ARGUMENTO: "Practicar el primitivismo mata menos animales que practicar el veganismo"
RESUMEN: ¿Qué es el primitivismo? ¿quien vive de manera primitiva mata menos animales que quien vive en una ciudad? ¿podemos ser primitivistas y veganos? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí vamos a responder.
El primitivismo es la idea que consiste en rechazar la ciencia y el progreso tecnológico que ésta genera. Debido a ello, el primitivismo dice que los humanos deben vivir de manera salvaje o de manera «más natural», es decir, como viven los animales de especies no humanas o tribus de ideas conservadoras. El anarcoprimitivismo tiene un origen pseudoreligioso, pues convierte a «dios» en la «naturaleza» (la cual es todo lo existente: el Universo) y usando esa falacia usa el argumento de apelación a la naturaleza, según el cual «lo natural» es bueno y éticamente correcto, y lo «no natural» es malo y éticamente incorrecto, que también es una falacia. No sólo debemos pedir que se libere a los animales, sino que además debemos exigir una ley de Derechos Animales que proteja la salud y la vida de los animales como seres sintientes que son. Un vegano que vive en una ciudad mata a menos animales que quien no es vegano y vive en una ciudad. Si alguien rechaza la vida en ciudad porque mata animales entonces siempre tiene la opción de crear una aldea vegana: se puede practicar el primitivismo y el veganismo al mismo tiempo. Un vegano primitivista mata a menos animales que los que mata un primitivista que no es vegano.
1. Algunas personas no saben qué es el primitivismo.El primitivismo es la idea que consiste en rechazar la ciencia y el progreso tecnológico que ésta genera. Debido a ello, el primitivismo dice que los humanos deben vivir de manera salvaje o de manera «más natural», es decir, como viven los animales de especies no humanas o tribus de ideas conservadoras. El primitivismo parece tener su origen en la escuela cínica, fundada por Antístenes (444 a.C - 365 a.C), y representada por Diógenes de Sinope (412 a.C - 323 a.C.), la cual reinterpretó la doctrina socrática considerando que la civilización y su forma de vida era un mal y que la felicidad venía dada siguiendo una vida simple y acorde con la «naturaleza». También el poeta satírico Juvenal (60 d.C. - 128 d.C) es conocido por 16 sátiras en las que condena a la sociedad de Roma porque considera que «no es natural» y defiende una vida rural a la que considera «natural»; éste decía: «Jamás dice la naturaleza una cosa y otra la sabiduría». En las primeras décadas de la Revolución Industrial, entre los años 1811 y 1816, apareció un movimiento llamado «ludismo» encabezado por artesanos ingleses de Leicestershire que protestaron contra la aparición de máquinas de tejer que amenazaban con reemplazarles por trabajadores menos cualificados y que cobraran salarios más bajos. En 1854, el trascendentalista y anarquista individualistaHenry David Thoreau (1817-1862) publicó su libro «Walden», en el cual aboga por una vida simple y autosuficiente alejada de la civilización industrial. Thoreau es uno de los precursores del ecologismo antropocentrista[1] y del ecocentrismo[2], así como del anarcoprimitivismo representado en la actualidad por John Zerzan, Derrick Jensen, John Moore, Fredy Perlman y otros. A todos ellos me voy a referir como «primitivistas».
2. Algunos primitivistas han realizado y realizan actos terroristas. Quizás el primer primitivista en realizar acciones terroristas fue Theodore Kaczynski, autor del documento «Industrial Society and Its Future» («La sociedad industrial y su futuro»), más conocido como el «Manifiesto de Unabomber». Desde el 25 de mayo de 1978 a 1995, Kaczynski envió 16 cartas bomba a objetivos incluyendo
universidades y aerolíneas, acabando con la vida de 3 humanos e
hiriendo a otros 23. En dicho manifiesto encontramos ideas derechistas de tipo individualista:
183 (...) El ideal positivo que proponemos es la Naturaleza. Esto es, naturaleza SALVAJE: aquellos aspectos del funcionamiento de la Tierra y sus cosas vivientes que son independientes de la administración humana y libres de su interferencia y control. Y con la naturaleza salvaje incluimos la naturaleza humana, con lo que queremos decir aquellos aspectos del funcionamiento de la persona que no están sujetos a regulaciones por la organización social sino que son productos del azar, o del libre albedrío, o dios (dependiendo de tus opiniones religiosas o filosóficas).
214 (...) un movimiento que exalta la naturaleza y que se opone a la tecnología, debe tomar un acuerdo contra los izquierdistas y debe evitar la colaboración con estos. El izquierdismo está al fin y al cabo en contradicción con la naturaleza salvaje, con la libertad humana y con la eliminación de la tecnología moderna. El izquierdismo es colectivista; está buscando vincular el mundo entero (ambos, la naturaleza y la raza humana) en un todo unificado. Pero esto implica el manejo de la naturaleza y de la vida humana por una sociedad organizada, y requiere tecnología avanzada. No puedes tener el mundo unido sin medios de transporte rápidos y sin comunicaciones, no puedes hacer que todo el mundo se quiera sin técnicas psicológicas sofisticadas, no puedes tener una «sociedad diseñada» sin la base tecnológica necesaria.
3. Algunas personas dicen que «debemos rechazar la tecnología de las sociedades modernas y vivir de manera primitiva». Esta idea es una corriente dentro del anarquismo conocida como anarcoprimitivismo. El anarcoprimitivismo tiene un origen pseudoreligioso, pues convierte a «dios» en la «naturaleza» (la cual es todo lo existente: el Universo)[1] y usando esa falacia usa el argumento de apelación a la naturaleza, según el cual «lo natural» es bueno y éticamente correcto, y lo «no natural» es malo y éticamente incorrecto, que también es una falacia.[2] Dichas ideas religiosas están relacionadas con una supuesta «naturaleza humana» o «esencia», según la cual todos los humanos nacen con la supuesta «finalidad» biológica de hacer el bien a los demás y por eso dicen que «los humanos deben ser buenos». Según los anarcoprimitivistas, la civilización es la culpable de corromper a los humanos, de destruir la «naturaleza» y de llevarles al «infierno». En cambio, ven en los animales salvajes y en las culturas humanas salvajes un modelo ético-político a seguir (mito del buen salvaje[3] y mito del «Paraíso»), de ahí que desde dicha ideología se simpatice con las viejas tradiciones (conservadurismo político)[4] o con la «vida fuera de la sociedad». Por eso rechazan el progreso tecnológico y abogan por volver a la caza-recolección y al sistema económico del Paleolítico y Mesolítico, practicado aún por algunos pueblos en el Amazonas y otras regiones. Los anarcoprimitivistas suelen rechazar el veganismo, al considerarlo imposible en un mundo primitivista. Por ejemplo, en 2011 se publicó un artículo de Peter Gelderloos titulado «Veganism: Why not» en el que defiende una «Liberación animal sin veganismo» desde el anarcoprimitivismo; el autor expone en el artículo numerosas ideas irracionales de la ideología anarcoprimitivista (algunas de ellas también suelen estar presentes en el anarquismo) y que vamos a enumerar a continuación.
- Habla de «seres vivos», no de «seres vivos sintientes», es decir, tiende al biocentrismo.
- Defensa de la «liberación animal» en lugar de los Derechos Animales.
- Rechazo al Principio de Igual Consideración de Intereses.
- Rechazo a que los hechos y la racionalidad estén por encima de la voluntad, lo cual lleva al rechazo de la Realidad (verdades absolutas) y por lo tanto a rechazar que la Ética Basada en la Realidad señale el camino ético. Sin embargo los anarcoprimitivistas no dudan en apelar a la ciencia cuando les interesa.
- Defensa del argumento de la imitación, lo cual choca con la errónea idea de la «naturaleza humana».
- Considera que matar a los demás puede ser respetuoso o éticamente correcto. Para que encaje en el anarquismo dice que matar a los demás no es autoritario, lo cual choca con el anarquismo vegano.
- Defensa de la solidaridad (ayuda no obligada, como ocurre con la caridad) en lugar de defender el derecho de auxilio (obligación de ayudar, en el mismo nivel de obligación en el que se impone el no matar a los demás).
4. La idea de «Liberación Animal» solo se refiere a liberar a los animales (humanos incluidos), no a proteger su derecho a la salud y a la vida. Además de ser el titulo de un libro muy conocido, la idea de «Liberación Animal» es promovida generalmente desde el anarquismo. La idea de la liberación animal sólo rechaza la violencia producto de la autoridad, la dominación, la opresión, la domesticación o la esclavitud que los humanos efectúan hacia los demás, pero no rechaza la violencia «natural» (depredación, etc.), la cual no consideran autoritaria o consideran que es la única autoridad aceptable (en analogía a un «dios»). Esto muestra que dichas personas no se centran éticamente en los intereses, sino en la relaciones de poder que no les gustan y que consideran «no natural». Sin embargo, ya demostré que toda la violencia es natural.[1] Y tras esto, los anarcoprimitivistas usan la falacia de la apelación a la naturaleza[2] cuando dicen que «cazar y pescar es natural, por lo tanto no es autoritario, es bueno y éticamente correcto», y en este punto chocan con los anarquistas veganos. Desde el anarquismo en general se rechaza que se creen leyes sociales que protejan la salud y la vida de nosotros los seres sintientes, pues eso implica la existencia de una autoridad que nos defienda y que castigue a quienes nos intenten agredir o nos agredan, a la cual absurdamente se oponen.[5] Por lo tanto, no sólo debemos pedir que se libere a los animales, sino que además debemos exigir una ley de Derechos Animales que proteja la salud y la vida de los animales como seres sintientes que son.
5. Los anarcoprimitivistas tienen una visión idílica de la caza y la pesca. Estas personas consideran que matar a los demás puede ser respetuoso o éticamente correcto (ver extracto de «Liberación animal sin veganismo» en imagen adjunta). Por ejemplo, John Zerzan es un autor anarquista que promueve el primitivismo y que en su libro «Futuro Primitivo» (1994) dice lo siguiente: «Es característico, los recolectores cazadores consideran a los animales que cazan como iguales, y este tipo de relación fundamentalmente igualitaria ha durado hasta la llegada de la domesticación». La realidad es que cazar y pescar, se haga o no se haga por supervivencia, son actos brutales que suponen violar el derecho a la salud y a la vida de los demás, es decir, violar la ética más elemental. La caza y la pesca son actividades violentas, y por lo tanto autoritarias, que contradicen el principio básico del anarquismo que dicen defender los anarcoprimitivistas. Y no sólo es que contradigan su propia ideología, es que es éticamente incorrecto matar a quien quiere seguir viviendo, independientemente de qué o quién cause dicha muerte.
Tribu africana cazando animales con lanzas y piedras (Link)
6. Algunos anarcoprimitivistas dicen que «practicar el primitivismo mata a menos animales que no practicarlo». Sin embargo, la finalidad del primitivismo no es matar al menor número de animales, sino poner fin al modo de vida civilizado, pero algunas personas que viven en sociedades industrializadas hacen un cálculo y afirman que una persona que vive de manera primitiva -cazando, pescando, etc.- mata a menos animales que un vegano viviendo en una ciudad o en un pueblo. Suponemos que estas personas son veganas, pues el número de animales que mueren con la práctica del veganismo es mucho menor que el número de animales que mueren directa e indirectamente debido a un modo de vida no vegano[6]. Si no fuera así entonces esta persona no vegana estaría intentando atacar el veganismo, para justificar el consumo de productos de origen animal en las ciudades. Si alguien rechaza la vida en ciudad porque ésta mata animales entonces siempre tiene la opción de crear una ecoaldea vegana: puede practicar el primitivismo y el veganismo al mismo tiempo. Un vegano primitivista mata a menos animales que quien no es vegano y es primitivista. Existen ecoaldeas veganas que pueden ser tan primitivistas como alguien quiera hacerlas.
7. La tecnología es necesaria para llegar a un mundo que defienda y practique la Ética. Se debe tener en cuenta que el uso de tecnología ayuda a reducir el número de seres sintientes que se matan, pues permite que existan medios de comunicación e Internet y por lo tanto que se difunda la Ética, gracias a lo cual muchos humanos comienzan a practicarla. También gracias a la tecnología podemos ayudar a que muchos animales salven sus vidas y ayudar a controlar poblaciones de la manera más ética posible.
No se trata elegir entre primitivismo o civilización. La solución pasa por el decrecimiento, tanto del nivel de consumo como a nivel demográfico. Un tipo de modelo de convivencia diferente que ni renuncie por principio a ciertos tipos de tecnología ni se base en un modelo consumista y reproductivo de crecimiento suicida.
Algunas iniciativas son:
- Transition Towns: Las Comunidades en Transición (Transition Towns) son ciudades que van adaptándose a un mundo no dependiente de los combustibles fósiles, que apuntan a una nueva forma de entender la vida, apostando por la soberanía alimentaria, por la verdadera sostenibilidad, por el localismo, en definitiva, por un modelo de vida no dependiente de la enloquecedora rueda del crecimiento perpétuo que caracteriza a la civilización actual.
- Movimiento Slow: El movimiento Slow es una corriente cultural que promueve calmar las actividades humanas. El movimiento Slow propone tomar el control del tiempo, más que someterse a su tiranía, esto se consigue dando prioridad a las actividades que redundan en el desarrollo de las personas, encontrando un equilibrio entre la utilización de la tecnología orientada al ahorro del tiempo y tomándose el tiempo necesario para disfrutar de actividades como dar un paseo o compartir una comida con otras personas. Los ponentes de este movimiento creen que, aunque la tecnología puede acelerar el trabajo, así como la producción y distribución de comida y otras actividades humanas, las cosas más importantes de la vida no deberían acelerarse.
- Economía del estado estacionario: La segunda pata del trípode en que se ha basado la Modernidad, y por extensión el Urbanismo moderno, era, y es, la del productivismo o desarrollismo. La Modernidad, la sociedad industrial, partía de la absurda creencia, sin base lógica, ni científica, de la infinitud de los recursos, de la ilimitada capacidad del planeta para absorber todos los residuos, para atender todas nuestras demandas, los consumos ilimitados, para poder dar satisfacción a todos nuestros deseos y caprichos. Un valor que es la transposición laica del mandato bíblico del "creced y multiplicaos", devenido finalmente pesadilla. (...) En la esfera de la economía esta idea significa que el aumento permanente de la producción, el crecimiento constante del PIB o la acumulación sin tregua de capital, son los objetivos (y el motor) del modelo (de hecho el término crisis económica se asocia unilateralmente con reducción de la producción). Todo lo que no sea "desarrollo", entendido como crecimiento cuantitativo (...), no interesa. (...) Pero este productivismo agoniza. (...) Hora es, pues, de construir un Urbanismo alternativo al "exquisito cadáver" que es el actual. Un Urbanismo no basado en el crecimiento: el del siglo XXI, que será el de la transformación, a diferencia del pasado, que ha sido el de la expansión. De forma paralela a la actual construcción de una Economía alternativa a la expansiva denominada de "estado estacionario", deberíamos hablar ya de un "Urbanismo del estado estacionario". [1]
Manifiesto de Unabomber
Los Amish
Algunas culturas como la Amish han "renegado de la tecnología" porque creen que ésta pone en peligro su forma de vida tradicional, pero no reniegan de hacer uso de hospitales (ver película El Bosque (The Village)) o de hacer uso de electricidad hasta 12 voltios, por poner dos ejemplos.
FALSO PRIMITIVISMO[2]
- [el primitivismo moderno] se trata de una mentalidad dramática, cuando no trágica, en la que se expresa el dolor por la pérdida de lo esencial junto a cierta voluntad -nostálgica, meditativa o desgarrada – de recuperarlo. - Autenticidad falaz: se trata de un modo particular de autenticidad no del todo engañosa, que deja abierta, incluso para el más desprevenido de los clientes, la posibilidad del descubrimiento.
Juan Felipe Carrasco, es responsable de la campaña de cultivos transgénicos de Greenpeace, posa para la cámara de Oscar Carriqui, de El País.
¿Cómo se reformula esa búsqueda de lo esencial en la era Afterpop? ¿En qué se diferencia el primitivismo de principios de milenio del primitivismo moderno que recorrió el siglo pasado?
El veganismo y demás procedimientos ecologistas no tienen nada de primitivistas. Los activistas, lejos de ampararse en el retorno a un hipotético pasado donde la vida del hombre transcurría en armonía y equilibrio con la naturaleza, se valen de todo el potencial científico y racional para hacer evolucionar la sociedad hipertecnificada hacia su siguiente etapa, aquella en la que, lejos de devolvernos a una bucólica arcadia, afrontamos los enormes problemas que amenazan la continuidad de la vida en la Tierra. No se pretende revertir la industrialización, sino antes, lanzarnos a una nueva revolución industrial, la revolución limpia, cuyos conocidos objetivos se pueden resumir en la palabra sostenibilidad. La revolución sostenible requiere de la sofisticación de nuestros hábitos más básicos, de la transformación estructural de una industrialización irracional a un modelo aún más racional, fruto de un mayor conocimiento científico de nuestro entorno y de una ingeniería evolucionada no hacia la máxima rentabilidad, sino hacia la funcionalidad, la productividad y el bien presente y futuro del planeta.
En torno a los procedimientos ecologistas pragmáticos han proliferado una serie de filosofías y metafísicas que, lejos de reflejar la hipersofisticación general del movimiento, se postulan desde posiciones primitivistas, de retorno a un pasado intocado, o esencial, donde el hombre y la naturaleza formaban un todo armonioso, en definitiva, una Arcadia o Paraíso Perdido. Se reciclan así trozos escogidos de religiones ancestrales como el budismo o el brahamismo, se mezclan con prácticas New Age al estilo californiano, se recuperan misticismos de las civilizaciones cuyos metarrelatos se basan en una fuerte conexión entre el hombre y la naturaleza (p.ej. indios norteamericanos), se da crédito a prácticas esotéricas, y se generaliza un rechazo generalizado hacia el positivismo científico y la forma en que este ha moldeado nuestro mundo. La ciencia y sus resultados industriales serían los culpables de haber apartado al hombre de sus esencias y del buen vivir. La desconfianza hacia el progreso propugnada por el pensamiento general ecologista ha generado tendencias antagónicas que con frecuencia tienden a confundirse. Por un lado, el ecologismo lucha contra el progreso actual alentando a un nuevo progreso. Por el otro, aparecen nuevos místicos cuyo Dios ya no es otro sino su propio cuerpo, continente de toda la sabiduría natural, al que hay que escuchar y venerar, preservar y purificar, negándose a lo impuro (lo industrial) con el mismo rigor ortodoxo con que se negaba la entrada al templo a los infieles. Con todo, casi siempre esta mística se lleva a cabo desde una despreocupación pop, sin graves discernimientos sobre la contradicciones flagrantes entre las cosmovisiones y creencias adoptadas. Con el mismo desenfado, un día nos vamos a una casa rural a enterrarnos en maíz con nuestro profesor de yoga, y la noche siguiente nos la pasamos buscando en Internet un billete low cost para comprar un i-Phone en Nueva York.
- transitionnetwork.org -> Sobre Transition Network. Transition Towns (en inglés)
- transitionnetwork.org/initiatives/map -> Transition Initiatives Map. En este mapa se puede comprobar que ya hay más de 100 iniciativas Transition Towns.
BIBLIOGRAFÍA
- Andrade, Gabriel. «La tecnofobia: de los luditas a los primitivistas». Hélice: Revista Venezolana de Ciencias de la Información.
- Zerzan, John. «El Crepúsculo de las Máquinas», 2008.
- Zerzan, John. «Corriendo en el Vacío», 2002.
- Zerzan, John. «Contra la Civilización: Un Lector», 1998.
- Zerzan, John. «Futuro primitivo», 1994.
- Zerzan, John. «Elementos del Rechazo», 1988.