Joseph P. Overton (1960-2003) fue vicepresidente del Mackinac Center for Public Policy (Centro Mackinac de Política Pública), pero se le conoce por concebir una teoría política llamada «The Overton Window» («la ventana de Overton»), la cuál explica cómo conseguir mediante los medios de comunicación que la sociedad u opinión pública acepte cualquier idea que hoy considera impensable, para posteriormente legitimarla políticamente sin ser considerado un extremista.
Es muy importante darse cuenta que la teoría de «la ventana de Overton» no es una «teoría maligna», como dicen algunos manipuladores, puesto que esta teoría puede utilizarse tanto para lograr políticamente objetivos éticamente correctos (veganismo, renta básica, eutanasia, homosexualidad, etc.), como para lograr políticamente objetivos éticamente incorrectos (pederastia, racismo, homofobia, etc.).[1] Joseph era consciente de esto, sin embargo, no usó los conceptos «éticamente correcto» y «éticamente incorrecto», sino la falacia de la libertad[2], pues era liberal.
Debido a que Joseph era liberal, describió gráficamente la ventana de de Overton como un espectro de «más libre» a «menos libre» con respecto a la intervención gubernamental, orientada verticalmente sobre un eje, para evitar la comparación con el espectro político izquierda-derecha. Como expliqué, la falacia de la libertad consiste en cambiar el significado de la palabra «libertad», el cual es «todo lo que alguien puede hacer», por «todo lo que alguien puede hacer, excepto violar mis normas»[2], por tanto la gráfica que Joseph creó para describir la venta de Overton es falaz.
Los grados de aceptación de una idea por parte de la opinión pública son más o menos los siguientes:
1º) Impensable: la idea es considerada absurda o tabú, propia de enfermos mentales. Ventana cerrada.
2º) Radical: la idea es «underground», es ridiculizada y tratada al margen del debate público.
3º) Aceptable: es una idea que puede ser parte de un debate público, pero es considerada errónea.
4º) Sensata: es una idea que puede ser parte de un debate público y que es considerada racional.
5º) Popular: es una idea que es apoyada por la mayoría de la sociedad y por famosos.
6º) Política: es una idea que ha entrado en el ámbito político con el objetivo de legalizar su práctica. Ventana abierta.
Los grados de aceptación pueden aplicarse tanto para una idea en positivo (la idea de que se legalice X) como para una idea en negativo (la idea de que se prohíba X).
La ventana de Overton y el veganismo
El deber a priori de respetar a los demás es la idea esencial de la Ética[3], y debe aplicarse sin discriminar a nadie. Todos los seres que tenemos una conciencia sentimos y tenemos intereses que deben ser considerados por igual, según indica el Principio de Igual Consideración de Intereses[4]. Por eso debemos rechazar discriminaciones arbitrarias como el especismo[5], el racismo, el sexismo, etc. El antropocentrismo (y su humanismo) es una idea absurda que afirma que «debemos respetar a los humanos porque son humanos»[6], lo cual tiene como consecuencia considerar que quien no es humano es una cosa sin derecho a la salud/vida. Por eso debemos defender el sensocentrismo[7], pues esta idea promueve respetar a los demás seres sintientes (nadie es discriminado arbitrariamente) y ponerla en práctica mediante el veganismo[8].
Hace mucho tiempo que la idea de respetar a los demás seres sintientes ha dejado de ser considerada socialmente como una idea impensable y radical (sólo se acusa de radicales a algunos veganos en concreto), por eso el veganismo cada vez está más presente en el debate público (prensa, radio, tv, Internet, etc.) y sus argumentos racionales cada vez son más son reconocidos por más personas sensatas. Esto está teniendo como consecuencia que aumente el número de veganos[9], lo cual se refleja en una mayor oferta de establecimientos y productos veganos, aunque todavía somos una minoría. Sin embargo, ya hemos pasado la línea de lo popular, contando cada vez con más apoyos de personalidades públicas. En el ámbito político, cada vez más partidos animalistas están obteniendo representación, a pesar de las enormes dificultades. En resumen, el veganismo es una idea que ha ido superando todos los grados de la ventana de Overton, pero con muy poca fuerza aún. Esto quiere decir que técnicamente el veganismo ha vencido, pero la realidad es que se enfrenta a un enemigo antropocéntrico que es enorme.
Aplicación de la teoría de Overton
La «teoría de Overton» tiene más posibilidades de poder ser aplicada en sociedades en las que existe una mayor «libertad de expresión» o tolerancia[10], que realmente es «una mayor libertad de expresión sin castigo»[2]. En toda sociedad ética debe prohibirse la expresión de ideas éticamente incorrectas, por ejemplo revistas en las que se promuevan la violación y otros maltratos, por eso es absurdo defender la «libre expresión», pues de lo que se debe defender es la «expresión ética».
A continuación adjunto un artículo titulado «¿Cómo legalizar cualquier fenómeno, desde la eutanasia hasta el canibalismo?» que explica cómo aplicar la teoría de la ventana de Overton para legalizar el canibalismo. Sin embargo, en otro artículo expliqué que comer carne es éticamente correcto, pues lo éticamente incorrecto es matar a quien quiere seguir viviendo, así como promover económicamente la matanza y otros maltratos. Sin embargo, estratégicamente es mejor mantener la necrofagia como un tabú, pues legalizada lanza un mensaje confuso sobre el respeto a los demás seres sintientes e incita al crimen. Asimismo, en otro artículo demostré que la eutanasia es éticamente correcta[4]. Y después de estas puntualizaciones, comparto el artículo:
Tras la muerte de Joseph Overton en un accidente de avión en 2003, aparecieron nuevas ideas respecto a la teoría de la ventana de Overton. Una de ellas es llamada «mover la ventana» y consiste en promover deliberadamente ideas más inaceptables que la idea que se quiere legalizar, con el objetivo de que ésta parezca más aceptable.
Es muy importante darse cuenta que la teoría de «la ventana de Overton» no es una «teoría maligna», como dicen algunos manipuladores, puesto que esta teoría puede utilizarse tanto para lograr políticamente objetivos éticamente correctos (veganismo, renta básica, eutanasia, homosexualidad, etc.), como para lograr políticamente objetivos éticamente incorrectos (pederastia, racismo, homofobia, etc.).[1] Joseph era consciente de esto, sin embargo, no usó los conceptos «éticamente correcto» y «éticamente incorrecto», sino la falacia de la libertad[2], pues era liberal.
Debido a que Joseph era liberal, describió gráficamente la ventana de de Overton como un espectro de «más libre» a «menos libre» con respecto a la intervención gubernamental, orientada verticalmente sobre un eje, para evitar la comparación con el espectro político izquierda-derecha. Como expliqué, la falacia de la libertad consiste en cambiar el significado de la palabra «libertad», el cual es «todo lo que alguien puede hacer», por «todo lo que alguien puede hacer, excepto violar mis normas»[2], por tanto la gráfica que Joseph creó para describir la venta de Overton es falaz.
Los grados de aceptación de una idea por parte de la opinión pública son más o menos los siguientes:
1º) Impensable: la idea es considerada absurda o tabú, propia de enfermos mentales. Ventana cerrada.
2º) Radical: la idea es «underground», es ridiculizada y tratada al margen del debate público.
3º) Aceptable: es una idea que puede ser parte de un debate público, pero es considerada errónea.
4º) Sensata: es una idea que puede ser parte de un debate público y que es considerada racional.
5º) Popular: es una idea que es apoyada por la mayoría de la sociedad y por famosos.
6º) Política: es una idea que ha entrado en el ámbito político con el objetivo de legalizar su práctica. Ventana abierta.
Los grados de aceptación pueden aplicarse tanto para una idea en positivo (la idea de que se legalice X) como para una idea en negativo (la idea de que se prohíba X).
La ventana de Overton y el veganismo
El deber a priori de respetar a los demás es la idea esencial de la Ética[3], y debe aplicarse sin discriminar a nadie. Todos los seres que tenemos una conciencia sentimos y tenemos intereses que deben ser considerados por igual, según indica el Principio de Igual Consideración de Intereses[4]. Por eso debemos rechazar discriminaciones arbitrarias como el especismo[5], el racismo, el sexismo, etc. El antropocentrismo (y su humanismo) es una idea absurda que afirma que «debemos respetar a los humanos porque son humanos»[6], lo cual tiene como consecuencia considerar que quien no es humano es una cosa sin derecho a la salud/vida. Por eso debemos defender el sensocentrismo[7], pues esta idea promueve respetar a los demás seres sintientes (nadie es discriminado arbitrariamente) y ponerla en práctica mediante el veganismo[8].
Hace mucho tiempo que la idea de respetar a los demás seres sintientes ha dejado de ser considerada socialmente como una idea impensable y radical (sólo se acusa de radicales a algunos veganos en concreto), por eso el veganismo cada vez está más presente en el debate público (prensa, radio, tv, Internet, etc.) y sus argumentos racionales cada vez son más son reconocidos por más personas sensatas. Esto está teniendo como consecuencia que aumente el número de veganos[9], lo cual se refleja en una mayor oferta de establecimientos y productos veganos, aunque todavía somos una minoría. Sin embargo, ya hemos pasado la línea de lo popular, contando cada vez con más apoyos de personalidades públicas. En el ámbito político, cada vez más partidos animalistas están obteniendo representación, a pesar de las enormes dificultades. En resumen, el veganismo es una idea que ha ido superando todos los grados de la ventana de Overton, pero con muy poca fuerza aún. Esto quiere decir que técnicamente el veganismo ha vencido, pero la realidad es que se enfrenta a un enemigo antropocéntrico que es enorme.
Aplicación de la teoría de Overton
La «teoría de Overton» tiene más posibilidades de poder ser aplicada en sociedades en las que existe una mayor «libertad de expresión» o tolerancia[10], que realmente es «una mayor libertad de expresión sin castigo»[2]. En toda sociedad ética debe prohibirse la expresión de ideas éticamente incorrectas, por ejemplo revistas en las que se promuevan la violación y otros maltratos, por eso es absurdo defender la «libre expresión», pues de lo que se debe defender es la «expresión ética».
A continuación adjunto un artículo titulado «¿Cómo legalizar cualquier fenómeno, desde la eutanasia hasta el canibalismo?» que explica cómo aplicar la teoría de la ventana de Overton para legalizar el canibalismo. Sin embargo, en otro artículo expliqué que comer carne es éticamente correcto, pues lo éticamente incorrecto es matar a quien quiere seguir viviendo, así como promover económicamente la matanza y otros maltratos. Sin embargo, estratégicamente es mejor mantener la necrofagia como un tabú, pues legalizada lanza un mensaje confuso sobre el respeto a los demás seres sintientes e incita al crimen. Asimismo, en otro artículo demostré que la eutanasia es éticamente correcta[4]. Y después de estas puntualizaciones, comparto el artículo:
Tras la muerte de Joseph Overton en un accidente de avión en 2003, aparecieron nuevas ideas respecto a la teoría de la ventana de Overton. Una de ellas es llamada «mover la ventana» y consiste en promover deliberadamente ideas más inaceptables que la idea que se quiere legalizar, con el objetivo de que ésta parezca más aceptable.