El creacionismo es un conjunto de creencias, inspiradas en doctrinas religiosas, según las cuales la Tierra y cada ser vivo que existe actualmente proviene de un acto de creación por uno o varios seres divinos, cuyo acto de creación fue llevado a cabo de acuerdo con un propósito divino.
Según el libro Génesis de la Biblia, Dios(1) creó el paraiso hace 6000 años junto a todos los animales que han existido a lo largo de toda la historia de este planeta (dinosaurios, megafauna, etc). En dicho paraíso todos los animales, incluido el humano, se alimentaban de forma 100% vegetariana y vivían en paz y armonía, pues Dios lo consideraba muy bueno:
Entonces... ¿por qué Dios diseñó un paraiso vegetariano con animales con grandes colmillos y garras?... Si Dios, con su capacidad de omnisciencia, sabía que los seres humanos a quienes iba a diseñar le iban a desobedecer y a crear un mundo de sufrimiento ¿por qué los creó? Si los animales no-humanos herbívoros convivían pacíficamente en el paraíso ¿por qué trás el pecado que cometieron Adán y Eva Dios permitió que una parte de los animales hervívoros se convirtieran en carnívoros y comenzaran a asesinar a inocentes?...
La ciencia de la evolución es la única teoría epistemológicamente honesta que además es compatible con la visión cristiana. Presuponer un "diseño" activo en la naturaleza desemboca en el malin génie (genio maligno) cartesiano: ¿cómo encajar el diseño "inteligente" creado por un Dios benevolente con los parásitos, los animales depredadores o el canibalismo sexual?
Por poner un ejemplo, según los creacionistas, el smilodon californicus (dientes de sable)
fue diseñado y creado por Dios para comer pasto verde en el Paraiso que describe la
Biblia y, trás el pecado de Adan y Eva, comenzó a asesinar a otros animales.
Según el libro Génesis de la Biblia, Dios(1) creó el paraiso hace 6000 años junto a todos los animales que han existido a lo largo de toda la historia de este planeta (dinosaurios, megafauna, etc). En dicho paraíso todos los animales, incluido el humano, se alimentaban de forma 100% vegetariana y vivían en paz y armonía, pues Dios lo consideraba muy bueno:
"Y continuó diciendo: «Yo les doy todas las plantas que producen semilla sobre la tierra, y todos los árboles que dan frutos con semilla: ellos les servirán de alimento. Y a todas la fieras de la tierra, a todos los pájaros del cielo y a todos los vivientes que se arrastran por el suelo, les doy como alimento el pasto verde». Y así sucedió. Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el sexto día". (Génesis 1:29-31)
Entonces... ¿por qué Dios diseñó un paraiso vegetariano con animales con grandes colmillos y garras?... Si Dios, con su capacidad de omnisciencia, sabía que los seres humanos a quienes iba a diseñar le iban a desobedecer y a crear un mundo de sufrimiento ¿por qué los creó? Si los animales no-humanos herbívoros convivían pacíficamente en el paraíso ¿por qué trás el pecado que cometieron Adán y Eva Dios permitió que una parte de los animales hervívoros se convirtieran en carnívoros y comenzaran a asesinar a inocentes?...
La ciencia de la evolución es la única teoría epistemológicamente honesta que además es compatible con la visión cristiana. Presuponer un "diseño" activo en la naturaleza desemboca en el malin génie (genio maligno) cartesiano: ¿cómo encajar el diseño "inteligente" creado por un Dios benevolente con los parásitos, los animales depredadores o el canibalismo sexual?
Por poner un ejemplo, según los creacionistas, el smilodon californicus (dientes de sable)fue diseñado y creado por Dios para comer pasto verde en el Paraiso que describe la
Biblia y, trás el pecado de Adan y Eva, comenzó a asesinar a otros animales.
NOTAS
(1) Una definición coherente de Dios debe ser presentada antes que la cuestión de su existencia deba ser discutida de manera significativa (ver ignosticismo).
MÁS INFORMACIÓN
- cynical-c.com - Teaching Christian Children About Dinosaurs
- meneame.net - El Sr.Dios, los colmillos y las garras
- revolucionnaturalista.com - Francisco J. Ayala: Evolución y teodicea
