Entrevista realizada por Bite Back Magazine nº10 al veterano activista austriaco Martin Balluch. Martin Balluch es un veterano activista de origen austriaco que lo ha dado todo por los animales. En una entrevista que le hizo la revista americana Bite Back cuenta su experiencia y su manera de ver el movimiento.
Bite Back: Generalmente los activistas que hacen uso de la acción directa ven los procesos políticos con desconfianza y como algo diferente e independiente de las campañas radicales que llevan a cabo y, por su parte, aquellos que se centran en las reformas legislativas en beneficio de la protección de los animales también miran con malos ojos a las campañas polémicas y controvertidas.
El movimiento por los derechos de los animales austriaco ha demostrado que no necesariamente la acción directa y la lucha por la creación de nuevas leyes tienen que ir separadas, y que, pueden de hecho cumplimentarse unos métodos con los otros. La asociación austriaca a la que perteneces, la Asociación Contra las Granjas de Animales, mostró la unión entre estas dos facciones y a logrado importantes objetivos como consecuencia. ¿Qué hizo que la organización se inmiscuyese en la escena política? ¿qué os animó a compaginar las dos técnicas enfrentadas de la acción directa y la política?
Martin Balluch: Con respecto a mi propio activismo, he participado en el movimiento durante bastante más de una década sin relacionarme en absoluto con los políticos ni con la legislación. Mi primera experiencia con la política fue con la prohibición de las granjas peleteras en Austria, que logramos en 1998. Cuando todas las granjas menos una habían desaparecido debido a una u otra forma de activismo nos resultó tremendamente fácil conseguir prohibirlas. Me di cuenta de que a los políticos les gusta prohibir el abuso hacia los animales, siempre que no haya mucha presión económica por mantenerlo. Pero esa experiencia no es nada nueva: es la industria de explotación animal y su poderío económico e influencia antidemocrática el mayor obstáculo para lograr la liberación animal.
Así que, sugiero un nuevo enfoque. Veamos las leyes no como peldaños para lograr el bienestar animal y reducir el sufrimiento, sino que las debemos ver como ataques a la industria de explotación animal. Una nueva ley relacionada con los animales, aunque sea propuesta por bienestaristas o gente de derechas, es algo positivo siempre que suponga costes para la industria, y será algo negativo si la beneficia. Cualquier ley que implique gastos y problemas a la industria ganadera, la industria de la vivisección, la industria de la caza, la industria o la industria que emplea a los animales como entretenimiento, etc, es algo bueno, muy similar al sabotaje económico. De hecho, en esencia es sabotaje económico. Si una compañía capitalista hace las cuentas y descubre que no explotar animales supone mayores beneficios dejaran de explotar animales.
Y, segundo, descubrimos que las clásicas campañas radicales contra las industrias de explotación animal pueden ser aplicadas para presionar tanto al gobierno regional como nacional para crear nuevas leyes. Solo hay un ingrediente esencial: debes mostrar tu campaña al público de modo que la comprendan y que vean que persigue una causa justa. La presión que funciona para con los políticos es la presión del público y no tanto la psicológica. En el momento en que los políticos puedan calificarte como terrorista y ser creídos por el público han ganado la batalla con total seguridad. Pero ese, también es un importante ingrediente para las campañas, aunque en menor grado. Cuanto más seas visto como una amenaza terrorista por el público más fácil les resultará deshacerse de ti metiéndote en la cárcel, con o sin la ley en la mano.
¿Crees que se puede lograr un cambio social sin emplear acciones radicales y haciendo uso en exclusiva de estrategias políticas? ¿Crees que las campañas radicales/por la liberación animal pueden provocar cambios continuos en la sociedad sin necesidad de presionar a los políticos para que hagan nuevas leyes?
No creo que la gente sea intrínsecamente mala por lo que sus comportamientos deban estar dirigidos por las leyes, y tampoco buenas, que se guíen por principios morales a pesar de que les perjudiquen. Creo que la gente se adapta a su entorno y se deja llevar por la corriente, eligen llevar la forma de vida que les resulte más fácil y cómoda. Por consiguiente, el sistema social, el apoyo gubernamental, la sanidad, pero también la accesibilidad de los productos, condiciona cómo se comporta la gente. Conseguir un cambio social implica cambiar el sistema que organiza la sociedad.
Algunas personas piensan que ese cambio podría producirse haciendo que poco a poco cada vez haya más gente vegana, hasta que llegue un momento en el que todos fuesen vegaos, o hasta que la industria de explotación animal perciba la situación como amenazante y decida cambiar. La historia en mi opinión demuestra que esto jamás funcionará. No porque las personas sean intrínsecamente malas, sino porque la mayoría de la gente no tiene ni el tiempo ni la energía suficiente para nadar contracorriente, para estar contra el sistema social hasta lograr cambiarlo.
Por consiguiente mi propuesta es esta. Necesitamos cambiar la industria para que el público tenga a su disposición una gran variedad de productos veganos y a buen precio y al mismo tiempo hacer lo posible porque la industria de explotación animal tenga que subir los precios de sus productos. Hasta que finalmente esta industria caiga por el precipicio. Para lograrlo necesitamos golpear esas industrias y hacer que sus bolsillos se resientan sirviéndonos de cualquier medio a nuestro alcance. Estos medios pueden ser tanto sabotaje económico tanto como campañas de presión directa o creando leyes de protección animal. El último método es muy efectivo porque afecta a la industria al completo de forma muy significativa. El sabotaje económico por su parte jamás podrá ocurrir a gran escala, además la policía estatal seguiría aumentando su escala represiva. Por lo tanto el sabotaje económico solo puede llegar a ser un aguijón, aunque aplicado inteligentemente en el lugar oportuno y en el momento adecuado puede llegar a ser altamente efectivo.
Considero que las acciones radicales en la frontera de la legalidad y más allá son herramientas muy importantes para cualquier campaña, tanto para los cambios legales como para impactar sobre la industria. Son vitales para que tu oponente sepa que te tomas tu trabajo en serio. Encontrarse y charlar con los políticos o representantes de la industria de explotación animal, en mi experiencia nunca puede ser suficiente. Segundo, no puedo creer que vaya a ser posible empujar a la industria de explotación animal hasta su desaparición sin usar las leyes de protección animal.
-Uno de los más destacados logros del movimiento por los derechos de los animales en este nuevo milenio ha sido que, uno de los países occidentales, Austria, ha incluido la protección de los animales en su constitución. En el 2004, junto con temas relativos a los derechos humanos, la nueva constitución de tu país dice, “el estado se hace responsable de proteger la vida y el bienestar de los animales como compañeros de los seres humanos”. ¿Puedes explicar con mayor detenimiento que implica esto para el movimiento por los derechos de los animales en austria?
Es cierto que el 27 de Mayo del 2004 el Parlamento Austriaco al completo y unánimemente votó por un cambio en la constitución que acabas de mencionar. Considere cambiar la constitución como algo muy importante, porque la constitución, al fin y al cabo, es la base de la sociedad, el consenso más mínimo que todo el mundo comparte. Todo político, toda ley y todo acto legal debe cumplir la constitución.
De todos modos, hablando sobre la práctica, hubo algo más efectivo en la práctica que se estableció como consecuencia de esa misma votación del 27 de Mayo del 2004: el inspector de la situación de los animales.
Toda provincia en Austria tiene designado un inspector del bienestar de los animales, financiado por el gobierno, quien puede intervenir en beneficio de los animales en todos los casos que traten las leyes de protección animal. Los inspectores, que han estado activos desde el uno de Enero del 2005, pueden intervenir, llevar a los explotadores de animales a juicio y apelar las sentencias en caso de que no les satisfagan y asegurarse de que los explotadores cumplan con la sentencia. Los inspectores incluso han hecho comunicados de prensa y conferencias contra el abuso hacia los animales y hasta el momento nuestra relación con ellos es positiva. Si alguien decide colarse en una granja de factoría y graba las condiciones ilegales en que se encuentran los animales, nosotros les entregamos las pruebas a los inspectores ¡y ellos los llevan a juicio! Los inspectores son un gran avance hacia los derechos de los animales, debido a que su aparición significa que por primera vez los intereses de todos los animales (ya sean los grandes simios o los cangrejos de mar) están siendo oficialmente reconocidos y representados ante el poder político y judicial.
Costó ocho años de campaña política y activismo alternativo lograr este impresionante precedente. ¿Puedes describir qué ocurrió en la campaña tanto a nivel público como clandestino?
Sí, fue una campaña con un impresionante éxito ya que, al principio, ninguno de los cuatro partidos en el parlamento, incluidos Los Verdes, apoyaban la nueva propuesta de ley y la reforma constitucional. Al principio ninguno de los partidos tenía un portavoz sobre temas relacionados con los animales y las demandas de derechos para los animales generalmente eran ignoradas.
Comenzamos la campaña en 1996 con la llamada iniciativa popular; en Austria si se recogen suficientes firmas sobre una demanda esta puede ser mostrada al público en general, quien dispone de una semana para contactar con su magistrado correspondiente para firmar la petición de forma oficial. El 11% de la población firmó, así como el 6% de los MPs. En las elecciones generales del 2002, intensificamos la campaña ocupando las oficinas centrales del Partido Conservador ¡durante trece horas! Como resultado, los conservadores que estaban gobernaban aceptaron discutir la propuesta de ley, sin aceptar ninguna demanda por adelantado. Pensaron que podían distanciarse del tema de este modo, sin parecer responsables si no avanzaba.
En ese momento empezamos una campaña más intensa y con métodos más controvertidos, del tipo de las campañas radicales, con manifestaciones continuas, encadenamientos, trabajo informativo, pegada de carteles, interrupción de las campañas electorales del Partido Conservador. Especialmente el último punto fue muy fructífero, una prueba de ello fue que los conservadores se mostraron iracundos y nos atacaron físicamente. Durante nuestra campaña hubo tres elecciones que el Partido Conservador perdió siempre, a veces de forma dramático. Fue esto, la derrota en las elecciones junto a la presión constante en sus campañas electorales y los comentarios negativos que hicimos sobre ellos a la prensa, lo que les persuadió de aceptar nuestras demandas. La oposición, que apoyaba nuestra campaña, no estaba preparada para rechazar nuestras demandas después de que el gobierno se hubiese rendido, así que, de pronto el camino estaba despejado y prácticamente todas nuestras demandas aceptadas.
Gracias a 50 rescates a cara descubierta tu y la organización lograsteis la atención de la prensa durante dos semanas en el 2003 y las jaulas de batería fueron prohibidas en el 2004. Esta campaña se encontró con una enorme batalla en la corte debido a vuestro rescate de siete gallinas durante una acción y por un acto de desobediencia civil en la oficina del gobernador. ¿Podrías explicar lo que sucedió en la campaña, vuestros cargos en el juzgado, y los elementos que contribuyeron a lograr la prohibición, y como esto ha influido en la industria de producción y venta de huevos?
La industria de las gallinas ponedoras encerradas en jaulas de batería ha sido un tema de debate durante mucho tiempo en Austria. Como en casi todos sitios las gallinas ponedoras se empezaron a enjaular hace poco más de 20 años. Debido al material gráfico y las grabaciones sobre el sufrimiento su sufrimiento, pronto se difundió la opinión de que las jaulas de batería son la peor clase de abuso que existe, incluso en el colegio esa idea se daba como forma del currículo.
Tres grupos de activistas se colaron en total en 48 granjas de batería, las cuales mantenían enjauladas al 48% de las gallinas de Austria, y sacaron a la luz las condiciones en que se encontraban. Mostraron que todas las leyes y regulaciones fueron incumplidas y que no había ningún proyecto de control gubernamental. Hicimos unos cuantos rescates de gallinas a cara descubierta con una gran atención de la prensa. Además, ocupamos la oficina del gobernador encadenándonos a sus muebles y poniendo gallinas muertas sobre su mesa.
Esta campaña fue un duro golpe para la industria de huevos. Obviamente tuvimos innumerables juicios, al menos 25 contra los granjeros en los que nosotros hacíamos de testigos, pero también hubo muchos contra nosotros por entrar en propiedad privada y robo. La mayoría de los granjeros fueron encontrados culpables, nosotros también fuimos encontrados culpables de varios cargos, pero el Tribunal Supremo decreto que el que yo haya rescatado gallinas no era ilegal, ¡debido a que actué de acuerdo con los deseos populares! Un resultado muy remarcable.
Después de muchas manifestaciones y acciones, ocupaciones de granjas de batería y más rescates a cara descubierta, sorpresas al Partido Conservador en el Parlamento con jaulas de batería y un equipo de televisión, y después de que los conservadores comenzasen a perder todas las elecciones, vencimos. Las granjas de batería seran ilegales en Austria desde el uno de enero del 2009 en adelante.
Actualmente estás saboteando la caza con trampas de aves que también ha sido ilegalizada; una tradición de 400 años de antigüedad, esto supone un serio riesgo físico. En tus artículos sobre lo que ocurre hablas de espiar a los tramperos, esquivar posibles emboscadas suyas, y sacar a la luz los ataques físicos de los tramperos. ¿Cuánto de real es ese riesgo de ser asaltado físicamente y cual es el método que empleas para afrontarlo?
Cuanto mayor sea nuestro impacto en las industrias de explotación animal, más duras serán sus respuestas hacia nosotros. Si logramos tener el público y la ley de nuestra parte, recurrirán a la violencia. Eso es frecuentemente lo que sucede. Tengo unas cuantas amenazas de muerte, me rompieron los cristales de casa, y sigo unas cuantas precauciones en mi día a día para no sufrir una emboscada por parte de los explotadores de animales. Ese es el precio del éxito. Durante un debate público sobre las trampas de aves un trampero nos sacó un cuchillo. Después de un juicio contra un granjero que usaba jaulas de batería que gané, el granjero me dijo al salir que había comprado una pistola para dispararme. Estoy seguro de que era cierto que había comprado la pistola y de que le gustaría usarla.
Algunos de nuestros métodos implican entrar en propiedad privada y grabar pruebas o directamente sabotear y detener la explotación animal. Encontrarse con una confrontación durante esas situaciones es, claramente, el mayor peligro a nivel psicológico, porque los explotadores se sienten atacado y en su derecho y obligación de defenderse a sí mismos. Hemos tenido unas cuantas lesiones, he recibido unos cuantos puñetazos en la cara, nos han partido la nariz varias veces, uno de nosotros fue disparado en el muslo y otro tiene una vértebra seriamente dañada como consecuencia de una paliza. Pero en el momento en que abandonemos nuestra actividad por tener miedo hemos perdido la lucha. La libertad implica no tener miedo, de nadie. Y estamos dispuestos a luchar por ello.
La campaña de SHAC ha recibido la crítica de que el cerrar HLS simplemente supondrá torturar los animales y hacer los experimentos en otro lado con leyes más permisivas (lo cual es un chiste para cualquiera que conozca las leyes de protección animal en EE.UU.) . Aparentemente vuestro esfuerzo y éxito en el tema de los circos se ha encontrado con un problema similar ya que al menos uno de los circos austriacos –tras prohibirse en Austria su actividad- vendió sus animales a un circo animal que no tenía normas tan restrictivas con respecto al trato de los animales.
El Partido Conservador históricamente representa a los granjeros en Austria, los cuales son los mayores responsables de explotación animal. Por su parte, la ciudad con una mayor aceptación de la tendencia de izquierdas o localista está mucho más abierta a los derechos de los animales que en las zonas rurales, que en su mayoría votan a los conservadores. El uso de animales y la concepción de los animales no humanos como objetos forma parte de la tradición. Cuando el partido conservador intentan mantener las tradiciones, mantienen la concepción de los animales como instrumentos para los humanos. El Partido Conservador por consiguiente es el enemigo natural del movimiento por los derechos de los animales.
¿Crees en la separación de una causa? Si un político está del lado de los animales por un lado pero por el otro no respeta el medio ambiente o a humanos tradicionalmente oprimidos (minorías étnicas, mujeres, homosexuales, etc.) deberíamos continuar apoyándoles porque la situación de los animales es claramente más alarmante y trágica, o enfrentarnos a ellos porque toda opresión se basa en los mismos principios y no debe ser diferenciada?
Toda lucha social necesita gente “loca”, personas que estén tan involucradas que se olvidan de todo por la causa. Es este puñado de locos quienes animan al resto y hacen que avance el movimiento. Así que, sí que creo que para una buena campaña, al menos unos pocos activistas decisivos deben centrarse en su objetivo concreto y no dirigir su atención hacia muchos temas a la vez.
Con respecto al tema de cooperar con otros movimientos o con los políticos se debe ser muy cuidadoso. Si persigues una meta muy específica, como destruir HLS o lograr que se prohíban las granjas de factoría, entonces yo creo que se debe hacer una coalición lo mayor posible entorno a ese objetivo concreto. Intenta meter a todo el mundo en el mismo barco para lograr esta meta y tira para adelante. Una vez lograda os podéis separar.
Si estas llevando a cabo una campaña general de concienciación, intentando convencer a la gente de que se haga vegana y que cambie su modo de vida etc., entonces yo aconsejaría no unirse con otras causas o personas con distinta ideología. Porque aquellos que intenten además convencer a la gente de su propia tendencia política, ya sea comunista o de derechas, religiosos o ateos, distraerá al público de tu mensaje y espantará a mucha gente. Muestra que el mensaje de los derechos de los animales tiene una amplia importancia y tiene muchas similitudes y paralelismos con otras formas de opresión. Esto no implica que para formar parte del movimiento por los derechos de los animales o para ser vegano tengas que además ser de izquierdas o anarquista o anticatólico o cualquier otra cosa. No creo que antes de convencer a alguien de que se haga vegano sea necesario eliminar su fe católica, seguro que pueden ser veganos creyentes y a la vez buenos activistas conforme a su sistema de creencias, incluso aunque la iglesia católica tiene un cruento historial de abuso sobre animales humanos y no humanos.
Muchos de vuestros éxitos con acciones radicales y el cambio legislativo se ha visto ayudado por haberos ganaros una buena reputación con la prensa. ¿Hasta qué punto es importante la prensa para el movimiento por los derechos de los animales austriaco? Hubieseis logrado tantos éxitos si los media se hubiesen mostrado más antipáticos que amistosos? ¿Te da miedo que conforme vayais siendo más eficaces y tanto el gobierno como las grandes corporaciones se sientan cada vez más amenazadas la prensa se vuelva contra vosotros?
La prensa ha jugado y sigue jugando un rol muy importante para el movimiento. Para empezar, creo que cualquier reportaje de la prensa es mejor que ninguno (con excepciones, por supuesto), incluso si no está de nuestro lado. Lo peor que le puede ocurrir a cualquier movimiento social es ser ignorado.
Pensemos en la campaña de sabotaje de la caza con trampa. La prensa local en todo momento habló mal de nosotros, nos calificó de matones y de terroristas. La otra opción que tenían era ignorarnos y los tramperos hubiesen seguido colocando trampas como siempre habían hecho, si no se hace público lo activos que somos no hay conflicto. Todos estos reportajes negativos hicieron que hubiese un conflicto, que surgiese un debate en el interior de la mente de la gente, que se cuestionase la caza con trampas. Es preferible que haya conflicto a que continúen cazando como de costumbre.
Durante tus estudios en la Universidad de Cambridge pasaste una época en Inglaterra, donde te introdujiste en la lucha radical por la liberación animal. ¿Qué aprendiste de sus estrategias, manifestaciones, y tendencias políticas que te haya sido útil para aplicarlo en Austria?
El movimiento en Inglaterra está formado en su mayoría por gente perteneciente a la clase obrera, y sigue un activismo de base, tiene muy poco interés en la prensa y en cómo es presentado el movimiento al público. Hay un muy fuerte rechazo a las autoridades y una fuerte oposición a las organizaciones bienestaristas nacionales.
En Austria, el movimiento no está formado por la clase obrera y jamás lo ha estado. Es la clase media la que lleva a cabo las campañas. La idea de hacer concentraciones continuadas enfrente de peleterías o en cualquier otro punto fue directamente importada de Gran Bretaña. Era algo nuevo en Austria. Costó un tiempo hasta que se vio que estas estrategias no iban a alienar al público, si se aplicaban con cuidado, y que tanto la prensa como los políticos –especialmente los de la oposición-, estaban mucho más abiertos a tratar los derechos de los animales de lo que estaban en Inglaterra. Creo que hemos alcanzado un punto en el que se combinan los dos tipos de estrategia, evitar los proble as de la discusión entre bienestaristas y liberacionistas, y al mismo momento continuar llevando a cabo campañas radicales, sinceras y efectivas.
Te arrestaron en una de las más famosas manifestaciones del movimiento radical por la liberación animal –cuando se produjo un disturbio frente al criadero de perros Consort Kennels y un beagle estuvo apunto de ser liberado en medio del tumulto. Puedes contarnos la historia (brevemente –incluyendo como acabaste en una furgoneta de la policía camino a la cárcel y con el beagle sobre tus rodillas) y qué aprendiste de ella.
En esta mani, para sorpresa de todos nosotros, acudieron varios miles de personas. La policía había acordonado el recinto y había 300 policías antidisturbios en su interior. Desde el primer momento un grupo de activistas aprovecharon el factor sorpresa y se colaron en Consort Beagles y rescataron a un beagle. Pronoto la policía antidisturbios cortó su vía de escape. De pronto, los activistas –con las caras tapadas- aparecieron en el tejado con un beagle y pidieron al resto de manifestantes ayuda.
Fue un impresionante surgimiento de energía y la gete, como si no estuviesen los antidisturbios, tiraron parte de la valla protectora y se metieron en el recinto. Pronto la policía tuvo que retroceder y los activistas que estaban en el tejado y el beagle pudieron confundirse con aquellos que habían entrado en el recinto. Todo el mundo empezó a enrollar ropa en sus brazos, para que pareciese que estaban llevando un beagle y comenzaron a andar hacia sus coches. La policía se encontraba confusa e intentaba evitar que se llevasen al perro a toda costa.
Yo acabé en el grupo de unas 10 personas que llevaban el verdadero perro. De pronto, uno de los oficiales de policía descubrió que éramos nosotros quienes llevábamos el perro. Mientras alguno distrajo al policía, cogí al perro y me puse a correr, en aquélla época estaba muy en forma gracias a la frecuencia con la que en aquel entonces acudía al sabotaje de la caza. Pero una patrulla de policía me descubrió y soltó un perro de policía para que me atrapase, el perro me mordió y continuó atacándome hasta que los policías lo sujetaron. Algunos activistas acudieron y agarramos al beagle y bloqueamos a los policías con nuestros cuerpos, pero cada vez estábamos rodeados por más policías. Cuando eran muchos más que nosotros comenzaron a atacarnos y nos arrestaron uno por uno, hasta que me quedé yo solo con el perro. Me metieron en un coche de policía, con el perro sobre mis piernas, y me condujeron a la estación de policía, donde me quitaron al perro por la fuerza.
Fue una experiencia muy emocionante, y muy triste para este perro en concreto. Pero también fue una experiencia muy poderosa, nos permitió darnos cuenta de que teníamos la capacidad suficiente de romper cordones policiales formados por cientos de policías antidisturbios, si era necesario, para rescatar un solo beagle. El ambiente entre los manifestantes y el deseo de ayudar, y la inteligente acción de todo el mundo de correr haciendo como que llevaban un perro fue impresionante. Les costó horas descubrir donde estaba el perro, lo encontraron a muchos kilómetros del criadero. Ahora, el criadero Consort Beagles está cerrado desde hace tiempo.
Cuando viviste en Inglaterra participaste en muchas de las actividades de apoyo al preso Barry Horne, que estaba en huelga de hambre, te colgaste de una iglesia de Cambridge con una pancarta. Lo que nos dejó Barry sigue siendo debatido hoy en día, como activista y persona que ha viajado mucho ¿como crees que afectó a nuestro movimiento en general con su sacrificio?
Barry Horne era un activista muy valiente, yo solía sabotear la caza del visón con el, y algunas veces nos íbamos los dos solos. Cuando estaba cagado de miedo (las agresiones de los cazadores a los saboteadores son tremendamente frecuentes), él actuaba con total tranquilidad y me acercaba a él para estar unidos. Se comportó del mismo modo con su campaña de sabotaje económico y posteriormente en su huelga de hambre, no tenía miedo, estaba centrado en su objetivo y dispuesto a conseguirlo.
Todo movimiento tiene su historia. Eso es importante, porque la historia forma la identidad del movimiento la cual contribuye a que tu y otros os comprometáis con la causa. Muchas veces no es fácil dejar tu estilo “normal” de vida, o arriesgarte a entrar en la cárcel, pero sin esos actos de valentía dudo mucho que algún día logremos nuestro objetivo. Necesitamos a esa gente “loca” en el movimiento, que están dispuesto a darlo todo por la Liberación Animal. Es la causa más importante en la que puedo pensar, merece la pena correr esos riesgos y ese esfuerzo, especialmente con la perspectiva de grandes cambios.
Me gustaría que aprendiésemos de la muerte de Barry cuanto nos necesitamos entre nosotros, cuando dependemos los unos de los otros dentro del movimiento, para tener éxito y avanzar en la consecución de nuestros objetivos. Dejemos los conflictos internos y las discusiones autodestructivas sobre tácticas y estrategias, sino que sigamos para adelante y golpeemos la industria de explotación animal cada uno a nuestra manera, apoyando al resto de nosotros. Somos un movimiento, unidos en el deseo de cambiar las cosas a mejor y dentro de la lucha por la desaparición de la explotación animal hay sitio para multitud de estrategias, lo que no hay es límite de cuanto podemos estirar cada uno de la misma cuerda cuando llega el momento de hacerlo.
Cual es tu acción favorita del ALF de todos los tiempos?
Creo que fue el 6 de Julio de 1985 cuando un grupo de activistas entraron en el animalario de la Universidad de Oxford (University Park Farm), Inglaterra, en el que se mantenían a los animales empleados para la vivisección, el objetivo de los activistas esa noche era reconocer y estudiar el terreno. Encontraron a Rosy, una perra que no era de raza, estaba claro que anteriormente había sido el animal de compañía de alguien, pero ahora estaba apunto de ser empleada en experimentos de transplantes. Aquella noche se hizo la foto más famosa de Rosy en los brazos de un activista. Los activistas se marcharon y dejaron a Rosy detrás.
La noche siguiente, Rosy fue rescatada de ese lugar junto con otros 31 perros. Pero, muy pocos días después, las redadas policiales en Birmingham permitieron que encontrasen a Rosy de nuevo y probaron que había sido extraída del laboratorio. Fue devuelta al animalario de la Universidad de Oxford de nuevo.
Pocos días después, el 18 de Julio de 1985, los activistas regresaron y rescataron a Rosy otra vez. Ella continuó viviendo 18 años con una familia que le quiso hasta que murió apaciblemente. ¡Qué historia tan estupenda!
Bite Back: Generalmente los activistas que hacen uso de la acción directa ven los procesos políticos con desconfianza y como algo diferente e independiente de las campañas radicales que llevan a cabo y, por su parte, aquellos que se centran en las reformas legislativas en beneficio de la protección de los animales también miran con malos ojos a las campañas polémicas y controvertidas.
El movimiento por los derechos de los animales austriaco ha demostrado que no necesariamente la acción directa y la lucha por la creación de nuevas leyes tienen que ir separadas, y que, pueden de hecho cumplimentarse unos métodos con los otros. La asociación austriaca a la que perteneces, la Asociación Contra las Granjas de Animales, mostró la unión entre estas dos facciones y a logrado importantes objetivos como consecuencia. ¿Qué hizo que la organización se inmiscuyese en la escena política? ¿qué os animó a compaginar las dos técnicas enfrentadas de la acción directa y la política?
Martin Balluch: Con respecto a mi propio activismo, he participado en el movimiento durante bastante más de una década sin relacionarme en absoluto con los políticos ni con la legislación. Mi primera experiencia con la política fue con la prohibición de las granjas peleteras en Austria, que logramos en 1998. Cuando todas las granjas menos una habían desaparecido debido a una u otra forma de activismo nos resultó tremendamente fácil conseguir prohibirlas. Me di cuenta de que a los políticos les gusta prohibir el abuso hacia los animales, siempre que no haya mucha presión económica por mantenerlo. Pero esa experiencia no es nada nueva: es la industria de explotación animal y su poderío económico e influencia antidemocrática el mayor obstáculo para lograr la liberación animal.
Así que, sugiero un nuevo enfoque. Veamos las leyes no como peldaños para lograr el bienestar animal y reducir el sufrimiento, sino que las debemos ver como ataques a la industria de explotación animal. Una nueva ley relacionada con los animales, aunque sea propuesta por bienestaristas o gente de derechas, es algo positivo siempre que suponga costes para la industria, y será algo negativo si la beneficia. Cualquier ley que implique gastos y problemas a la industria ganadera, la industria de la vivisección, la industria de la caza, la industria o la industria que emplea a los animales como entretenimiento, etc, es algo bueno, muy similar al sabotaje económico. De hecho, en esencia es sabotaje económico. Si una compañía capitalista hace las cuentas y descubre que no explotar animales supone mayores beneficios dejaran de explotar animales.
Y, segundo, descubrimos que las clásicas campañas radicales contra las industrias de explotación animal pueden ser aplicadas para presionar tanto al gobierno regional como nacional para crear nuevas leyes. Solo hay un ingrediente esencial: debes mostrar tu campaña al público de modo que la comprendan y que vean que persigue una causa justa. La presión que funciona para con los políticos es la presión del público y no tanto la psicológica. En el momento en que los políticos puedan calificarte como terrorista y ser creídos por el público han ganado la batalla con total seguridad. Pero ese, también es un importante ingrediente para las campañas, aunque en menor grado. Cuanto más seas visto como una amenaza terrorista por el público más fácil les resultará deshacerse de ti metiéndote en la cárcel, con o sin la ley en la mano.
¿Crees que se puede lograr un cambio social sin emplear acciones radicales y haciendo uso en exclusiva de estrategias políticas? ¿Crees que las campañas radicales/por la liberación animal pueden provocar cambios continuos en la sociedad sin necesidad de presionar a los políticos para que hagan nuevas leyes?
No creo que la gente sea intrínsecamente mala por lo que sus comportamientos deban estar dirigidos por las leyes, y tampoco buenas, que se guíen por principios morales a pesar de que les perjudiquen. Creo que la gente se adapta a su entorno y se deja llevar por la corriente, eligen llevar la forma de vida que les resulte más fácil y cómoda. Por consiguiente, el sistema social, el apoyo gubernamental, la sanidad, pero también la accesibilidad de los productos, condiciona cómo se comporta la gente. Conseguir un cambio social implica cambiar el sistema que organiza la sociedad.
Algunas personas piensan que ese cambio podría producirse haciendo que poco a poco cada vez haya más gente vegana, hasta que llegue un momento en el que todos fuesen vegaos, o hasta que la industria de explotación animal perciba la situación como amenazante y decida cambiar. La historia en mi opinión demuestra que esto jamás funcionará. No porque las personas sean intrínsecamente malas, sino porque la mayoría de la gente no tiene ni el tiempo ni la energía suficiente para nadar contracorriente, para estar contra el sistema social hasta lograr cambiarlo.
Por consiguiente mi propuesta es esta. Necesitamos cambiar la industria para que el público tenga a su disposición una gran variedad de productos veganos y a buen precio y al mismo tiempo hacer lo posible porque la industria de explotación animal tenga que subir los precios de sus productos. Hasta que finalmente esta industria caiga por el precipicio. Para lograrlo necesitamos golpear esas industrias y hacer que sus bolsillos se resientan sirviéndonos de cualquier medio a nuestro alcance. Estos medios pueden ser tanto sabotaje económico tanto como campañas de presión directa o creando leyes de protección animal. El último método es muy efectivo porque afecta a la industria al completo de forma muy significativa. El sabotaje económico por su parte jamás podrá ocurrir a gran escala, además la policía estatal seguiría aumentando su escala represiva. Por lo tanto el sabotaje económico solo puede llegar a ser un aguijón, aunque aplicado inteligentemente en el lugar oportuno y en el momento adecuado puede llegar a ser altamente efectivo.
Considero que las acciones radicales en la frontera de la legalidad y más allá son herramientas muy importantes para cualquier campaña, tanto para los cambios legales como para impactar sobre la industria. Son vitales para que tu oponente sepa que te tomas tu trabajo en serio. Encontrarse y charlar con los políticos o representantes de la industria de explotación animal, en mi experiencia nunca puede ser suficiente. Segundo, no puedo creer que vaya a ser posible empujar a la industria de explotación animal hasta su desaparición sin usar las leyes de protección animal.
-Uno de los más destacados logros del movimiento por los derechos de los animales en este nuevo milenio ha sido que, uno de los países occidentales, Austria, ha incluido la protección de los animales en su constitución. En el 2004, junto con temas relativos a los derechos humanos, la nueva constitución de tu país dice, “el estado se hace responsable de proteger la vida y el bienestar de los animales como compañeros de los seres humanos”. ¿Puedes explicar con mayor detenimiento que implica esto para el movimiento por los derechos de los animales en austria?
Es cierto que el 27 de Mayo del 2004 el Parlamento Austriaco al completo y unánimemente votó por un cambio en la constitución que acabas de mencionar. Considere cambiar la constitución como algo muy importante, porque la constitución, al fin y al cabo, es la base de la sociedad, el consenso más mínimo que todo el mundo comparte. Todo político, toda ley y todo acto legal debe cumplir la constitución.
De todos modos, hablando sobre la práctica, hubo algo más efectivo en la práctica que se estableció como consecuencia de esa misma votación del 27 de Mayo del 2004: el inspector de la situación de los animales.
Toda provincia en Austria tiene designado un inspector del bienestar de los animales, financiado por el gobierno, quien puede intervenir en beneficio de los animales en todos los casos que traten las leyes de protección animal. Los inspectores, que han estado activos desde el uno de Enero del 2005, pueden intervenir, llevar a los explotadores de animales a juicio y apelar las sentencias en caso de que no les satisfagan y asegurarse de que los explotadores cumplan con la sentencia. Los inspectores incluso han hecho comunicados de prensa y conferencias contra el abuso hacia los animales y hasta el momento nuestra relación con ellos es positiva. Si alguien decide colarse en una granja de factoría y graba las condiciones ilegales en que se encuentran los animales, nosotros les entregamos las pruebas a los inspectores ¡y ellos los llevan a juicio! Los inspectores son un gran avance hacia los derechos de los animales, debido a que su aparición significa que por primera vez los intereses de todos los animales (ya sean los grandes simios o los cangrejos de mar) están siendo oficialmente reconocidos y representados ante el poder político y judicial.
Costó ocho años de campaña política y activismo alternativo lograr este impresionante precedente. ¿Puedes describir qué ocurrió en la campaña tanto a nivel público como clandestino?
Sí, fue una campaña con un impresionante éxito ya que, al principio, ninguno de los cuatro partidos en el parlamento, incluidos Los Verdes, apoyaban la nueva propuesta de ley y la reforma constitucional. Al principio ninguno de los partidos tenía un portavoz sobre temas relacionados con los animales y las demandas de derechos para los animales generalmente eran ignoradas.
Comenzamos la campaña en 1996 con la llamada iniciativa popular; en Austria si se recogen suficientes firmas sobre una demanda esta puede ser mostrada al público en general, quien dispone de una semana para contactar con su magistrado correspondiente para firmar la petición de forma oficial. El 11% de la población firmó, así como el 6% de los MPs. En las elecciones generales del 2002, intensificamos la campaña ocupando las oficinas centrales del Partido Conservador ¡durante trece horas! Como resultado, los conservadores que estaban gobernaban aceptaron discutir la propuesta de ley, sin aceptar ninguna demanda por adelantado. Pensaron que podían distanciarse del tema de este modo, sin parecer responsables si no avanzaba.
En ese momento empezamos una campaña más intensa y con métodos más controvertidos, del tipo de las campañas radicales, con manifestaciones continuas, encadenamientos, trabajo informativo, pegada de carteles, interrupción de las campañas electorales del Partido Conservador. Especialmente el último punto fue muy fructífero, una prueba de ello fue que los conservadores se mostraron iracundos y nos atacaron físicamente. Durante nuestra campaña hubo tres elecciones que el Partido Conservador perdió siempre, a veces de forma dramático. Fue esto, la derrota en las elecciones junto a la presión constante en sus campañas electorales y los comentarios negativos que hicimos sobre ellos a la prensa, lo que les persuadió de aceptar nuestras demandas. La oposición, que apoyaba nuestra campaña, no estaba preparada para rechazar nuestras demandas después de que el gobierno se hubiese rendido, así que, de pronto el camino estaba despejado y prácticamente todas nuestras demandas aceptadas.
Gracias a 50 rescates a cara descubierta tu y la organización lograsteis la atención de la prensa durante dos semanas en el 2003 y las jaulas de batería fueron prohibidas en el 2004. Esta campaña se encontró con una enorme batalla en la corte debido a vuestro rescate de siete gallinas durante una acción y por un acto de desobediencia civil en la oficina del gobernador. ¿Podrías explicar lo que sucedió en la campaña, vuestros cargos en el juzgado, y los elementos que contribuyeron a lograr la prohibición, y como esto ha influido en la industria de producción y venta de huevos?
La industria de las gallinas ponedoras encerradas en jaulas de batería ha sido un tema de debate durante mucho tiempo en Austria. Como en casi todos sitios las gallinas ponedoras se empezaron a enjaular hace poco más de 20 años. Debido al material gráfico y las grabaciones sobre el sufrimiento su sufrimiento, pronto se difundió la opinión de que las jaulas de batería son la peor clase de abuso que existe, incluso en el colegio esa idea se daba como forma del currículo.
Tres grupos de activistas se colaron en total en 48 granjas de batería, las cuales mantenían enjauladas al 48% de las gallinas de Austria, y sacaron a la luz las condiciones en que se encontraban. Mostraron que todas las leyes y regulaciones fueron incumplidas y que no había ningún proyecto de control gubernamental. Hicimos unos cuantos rescates de gallinas a cara descubierta con una gran atención de la prensa. Además, ocupamos la oficina del gobernador encadenándonos a sus muebles y poniendo gallinas muertas sobre su mesa.
Esta campaña fue un duro golpe para la industria de huevos. Obviamente tuvimos innumerables juicios, al menos 25 contra los granjeros en los que nosotros hacíamos de testigos, pero también hubo muchos contra nosotros por entrar en propiedad privada y robo. La mayoría de los granjeros fueron encontrados culpables, nosotros también fuimos encontrados culpables de varios cargos, pero el Tribunal Supremo decreto que el que yo haya rescatado gallinas no era ilegal, ¡debido a que actué de acuerdo con los deseos populares! Un resultado muy remarcable.
Después de muchas manifestaciones y acciones, ocupaciones de granjas de batería y más rescates a cara descubierta, sorpresas al Partido Conservador en el Parlamento con jaulas de batería y un equipo de televisión, y después de que los conservadores comenzasen a perder todas las elecciones, vencimos. Las granjas de batería seran ilegales en Austria desde el uno de enero del 2009 en adelante.
Actualmente estás saboteando la caza con trampas de aves que también ha sido ilegalizada; una tradición de 400 años de antigüedad, esto supone un serio riesgo físico. En tus artículos sobre lo que ocurre hablas de espiar a los tramperos, esquivar posibles emboscadas suyas, y sacar a la luz los ataques físicos de los tramperos. ¿Cuánto de real es ese riesgo de ser asaltado físicamente y cual es el método que empleas para afrontarlo?
Cuanto mayor sea nuestro impacto en las industrias de explotación animal, más duras serán sus respuestas hacia nosotros. Si logramos tener el público y la ley de nuestra parte, recurrirán a la violencia. Eso es frecuentemente lo que sucede. Tengo unas cuantas amenazas de muerte, me rompieron los cristales de casa, y sigo unas cuantas precauciones en mi día a día para no sufrir una emboscada por parte de los explotadores de animales. Ese es el precio del éxito. Durante un debate público sobre las trampas de aves un trampero nos sacó un cuchillo. Después de un juicio contra un granjero que usaba jaulas de batería que gané, el granjero me dijo al salir que había comprado una pistola para dispararme. Estoy seguro de que era cierto que había comprado la pistola y de que le gustaría usarla.
Algunos de nuestros métodos implican entrar en propiedad privada y grabar pruebas o directamente sabotear y detener la explotación animal. Encontrarse con una confrontación durante esas situaciones es, claramente, el mayor peligro a nivel psicológico, porque los explotadores se sienten atacado y en su derecho y obligación de defenderse a sí mismos. Hemos tenido unas cuantas lesiones, he recibido unos cuantos puñetazos en la cara, nos han partido la nariz varias veces, uno de nosotros fue disparado en el muslo y otro tiene una vértebra seriamente dañada como consecuencia de una paliza. Pero en el momento en que abandonemos nuestra actividad por tener miedo hemos perdido la lucha. La libertad implica no tener miedo, de nadie. Y estamos dispuestos a luchar por ello.
La campaña de SHAC ha recibido la crítica de que el cerrar HLS simplemente supondrá torturar los animales y hacer los experimentos en otro lado con leyes más permisivas (lo cual es un chiste para cualquiera que conozca las leyes de protección animal en EE.UU.) . Aparentemente vuestro esfuerzo y éxito en el tema de los circos se ha encontrado con un problema similar ya que al menos uno de los circos austriacos –tras prohibirse en Austria su actividad- vendió sus animales a un circo animal que no tenía normas tan restrictivas con respecto al trato de los animales.
El Partido Conservador históricamente representa a los granjeros en Austria, los cuales son los mayores responsables de explotación animal. Por su parte, la ciudad con una mayor aceptación de la tendencia de izquierdas o localista está mucho más abierta a los derechos de los animales que en las zonas rurales, que en su mayoría votan a los conservadores. El uso de animales y la concepción de los animales no humanos como objetos forma parte de la tradición. Cuando el partido conservador intentan mantener las tradiciones, mantienen la concepción de los animales como instrumentos para los humanos. El Partido Conservador por consiguiente es el enemigo natural del movimiento por los derechos de los animales.
¿Crees en la separación de una causa? Si un político está del lado de los animales por un lado pero por el otro no respeta el medio ambiente o a humanos tradicionalmente oprimidos (minorías étnicas, mujeres, homosexuales, etc.) deberíamos continuar apoyándoles porque la situación de los animales es claramente más alarmante y trágica, o enfrentarnos a ellos porque toda opresión se basa en los mismos principios y no debe ser diferenciada?
Toda lucha social necesita gente “loca”, personas que estén tan involucradas que se olvidan de todo por la causa. Es este puñado de locos quienes animan al resto y hacen que avance el movimiento. Así que, sí que creo que para una buena campaña, al menos unos pocos activistas decisivos deben centrarse en su objetivo concreto y no dirigir su atención hacia muchos temas a la vez.
Con respecto al tema de cooperar con otros movimientos o con los políticos se debe ser muy cuidadoso. Si persigues una meta muy específica, como destruir HLS o lograr que se prohíban las granjas de factoría, entonces yo creo que se debe hacer una coalición lo mayor posible entorno a ese objetivo concreto. Intenta meter a todo el mundo en el mismo barco para lograr esta meta y tira para adelante. Una vez lograda os podéis separar.
Si estas llevando a cabo una campaña general de concienciación, intentando convencer a la gente de que se haga vegana y que cambie su modo de vida etc., entonces yo aconsejaría no unirse con otras causas o personas con distinta ideología. Porque aquellos que intenten además convencer a la gente de su propia tendencia política, ya sea comunista o de derechas, religiosos o ateos, distraerá al público de tu mensaje y espantará a mucha gente. Muestra que el mensaje de los derechos de los animales tiene una amplia importancia y tiene muchas similitudes y paralelismos con otras formas de opresión. Esto no implica que para formar parte del movimiento por los derechos de los animales o para ser vegano tengas que además ser de izquierdas o anarquista o anticatólico o cualquier otra cosa. No creo que antes de convencer a alguien de que se haga vegano sea necesario eliminar su fe católica, seguro que pueden ser veganos creyentes y a la vez buenos activistas conforme a su sistema de creencias, incluso aunque la iglesia católica tiene un cruento historial de abuso sobre animales humanos y no humanos.
Muchos de vuestros éxitos con acciones radicales y el cambio legislativo se ha visto ayudado por haberos ganaros una buena reputación con la prensa. ¿Hasta qué punto es importante la prensa para el movimiento por los derechos de los animales austriaco? Hubieseis logrado tantos éxitos si los media se hubiesen mostrado más antipáticos que amistosos? ¿Te da miedo que conforme vayais siendo más eficaces y tanto el gobierno como las grandes corporaciones se sientan cada vez más amenazadas la prensa se vuelva contra vosotros?
La prensa ha jugado y sigue jugando un rol muy importante para el movimiento. Para empezar, creo que cualquier reportaje de la prensa es mejor que ninguno (con excepciones, por supuesto), incluso si no está de nuestro lado. Lo peor que le puede ocurrir a cualquier movimiento social es ser ignorado.
Pensemos en la campaña de sabotaje de la caza con trampa. La prensa local en todo momento habló mal de nosotros, nos calificó de matones y de terroristas. La otra opción que tenían era ignorarnos y los tramperos hubiesen seguido colocando trampas como siempre habían hecho, si no se hace público lo activos que somos no hay conflicto. Todos estos reportajes negativos hicieron que hubiese un conflicto, que surgiese un debate en el interior de la mente de la gente, que se cuestionase la caza con trampas. Es preferible que haya conflicto a que continúen cazando como de costumbre.
Durante tus estudios en la Universidad de Cambridge pasaste una época en Inglaterra, donde te introdujiste en la lucha radical por la liberación animal. ¿Qué aprendiste de sus estrategias, manifestaciones, y tendencias políticas que te haya sido útil para aplicarlo en Austria?
El movimiento en Inglaterra está formado en su mayoría por gente perteneciente a la clase obrera, y sigue un activismo de base, tiene muy poco interés en la prensa y en cómo es presentado el movimiento al público. Hay un muy fuerte rechazo a las autoridades y una fuerte oposición a las organizaciones bienestaristas nacionales.
En Austria, el movimiento no está formado por la clase obrera y jamás lo ha estado. Es la clase media la que lleva a cabo las campañas. La idea de hacer concentraciones continuadas enfrente de peleterías o en cualquier otro punto fue directamente importada de Gran Bretaña. Era algo nuevo en Austria. Costó un tiempo hasta que se vio que estas estrategias no iban a alienar al público, si se aplicaban con cuidado, y que tanto la prensa como los políticos –especialmente los de la oposición-, estaban mucho más abiertos a tratar los derechos de los animales de lo que estaban en Inglaterra. Creo que hemos alcanzado un punto en el que se combinan los dos tipos de estrategia, evitar los proble as de la discusión entre bienestaristas y liberacionistas, y al mismo momento continuar llevando a cabo campañas radicales, sinceras y efectivas.
Te arrestaron en una de las más famosas manifestaciones del movimiento radical por la liberación animal –cuando se produjo un disturbio frente al criadero de perros Consort Kennels y un beagle estuvo apunto de ser liberado en medio del tumulto. Puedes contarnos la historia (brevemente –incluyendo como acabaste en una furgoneta de la policía camino a la cárcel y con el beagle sobre tus rodillas) y qué aprendiste de ella.
En esta mani, para sorpresa de todos nosotros, acudieron varios miles de personas. La policía había acordonado el recinto y había 300 policías antidisturbios en su interior. Desde el primer momento un grupo de activistas aprovecharon el factor sorpresa y se colaron en Consort Beagles y rescataron a un beagle. Pronoto la policía antidisturbios cortó su vía de escape. De pronto, los activistas –con las caras tapadas- aparecieron en el tejado con un beagle y pidieron al resto de manifestantes ayuda.
Fue un impresionante surgimiento de energía y la gete, como si no estuviesen los antidisturbios, tiraron parte de la valla protectora y se metieron en el recinto. Pronto la policía tuvo que retroceder y los activistas que estaban en el tejado y el beagle pudieron confundirse con aquellos que habían entrado en el recinto. Todo el mundo empezó a enrollar ropa en sus brazos, para que pareciese que estaban llevando un beagle y comenzaron a andar hacia sus coches. La policía se encontraba confusa e intentaba evitar que se llevasen al perro a toda costa.
Yo acabé en el grupo de unas 10 personas que llevaban el verdadero perro. De pronto, uno de los oficiales de policía descubrió que éramos nosotros quienes llevábamos el perro. Mientras alguno distrajo al policía, cogí al perro y me puse a correr, en aquélla época estaba muy en forma gracias a la frecuencia con la que en aquel entonces acudía al sabotaje de la caza. Pero una patrulla de policía me descubrió y soltó un perro de policía para que me atrapase, el perro me mordió y continuó atacándome hasta que los policías lo sujetaron. Algunos activistas acudieron y agarramos al beagle y bloqueamos a los policías con nuestros cuerpos, pero cada vez estábamos rodeados por más policías. Cuando eran muchos más que nosotros comenzaron a atacarnos y nos arrestaron uno por uno, hasta que me quedé yo solo con el perro. Me metieron en un coche de policía, con el perro sobre mis piernas, y me condujeron a la estación de policía, donde me quitaron al perro por la fuerza.
Fue una experiencia muy emocionante, y muy triste para este perro en concreto. Pero también fue una experiencia muy poderosa, nos permitió darnos cuenta de que teníamos la capacidad suficiente de romper cordones policiales formados por cientos de policías antidisturbios, si era necesario, para rescatar un solo beagle. El ambiente entre los manifestantes y el deseo de ayudar, y la inteligente acción de todo el mundo de correr haciendo como que llevaban un perro fue impresionante. Les costó horas descubrir donde estaba el perro, lo encontraron a muchos kilómetros del criadero. Ahora, el criadero Consort Beagles está cerrado desde hace tiempo.
Cuando viviste en Inglaterra participaste en muchas de las actividades de apoyo al preso Barry Horne, que estaba en huelga de hambre, te colgaste de una iglesia de Cambridge con una pancarta. Lo que nos dejó Barry sigue siendo debatido hoy en día, como activista y persona que ha viajado mucho ¿como crees que afectó a nuestro movimiento en general con su sacrificio?
Barry Horne era un activista muy valiente, yo solía sabotear la caza del visón con el, y algunas veces nos íbamos los dos solos. Cuando estaba cagado de miedo (las agresiones de los cazadores a los saboteadores son tremendamente frecuentes), él actuaba con total tranquilidad y me acercaba a él para estar unidos. Se comportó del mismo modo con su campaña de sabotaje económico y posteriormente en su huelga de hambre, no tenía miedo, estaba centrado en su objetivo y dispuesto a conseguirlo.
Todo movimiento tiene su historia. Eso es importante, porque la historia forma la identidad del movimiento la cual contribuye a que tu y otros os comprometáis con la causa. Muchas veces no es fácil dejar tu estilo “normal” de vida, o arriesgarte a entrar en la cárcel, pero sin esos actos de valentía dudo mucho que algún día logremos nuestro objetivo. Necesitamos a esa gente “loca” en el movimiento, que están dispuesto a darlo todo por la Liberación Animal. Es la causa más importante en la que puedo pensar, merece la pena correr esos riesgos y ese esfuerzo, especialmente con la perspectiva de grandes cambios.
Me gustaría que aprendiésemos de la muerte de Barry cuanto nos necesitamos entre nosotros, cuando dependemos los unos de los otros dentro del movimiento, para tener éxito y avanzar en la consecución de nuestros objetivos. Dejemos los conflictos internos y las discusiones autodestructivas sobre tácticas y estrategias, sino que sigamos para adelante y golpeemos la industria de explotación animal cada uno a nuestra manera, apoyando al resto de nosotros. Somos un movimiento, unidos en el deseo de cambiar las cosas a mejor y dentro de la lucha por la desaparición de la explotación animal hay sitio para multitud de estrategias, lo que no hay es límite de cuanto podemos estirar cada uno de la misma cuerda cuando llega el momento de hacerlo.
Cual es tu acción favorita del ALF de todos los tiempos?
Creo que fue el 6 de Julio de 1985 cuando un grupo de activistas entraron en el animalario de la Universidad de Oxford (University Park Farm), Inglaterra, en el que se mantenían a los animales empleados para la vivisección, el objetivo de los activistas esa noche era reconocer y estudiar el terreno. Encontraron a Rosy, una perra que no era de raza, estaba claro que anteriormente había sido el animal de compañía de alguien, pero ahora estaba apunto de ser empleada en experimentos de transplantes. Aquella noche se hizo la foto más famosa de Rosy en los brazos de un activista. Los activistas se marcharon y dejaron a Rosy detrás.
La noche siguiente, Rosy fue rescatada de ese lugar junto con otros 31 perros. Pero, muy pocos días después, las redadas policiales en Birmingham permitieron que encontrasen a Rosy de nuevo y probaron que había sido extraída del laboratorio. Fue devuelta al animalario de la Universidad de Oxford de nuevo.
Pocos días después, el 18 de Julio de 1985, los activistas regresaron y rescataron a Rosy otra vez. Ella continuó viviendo 18 años con una familia que le quiso hasta que murió apaciblemente. ¡Qué historia tan estupenda!