PROLEGÓMENO: En esta entrada partimos aceptando que el argumento de los casos marginales o argumento de la superposición de especies rebate la idea de que existe algún criterio no definicional y de cumplimiento empíricamente comprobable que sea satisfecho por todos los seres humanos y solo por ellos[1].
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Algunas personas responden al argumento de los casos marginales (the argument from marginal cases) con el argumento de la normalidad de especies (the argument from species normality), argumento propuesto por Tibor R. Machan y acuñado por David Graham.
El argumento de la normalidad de especies reconoce que es cierto que existen humanos que no satisfacen la capacidad P exigida para el respeto moral (humanos marginales), pero responde que como dichos humanos pertenecen a la categoría "humano" y como lo normal para los humanos es tener derechos jurídicos entonces los humanos marginales también deben tenerlos.
Para defender el argumento de la normalidad de especies, Machan usa la analogía de una silla rota. Igual que una silla rota pertenece a la categoría "silla", un ser humano marginal pertenece a la categoría "humano", por ello la silla rota debe ser tratada como una silla y el humano marginal como un humano[2]:
David Graham interpreta que esto significa que si la mayoría de los miembros de una especie son agentes morales, entonces cualquier miembro de dicha especie tiene los mismos derechos y protecciones. En resumen, el estado moral de un individuo depende de lo que es normal para las especies de ese individuo.
Formulamos de forma más clara el argumento que utilizan dichas personas. Éste iría como sigue:
(A1) Está justificado privar de consideración moral a quienes no poseen cierta capacidad P.
(A2) Ni los animales no humanos ni una serie de humanos poseen cierta capacidad P.
(A3) Los humanos que no poseen cierta capacidad P (humanos marginales) pertenecen a la especie humana.
(A4) Debemos considerar moralmente a los humanos marginales porque es lo normal dentro de la especie humana.
(A5) No está justificado privar de consideración moral a los humanos, pero sí a los animales no humanos.
RESPUESTA VEGANA:
Este argumento puede rebatirse de las siguientes maneras:
(i) Debemos tratar moralmente a cada individuo según sus capacidades, no según las capacidades "normales" de su especie. El presente argumento no trata a los individuos por sus características sino por lo que es normal en su especie. James Rachels (1941 - 2003), en su ensayo Darwin, Species, and Morality (Darwin, las especies y la moralidad) responde al argumento del siguiente modo[3]:
Otra forma de darse cuenta de lo erróneo de este "trato grupal" hacia los individuos de una especie es pensar que si lo normal en la especie humana es que los humanos sean agentes morales entonces deberíamos tratar a los humanos marginales (bebés, niños, discapacitados psíquicos profundos, seniles, etc.) como si también lo fueran, exigiéndoles responsabilidades. O, por ejemplo, si lo normal en la especie humana es que los individuos que la componen no sean discapacitados entonces las instalaciones para discaoacitados deben eliminarse, pues lo normal en la especie humana es que no se usen. Se podrían añadir miles de ejemplos.
No debemos considerar moralmente y respetar a los humanos marginales porque sea lo normal en la especie humana sino porque son individuos con capacidad para sentir y, por lo tanto, tienen intereses fundamentales y no quieren que sean frustrados.
El argumento de la normalidad de especies reconoce que es cierto que existen humanos que no satisfacen la capacidad P exigida para el respeto moral (humanos marginales), pero responde que como dichos humanos pertenecen a la categoría "humano" y como lo normal para los humanos es tener derechos jurídicos entonces los humanos marginales también deben tenerlos.
Para defender el argumento de la normalidad de especies, Machan usa la analogía de una silla rota. Igual que una silla rota pertenece a la categoría "silla", un ser humano marginal pertenece a la categoría "humano", por ello la silla rota debe ser tratada como una silla y el humano marginal como un humano[2]:
"... las clasificaciones y las atribuciones de la capacidad confian en el buen sentido de hacer algunas generalizaciones. Una manera de mostrar esto es recordar que las sillas rotas, si bien no son nada bueno para sentarse, son sillas todavía, no son monos o árboles de palma. Las clasificaciones no son algo rígido, sino algo razonable. Si bien hay algunas personas que, o bien por un tiempo o más -por ejemplo cuando se está dormido o en estado de coma- están faltas de agencia moral, en general, las personas poseen la capacidad, mientras que los no-la gente no. Por lo tanto, tiene sentido entender que tienen derechos por lo que su capacidad es respetado y pueden ser protegidos. Esto simplemente no funciona para otros animales". Tibor R. Machan
David Graham interpreta que esto significa que si la mayoría de los miembros de una especie son agentes morales, entonces cualquier miembro de dicha especie tiene los mismos derechos y protecciones. En resumen, el estado moral de un individuo depende de lo que es normal para las especies de ese individuo.
Formulamos de forma más clara el argumento que utilizan dichas personas. Éste iría como sigue:
(A1) Está justificado privar de consideración moral a quienes no poseen cierta capacidad P.
(A2) Ni los animales no humanos ni una serie de humanos poseen cierta capacidad P.
(A3) Los humanos que no poseen cierta capacidad P (humanos marginales) pertenecen a la especie humana.
(A4) Debemos considerar moralmente a los humanos marginales porque es lo normal dentro de la especie humana.
(A5) No está justificado privar de consideración moral a los humanos, pero sí a los animales no humanos.
RESPUESTA VEGANA:
Este argumento puede rebatirse de las siguientes maneras:
(i) Debemos tratar moralmente a cada individuo según sus capacidades, no según las capacidades "normales" de su especie. El presente argumento no trata a los individuos por sus características sino por lo que es normal en su especie. James Rachels (1941 - 2003), en su ensayo Darwin, Species, and Morality (Darwin, las especies y la moralidad) responde al argumento del siguiente modo[3]:
"Esta idea de que cómo los individuos deben ser tratados viene determinado por lo que es normal para su especie tiene un cierto atractivo, ya que parece expresar nuestra intuición moral hacia los seres humanos defectuosos. "No debemos tratar a una persona peor sólo porque ha sido desafortunada", podríamos decir acerca de alguien que ha sufrido daño cerebral. Pero la idea no se hace cargo de una inspección cercana. Supongamos que (lo que probablemente es imposible) un chimpancé aprendió a leer y hablar inglés. Y supongo que con el tiempo fue capaz de conversar sobre la ciencia, la literatura y la moral. Finalmente, desea asistir a clases en la universidad. Ahora puede haber varios argumentos sobre si se debe permitir esto, pero supongamos que alguien argumenta de la siguiente manera: sólo se debe permitir que los seres humanos asistan a estas clases. Los seres humanos pueden leer, hablar y entender la ciencia. Los chimpancés no pueden. "Sin embargo, este chimpancé puede hacer esas cosas. -Sí, pero los chimpancés normales no pueden, y eso es lo que importa."¿Es este un buen argumento? Independientemente de lo que otros argumentos podrían ser convincentes, éste es débil. Supone que debemos determinar cómo un individuo debe ser tratado, no sobre la base de sus cualidades, sino sobre la base de las cualidades de otras personas. A este chimpancé no se le permite hacer algo que requiere la lectura, a pesar de que se puede leer, porque los chimpancés no pueden. Parece no sólo injusto, sino irracional". James Rachels
Otra forma de darse cuenta de lo erróneo de este "trato grupal" hacia los individuos de una especie es pensar que si lo normal en la especie humana es que los humanos sean agentes morales entonces deberíamos tratar a los humanos marginales (bebés, niños, discapacitados psíquicos profundos, seniles, etc.) como si también lo fueran, exigiéndoles responsabilidades. O, por ejemplo, si lo normal en la especie humana es que los individuos que la componen no sean discapacitados entonces las instalaciones para discaoacitados deben eliminarse, pues lo normal en la especie humana es que no se usen. Se podrían añadir miles de ejemplos.
No debemos considerar moralmente y respetar a los humanos marginales porque sea lo normal en la especie humana sino porque son individuos con capacidad para sentir y, por lo tanto, tienen intereses fundamentales y no quieren que sean frustrados.
NOTAS Y REFERENCIAS
[1] Argumento: "Es éticamente correcto esclavizar y asesinar a los animales porque son diferentes a los humanos"[2] Machan, Tibor. Putting Humans First: Why We Are Nature's Favorite. Rowman & Littlefield Publishers (March 1, 2004).
[3] Rachels, James. Animal Rights and Human Obligations (Derechos de los Animales y Deberes Humanos), Tom Regan y Peter Singer, eds. pag.100.
MÁS INFORMACIÓN
- strike-the-root.com - A Libertarian Replies to Tibor Machan's "Why Animal Rights Don't Exist"