en los intereses de las conciencias[5], pues la materia por sí sola no siente, no tiene intereses, por tanto la materia no impone deberes éticos a los demás. Como el deber ético se origina en intereses y como todos los intereses pertenecen a seres sintientes entonces es lógico que el criterio que convierte a una cosa en persona es que sea un ser sintiente (una conciencia); a usar dicho criterio se le llama sensocentrismo, y sensocentristas a quienes defienden dicha idea. Tampoco es cierto que «todos los seres son personas», como si cada átomo y cada electrón fuese una persona a la que debemos respetar, pues la materia no sintiente, es decir, no tiene intereses que podamos frustrar, por tanto es éticamente correcto poseerla y consumirla. Por ello no tiene sentido afirmar que «el sensocentrismo discrimina arbitrariamente a los seres que no tienen una conciencia», pues los seres que no tienen conciencia no tienen intereses. El sensocentrismo es una idea que no discrimina arbitrariamente a nadie, y que además no considera éticamente a las cosas como si fueran personas, por eso podemos afirmar que la Ética Basada en la Realidad es sensocentrista. En relación a esto, Daniel C. Dennett (1942-) dice lo siguiente en su libro «Tipos de Mentes»:
3. Algunos veganos se inventan ideas erróneas sobre qué es el sensocentrismo. Como ya expliqué antes, el sensocentrismo es la cosmovisión ética que afirma éticamente que: «los seres sintientes son personas y el resto de seres son cosas». Para ser coherente con el sensocentrismo se debe defender y practicar el veganismo. Algunas personas atribuyen al sensocentrismo otras ideas que son independientes de esta cosmovisión ética con la intención de ensuciarlo y de promover su rechazo. Por ejemplo, en los artículos «No hay centro», «La perversión del veganismo: el sensocentrismo» y en otros artículos absurdos, se le atribuyen al sensocentrismo ideas ajenas a éste con las que se puede estar o no estar de acuerdo: ayudar a los demás seres sintientes, extinción de parásitos mediante esterilización, educación animal, etc. Otras veces estas personas afirman erróneamente que «el sensocentrismo defiende comer bivalvos», lo cual no es cierto, pues el sensocentrismo sólo dice que los seres sintientes son personas y que el resto de seres son cosas; será la ciencia la que determine si los bivalvos sienten o no sienten. Si los bivalvos son seres sintientes[6] entonces según el sensocentrismo los bivalvos son personas y por tanto a priori se les debe respetar.
4. Algunas personas confunden «cosmovisión ética» con teorías sobre el bien y el mal. Por ejemplo, a partir del minuto 9:15 de su vídeo «Diferencias entre sensocentrismo y veganismo» Luchi Bonfico dice: «Una diferencia entre sensocentrismo y veganismo es que, por ejemplo, un vegano se opone a que haya una granja de animales en la cual no sufran, pero en la que terminen destinados a comida. Por ejemplo, una persona tiene 100 vacas en un campo libres toda su vida y cuando cumplen un año de edad les da un mazazo en la cabeza sin que se entere ninguna y las destina a carne. En cambio, el sensocentrista no ve ninguna objeción porque basándose justamente en lo que dice la palabra "sensocentrismo" que está centrado en la sintiencia, al no generar sufrimiento a esas cien vacas puedes hacer con ellas lo que quieras cuando quieras porque no estás generando ningún sufrimiento», a lo cual Damo y Ale asienten sin objeción. Por lo tanto, estas personas confunden el sensocentrismo (los seres sintientes son personas, y el resto son cosas) con su teoría particular sobre el bien y el mal (estas personas dicen que «matar a alguien contra su voluntad sin causarle sufrimiento no es hacer un mal a dicha persona»). Además de dicha confusión, su concepción sobre los intereses y/o su teoría sobre el bien y el mal es errónea, pues los seres sintientes tenemos interés en seguir viviendo[7], por lo tanto sí que se hace un mal a quien es matado en contra de su interés[4]. Lo que dicen estas personas sobre el sensocentrismo es tan erróneo como decir que «según el antropocentrismo, es éticamente correcto asesinar a humanos si no se causa sufrimiento a ningún humano»; pues no, un antropocentrista tampoco tiene por qué estar de acuerdo con eso y por ello no deja de ser antropocentrista. La Realidad es que el sensocentrismo solo separa éticamente a los seres sintientes (personas) del resto de seres (cosas). La reacción de algunos veganos es patética cuando asumen dicha confusión y dicen «no soy sensocentrista porque me opongo a matar a seres sintientes en contra de su voluntad» y otro tipo de afirmaciones absurdas que benefician al antropocentrismo, al teocentrismo y a otras cosmovisiones hegemónicas...
5. Algunas personas confunden «cosmovisión ética» con un marco normativo. Como he explicado, las cosmovisiones éticas usan un criterio para diferenciar éticamente a unos seres como personas y al resto de seres como cosas. Después de que hemos elegido una determinada cosmovisión ética, debemos elegir un determinado marco normativo, es decir, debemos elegir cómo vamos a «GESTIONAR» a las personas de dicha cosmovisión ética. Existen varios marcos normativos: «deontologismo» (kantismo, etc), consecuencialismo (utilitarismo, EBR, etc), ética de la virtud (aristotelismo, neoaristotelismo, etc), etc. Algunas personas mezclan el significado de sensocentrismo con el significado de un marco normativo conocido o particular, y por tanto usan una falacia llamada error categorial. Mediante dicha falacia, estas personas están creando mucha confusión dentro del movimiento vegano, haciendo que muchos veganos digan que «rechazo el sensocentrismo porque es utilitarista» o por otras razones, a pesar de que el sensocentrismo es una cosmovisión ética, no un marco normativo.
6. Algunas personas dicen que «como según el sensocentrismo los seres sintientes (conciencias) son personas entonces alguien en estado inconsciente no es un ser sintiente y por tanto sería éticamente correcto matarle». Estas personas confunden la «conciencia» con el estado de la conciencia llamado «conSciencia», por eso creen erróneamente que «según el sensocentrismo, si alguien está en estado inconsciente no es un ser sintiente». Sin embargo, si alguien se encuentra en estado inconsciente sigue siendo alguien, es decir, sigue siendo un ser sintiente, sigue siendo una conciencia en estado inconSciente. Algunas personas que entienden esto se preguntan por qué razón le hacemos un mal a alguien que matamos cuando está inconsciente o que estando consciente es matado instantáneamente sin causarle sufrimiento, pero en otro artículo ya respondí que dicho acto frustra el interés en seguir viviendo (y todos los intereses) de esa persona.[4] En otras ocasiones algunos dicen que «el sensocentrismo no considera personas a quienes padecen una enfermedad que les impide sentir dolor físico», sin embargo esta idea sobre el sensocentrismo es errónea porque aunque dichas personas no sientan dolor físico siguen siendo seres sintientes con intereses. Otras personas dicen que los animales no humanos no tienen interés en seguir viviendo, pero esto también lo rebatí en otro artículo.[7]
7. Algunas personas dicen que «el criterio "ser sintiente" o "tener una conciencia" no es suficiente para que un ser sea catalogado como persona». Quienes dicen esto acusan al sensocentrismo de catalogar éticamente como personas a más seres de los que supuestamente se debería. Dicen que «sólo son personas los seres que tienen una conciencia y que ADEMÁS poseen una/s determinada/s característica/s que no poseen todos los humanos ni todos los animales no humanos». Por ejemplo, Hugo Tristam Engelhardt (1941-) en su libro «The Foundations of Bioethics» («La Fundación de la Bioética»), publicado en 1991, dice lo siguiente: «Lo que caracteriza a las personas es su capacidad de ser autoconscientes, racionales e interesadas por el mérito de reprobación y elogio. […] no todos lo seres humanos son personas. No todos los seres humanos son autoconscientes, racionales y capaces de concebir la posibilidad de la reprobación y del elogio. Los fetos, los recién nacidos, los impedidos mentales mentales muy profundos y quienes están en coma sin esperanza [y podríamos agregar los seniles] constituyen ejemplos de no-personas humanas. Son miembros de la especie humana, pero no tienen en sí y por sí mismos un lugar en la comunidad moral laica». En 2012, esta idea errónea llevó a la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), la sociedad científica más grande del mundo y propietaria de la revista Science, a defender que delfines y ballenas deben ser tratados como personas no humanas con derecho a la vida, pero no dijeron lo mismo para otros seres sintientes. El error de estas personas es que no infieren el deber ético de los intereses[5], sino de otras características innecesarias que exigen a los seres sintientes. Debido a ello violan el Principio de Igual Consideración de Intereses[8], pues discriminan arbitrariamente a quienes supuestamente no poseen dichas características éticamente irrelevantes. Por ejemplo, estas personas apelan a características éticamente irrelevantes como «ser autoconsciente», «ser racional», «ser capaz de concebir la posibilidad de la reprobación y del elogio», etc. A pesar de ser características éticamente irrelevantes, toda conciencia es autoconsciente de lo que siente y de sus intereses[9], pues lo sentido siempre lo siente alguien. Además, toda conciencia es necesariamente racional porque reconoce el Principio Lógico de Identidad: «lo que es, es» (A=A) para de esta manera poder relacionarse con la Realidad y así sobrevivir. En cuanto a «ser capaz de concebir la posibilidad de la reprobación y del elogio», de ello tampoco se infiere lógicamente ningún deber, sino que el deber ya venía dado antes por los intereses. A pesar del error que cometen estas personas, parece una buena estrategia apoyar de manera temporal campañas como la del Proyecto Gran Simio con el objetivo de conseguir que se reconozca legalmente la existencia de personas no humanas, rompiendo de esta manera «la barrera de especie» para asestar un golpe mortal al antropocentrismo. Además, el reconocimiento de personas no humanas no ocurrirá de golpe, sino que será progresivo.
New Scientist: When is an animal a person? (Link)