IMÁGENES DEL ACTIVISMO: LA RED DEL MAL [1]
El filósofo y activista por los derechos animales
Tom Regan, es un escritor inspirador. Utilizando diversas imágenes para representar lo que es el especismo y el activismo liberacionista, Tom Regan nos abre didácticamente los ojos frente a la realidad del sufrimiento animal y las opciones éticamente deseables. En este artículo quiero compartir la imagen de la "Red del Mal".
Esta red del mal sería para Regan el mundo completo, con las personas, instituciones, empresas, la política, la cultura, las artes, la sociedad... En toda esta compleja red se desarrolla la vida personal y social de las personas, esta misma compleja red es el mundo que el hombre comparte con otras especies. En el centro de esta telaraña, ocurren las cosas más malas, abyectas y terribles del mundo: las cosas malas que los hombres hacen, las cosas malas que los hombres viven. La muerte, el engaño, los bajos impulsos, el crimen, el odio... sin embargo, a medida que nos alejamos del centro de la red, la maldad de los actos es cada vez menor. Como todos vivimos en esta red, nadie está exento de cometer actos malos: somos criaturas imperfectas en un mundo imperfecto y no vamos a librarnos de la red del mal. Este mal provoca sufrimiento a muchos, animales humanos y no humanos.
Los activistas que defendemos los derechos de los animales y condenamos el especismo, no estamos libres en esta red del mal. Unos más, otros menos, somos parte de este entramado que nos determina, y depende de la conciencia de cada cual el nivel de compromiso que está dispuesto a aceptar -y con ello, en qué parte de la red desea ubicarse. Unos no consumirán carnes rojas: ello implicará seguir fomentando la cruel industria de las aves, de la pesca de arrastre, etc. Otros, no consumirán ningún tipo de carne pero seguirán apoyando indirectamente la tortura de las vacas lecheras al consumir queso y leche; o de las gallinas ponedoras si comen huevos... Algunos usarán prendas/zapatos de cuero o lana, otros no. ES UNA CUESTIÓN DE GRADO EL CUÁNTO ESTAMOS INVOLUCRADOS EN LA RED DEL MAL.
Los activistas no tenemos el derecho a comportarnos como "mesías" de la liberación animal, no podemos considerarnos superiores moralmente a nadie, pues todos somos imperfectos... Y en la medida que todos somos cómplices de una red del mal que tiene víctimas animales y víctimas humanas, tenemos un deber de lanzar nuestro mensaje con respeto ... y con altura de miras, en tanto esa idea especista de la persona que tenemos en frente, nosotros mismos alguna vez también la tuvimos... Luchar contra el especismo es luchar para sacar una venda de los ojos, una venda egoísta que no nos permite ver el sufrimiento que con nuestros actos provocamos a los animales no humanos.
A eso estamos llamados, en esta lucha estamos comprometidos, pero debemos hacerlo bien, para no desvirtuar el movimiento ni para cerrar las mentes especistas frente a las demandas de todos los oprimidos que no tienen voz.
VEGANISMO: ¿UNA OPCIÓN PERSONAL O UN PRINCIPIO DE JUSTICIA? [2]
Por todo ello, si a nadie se le ocurre decir "yo golpeo a las mujeres y a los negros, pero te respeto, respétame tu a mi también" ¿por qué aceptamos que alguien diga "yo soy el responsable del sufrimiento y la muerte de los animales, pero respeto que seas vegetariano, respétame tú a mi también."?
El respeto lo merecen los individuos, no las opiniones ni las acciones, pues éstas pueden ser justas o injustas. Podemos respetar a alguien y decirle al mismo tiempo y a las claras que sus ideas son erróneas o sus actitudes moralmente reprobables.
No quiero decir con esto que hagamos sentir mal a las personas que no son vegetarianas y que las culpabilicemos por su dieta (nadie es culpable de la educación que ha recibido y seguramente un trato acusador sólo producirá rechazo a lo que les contamos y reafirmará sus costumbres impidiendo que comprendan qué hay de malo en discriminar a los animales. Hemos de considerar que el especismo y el consumo de productos animales es algo que se nos inculca sin preguntarnos antes y que las personas merecen que se les explique por qué está mal lo que hacen). Pero lo que sí quiero afirmar es que defendamos el vegetarianismo como un principio de justicia y no como una simple moda, pues la vida de los animales está en juego y es nuestra responsabilidad hacer que las cosas cambien educándonos y educando a l@s demás.
HORIZONTES INELUDIBLES: NO TODAS LAS DECISIONES VALEN LO MISMO [3]
Charles Taylor nos habla sobre cómo el valorar todas las decisiones por igual, el "cada uno que haga lo que quiera" sin establecer un horizonte valorativo, nos lleva al relativismo moral:
(...) "las formas más egocéntricas y narcisistas de la cultura contemporánea son manifiestamente inadecuadas." (...) "la cultura contemporánea se desliza hacia un relativismo blando. Ello otorga un valor adicional a una presunción general: las cosas no tienen significación en sí mismas sino porque las personas así lo creen, como si pudieran determinar qué es significativo, bien por decisión propia, bien quizá sólo porque así lo piensan." (...) "Las cosas adquieren importancia contra un fondo de inteligibilidad. Llamaremos a esto horizonte. Se deduce que una de las cosas que no podemos hacer, si tenemos que definirnos significativamente, es suprimir o negar los horizontes contra los que las cosas adquieren significación para nosotros. Este es el tipo de paso contraproducente que se da con frecuencia en nuestra civilización subjetivista. Al acentuar la legitimidad de la elección entre ciertas opciones, muy a menudo nos encontramos con que privamos a las acciones de su significación." (...) "un horizonte de significado, por el que algunas cosas valen la pena y otras algo menos, y otras no valen en absoluto la pena, con mucha anterioridad a la elección."
Esta idea enlazaría con el argumento “El bien y el mal no existen, sólo existen intereses relativos a sujetos”
[6].
"No me siento superior por ser vegana. Lo cierto es que soy vegana porque no me siento superior a nadie."
Michele McCowan