MALTRATO: Tauromaquia y otros espectáculos taurinos
Quien dice que «los humanos deben ser respetados porque son humanos» no está dando ninguna razón, está defendiendo una ética hueca, pues ya sabemos que «los humanos son humanos», «los blancos son blancos» y los «hombres son hombres». La razón por la que un humano debe ser respetado es porque tiene una conciencia[1] gracias a la cual puede sufrir y disfrutar, y por lo tanto tiene intereses respecto a dichas experiencias que deben ser éticamente considerados. Quienes no son humanos deben ser respetados exáctamente por esta misma razón. Discriminar a alguien porque es una determinada especie es especismo[2]. El especismo es una discriminación arbitraria que sigue el mismo patrón que siguen todas las discriminaciones arbitrarias, como lo son el racismo, el sexismo, etc.
TAUROMAQUIA
La tauromaquia, corridas de toros o lídia, es un espectáculo en el que, apelando al «arte» y a la «valentía», se tortura y mata «artísticamente» a un toro en una plaza para regocijo de quienes pagan por presenciarlo. Otros animales perjudicados por la tauromaquia son los caballos. La tauromaquia se inventó en la península ibérica en el siglo XII bajo el poder del catolicismo y ya desde sus orígenes fue condenada por una parte de la sociedad: Alfonso X el Sabio, la Iglesia Católica, Pío V, Felipe V, Fernando VI, Carlos III, Carlos IV, Vargas Ponce, el marqués de San Carlos... El Papa Pio V decía: «Esos espectáculos donde se corren toros no tienen nada que ver con la piedad cristiana; por ser espectáculos cruentos y vergonzosos, propios no de hombres, sino del Demonio». Actualmente la tauromaquia sigue siendo legal en España (excepto en las Islas Canarias y en Cataluña), en Portugal, en el sur de Francia, en México, Colombia, Perú, Venezuela, Ecuador y en Costa Rica. Es también espectáculo de exhibición en China, Filipinas y en Estados Unidos. A los aficionados a la tauromaquia y a otros espectáculos en los que también maltratan a toros, vacas y caballos se les llama taurinos.
La lidia de toros consta de tres tercios: el de varas, el de banderillas y el de muerte.
Los antitaurinos no están en contra de los toros, sino en contra de las corridas de toros o tauromaquia. Los antitaurinos defienden a los toros y los taurinos defienden la tauromaquia. No hay nada más hipócrita y manipulador que un taurino diciendo «¡vivan los toros!» o usando la silueta de un toro como símbolo, pues es un símbolo que violan y destruyen en un espectáculo. Si los toros simbolizan algo es la vida, la fuerza y la nobleza, en cambio el torero es un símbolo de la tortura, la muerte, la debilidad, la traición y el retraso ético.
Los taurinos afirman que «aman al toro», pero defienden que se les claven rejones, banderillas y espadas. Es similar al lenguaje que usan los maltratadores de mujeres, que dicen «la pego y mato porque la amo».
2. Maltratos en las ganaderías de lidia
Existen una serie de maltratos a los que se les somete a los toros que viven en las fincas ganaderas. El 2 de diciembre de 2015, José Enrique Zaldívar Laguía, presidente de AVATMA, publicó un informe veterinario titulado «Maltrato animal en las ganaderías de lidia» en el que se describen los maltratos a los que son sometidos los toros en las fincas ganaderas:
- Enfundado.
- Afeitado.
- Descornado.
- Condiciones de transporte.
- Lidias a puerta cerrada en las que toreros, novilleros, rejoneadores, aprendices de tauromaquia, y banderilleros, se entrenan y matan animales de diversas edades, normalmente becerros (menos de 2 años) y novillos (animales de 2 y 3 años). En ocasiones este tipo de entrenamientos también se llevan a cabo con vacas.
- Lañado
- Herrado: les producen quemaduras mediante hierro a fuego vivo.
- Tentaderos de hembras y machos en plaza de la ganadería y en el campo.
- Prácticas descubiertas en la ganadería de un rejoneador portugués: “entrenamiento de perros alanos con vacas bravas”.
3. Transporte a la plaza
Los toros padecen una gran cantidad de estrés en el transporte, perdiendo decenas de kilos debido a ello.
4. El sufrimiento silenciando
El 22 de agosto de 2016, José Sepúlveda S., un técnico de sonido de televisión al que muchas veces le tocó trabajar en las retransmisiones taurinas, compartío por Facebook lo que él presenció en numerosas ocasiones desde su puesto de trabajo:
«En mi caso, que me ha tocado llevar el sonido en alguna retransmisión, siempre he comentado, que si en lugar de la mezcla de sonido de la banda de música, aplausos, bravos, olessss y demás... el sonido fuera el que capta el Sennheiser 816 (micrófono que capta a gran distancia y buena calidad) a pie de ruedo, donde se escucha perfectamente el sonido de la banderillas al entrar en la piel, los mugidos de dolor que da el animal a cada tortura a la que se somete... y además lo acompañáramos de primeros planos de las heridas que lleva, de los coágulos como la palma de una mano, de la sangre que le brota acompasada al latir del corazón o la mirada que pone en animal antes de que le den la estocada final, creo que el 90% apagaría el televisor al presenciar semejante carnicería a ritmo de pasodoble.
Yo, personalmente pedí el dejar de hacer ese tipo de trabajo, precisamente un día que en Castellón me tocó estar en el callejón y me cabreé mucho al escuchar a un toro, al cual el torero falló cuatro veces con el estoque y harto de escuchar al pobre animal me quité los auriculares... No tuve bastante, que mientras agonizaba, escupía, se ahogaba en su sangre, se vino a morir justo pegado a mi, apoyado sobre las maderas mientras daba pasmos y su mirada ensangrentada y con lágrimas, sí lágrimas, sean o no sean de dolor, se cruzó con la mía y no nos la perdimos hasta que un inútil .... falló dos veces con el descabello, al que le dije de todo.
Ahí acabó mi temporada torera de por vida.
Son sentimientos personales y lo mas probable es que a un amante de "la fiesta" le parezca ridículo, pero para mí, más ridículo es cuando después de semejante carnicería, giras la vista al público y los ves allí aplaudiendo, comiendo su bocata sin inmutarse, ni habiendo visto y oído lo que yo.»
5. Picadores en la "suerte de varas"
El picador es, en las corridas de toros, el encargado de preparar al toro para el tercio de muleta. Lleva la responsabilidad del toreo a caballo en las corridas de toreros de a pie. Utiliza una vara larga con una punta metálica para puyar al toro y producir desgarramiento de los tejidos ubicados en la cruz del mismo, no solo para debilitar al animal, sino también para reducir su capacidad de embestir alzando la cabeza. Algunas opiniones los consideran como una evolución del antiguo toreo por lanceo al que fuese aficionada la nobleza europea hasta la alta Edad Media. Hasta bien entrado el siglo XX, en concreto hasta 1928 en plena dictadura de Primo de Rivera, los caballos de los picadores eran caballos viejos o en mal estado que no contaban con protecciones y estaban condenados a morir en la plaza. Actualmente no es raro que de vez en cuando algunos caballos mueran por los fuertes impactos que sufren y a veces por cornadas.
6. Toreo
Los bóvidos sólo hacen ejercicio un 3% del tiempo de su vida. Durante la faena de la muleta se fuerza al toro a realizar un ejercicio físico muy intenso, lo cual les produce importantes alteraciones orgánicas.
7. Tercio de banderillas
[pendiente]
8. Banderillas de castigo
Antes se le clavaban a los toros unas banderillas con explosivos, que fueron sustituídas por unas banderillas negras, que se clavan a mayor profundidad en el cuerpo de los toros que las banderillas normales.
9. La estocada
El estoque es una espada de acero de una longitud de 80 cm a 88 cm, desde la empuñadura hasta su punta. El tercer tercio de la lidia o «suerte suprema» comienza con la estocada del toro. El toro es atravesado con el estoque, lo cual le destrozará órganos internos (hígado, pulmones, corazón, pleura, arterias, etc.), dependiendo por dónde entre la espada en su cuerpo. Si el toro «tiene suerte» (un 14% de los casos) la espada seccionará grandes vasos de la cavidad torácica, como la vena cava caudal, y morirá rápido, sino pasará por un dolor y sufrimiento extremos, a veces muriendo ahogado en su propia sangre.
10. El descabello
Si tras la estocada, el toro no dobla las manos, es decir, si permanece de pie en el ruedo durante más tiempo del normal, se procede al descabello. El descabello consiste en que el torero clava en la nuca del toro una espada llamada «estoque de descabello» o «verduguillo» que lleva un tope fijo en forma de cruz a 10 cm de su punta con el objetivo de seccionarle la médula espinal a la altura de la primera y segunda vértebra cervical o a la altura del orificio occipito atlantoideo. De esta manera el toro queda tetrapléjico (lo llaman «descordar»), cayendo éste al suelo si estaba de pie, o impidiendo que se levante en el caso de que ya estuviera en el suelo. El descabello no es fácil, por lo que generalmente el torero se lo clava varias veces, con el consecuente dolor y sufrimiento. En estos casos el torero pincha con el verduguillo el morro del toro para que baje más la cabeza, aumentando su dolor y sufrimiento. Una vez que el torero logra dejar tetrapléjico al toro, éste estará aún consciente, y será apuntillado.
11. La puntilla
La puntilla consiste en matar al toro clavándole con saña un cuchillo de 10 cm de largo en la nuca. En 2006, la Organización Mundial de la Salud Animal prohibió por su crueldad el uso de puntilla para matar a bóvidos en los mataderos, pero sigue usándose en las corridas de toros. José Enrique Zaldívar Laguía, veterinario y representante de AVATMA, en su artículo «Solicitud a la Real Academia Española para que cambie el término “descabellar”» lo explica de la siguiente manera: «Con el uso de la puntilla, los músculos respiratorios incluido el diafragma quedan paralizados, por lo que el animal se asfixia. Puede tardar entre 1 y 4 minutos en perder la consciencia dependiendo de su edad, de su estado de forma física y de su herencia genética. Además y como consecuencia de la sección de las arterias, la sangre llegará cargada de CO2 al encéfalo provocando la hipoxia cerebral».
Cuando un toro mata a un torero no le cortan las dos orejas y el rabo al torero, ni se saca al toro por la puerta grande, sino que se mata al toro. Además, es una tradición taurina que la madre del toro que mató al torero sea enviada al matadero para acabar con su estirpe. En el artículo «Víctor Barrio, una esperanza rota» mencionan esta tradición taurina: «La estirpe de Lorenzo, el toro asesino, termina con él. Como manda la tradición, el ganadero de Los Maños, de casta Santa Coloma, mandará al matadero a su madre, la vaca Lorenza». Es curioso que cuando el torero mata a un toro no se mata al torero ni a su madre.
Argumentos taurinos
Para intentar justificar la tauromaquia se utilizan los siguientes argumentos:
En tauromaquia se entiende por toreo de vaquillas, suelta de reses o capeas, los festejos consistentes en correr o torear reses bravas de 2 a 3 años o incluso de menor o mayor edad, por participantes aficionados en una plaza o recinto cerrado, o por las calles de una población.
Hay quienes se oponen a las corridas de toros pero afirman que en el espectáculo conocido como recortes no se hace daño a los toros.
Los toros que usan en los recortes han sido obligados a salir de su hábitat, siendo separados de su rebaño. Luego han sido forzados a introducirse en una jaula en la parte trasera de un vehículo. Después han sido transportados cientos de kilómetros, teniendo el estrés que eso significa para alguien que se encuentra en esa situación y que no entiende lo que está pasando. Después es obligado a meterse en unos corrales, a veces reducidos en espacio. Después de ello es obligado a salir a una plaza circular y sin salida. Las gradas están llenas de humanos que gritan y hacen ruidos de lo más variopintos. En la plaza hay unos humanos que molestan al toro para hacer sus acrobacias y entretener un rato a la gente. Después de ello el toro vuelve al corral y quien sabe si al día siguiente le volverán a hacer lo mismo o será trasladado a otro lugar.
Becerradas
Una becerrada es una corrida de toros en la que las víctimas son terneros de menos de dos años de edad, quienes son torturados psicológicamente y físicamente mediante objetos punzantes (banderillas) y matados con un estoque/cuchillos por miembros de las peñas de un pueblo o por otras personas. La Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y del Maltrato Animal (AVATMA) elaboró un «Informe Técnico Veterinario Sobre las Becerradas» en el que se detalla el sufrimiento al que se les somete a los becerros en estos espectáculos. En el artículo «Cómo reglamentar el maltrato animal más cruel», el veterinario José Enrique Zaldívar Laguía se pregunta cómo es posible que desde un punto de vista legal se siga permitiendo la existencia de becerradas. Las becerradas suelen realizarse a puerta cerrada a la prensa, razón por la cual los activistas tienen que realizar las grabaciones discretamente.
Las becerradas se realizan en numerosas localidades españolas y de otros países. En las siguientes localidades se realizan becerradas (País, Región, Localidad. Notas):
España, Toledo, Valmojado (2016)
España, Ciudad Real, Villarubia de los Ojos. (2015)
España, Madrid, El Escorial. (2010-2014)
España, Madrid, Pozuelo de Alarcón. (2015)
España, Madrid, Zarzalejo. (2015)
España, Madrid, Cantalejo.
España, Segovia, San Rafaél. (2015)
España, Valencia, Algamesí: (En septiembre). A los maltratadores les llaman «cadafaleros».
México, Santiago Cuautlalpan, Cinco Villas. (2014)
[Falta añadir más localidades]
Correbous
"El correbou son mogollón de valientes los que achuchan al animal, después de prenderle dos bolas de fuego en las astas (el toro embolat), o de atarle por los cuernos a un paredón o árbol (el toro capllaícat). Y, ale, ya está organizada. A reírse y a pasarlo guay con los mugidos y espantadas del toro que, por supuesto, nada tiene que ver con el toro bravo de las corridas."[12]
El 28 de julio de 2016, la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y del Maltrato Animal (AVATMA) elaboró un informe titulado «Informe técnico veterinario sobre el sufrimiento de los “toros de fuego” o “toros embolados”» en el que detalla minuciósamente el sufrimiento al que se les somete a los toros en este tipo de espectáculos. En él se llega a clasificar este espectáculo como uno de los más crueles: «El intenso sufrimiento tanto físico como emocional que padecen los toros durante los espectáculos descritos en este informe nos hace clasificar a éstos como unos de los más crueles ejemplos de tortura animal institucionalizada en nuestro país, éticamente inaceptable desde cualquier punto de vista».
El Toro de la Vega
todos los años por septiembre se realiza en la localidad de Tordesillas un espectáculo llamado «El Toro de la Vega», en el cual se clavan lanzas a un toro hasta matarle. El 29 de noviembre de 2015, la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y del Maltrato Animal (AVATMA) publicó «El Toro de la Vega sí sufre», una carta a José Antonio González Poncela, alcalde de Tordesillas, en respuesta a unas declaraciones en las que afirmaba que «El toro siente dolor pero no sufre». En dicha carta se expone, desde un punto de vista veterinario, el sufrimiento que padecen los toros cuando son utilizados en dicho espectáculo.
Un veterinario explica qué siente el astado durante el Toro de la Vega (Link)
El maltrato de los encierros
A nadie le gusta que se diviertan a su costa, y eso es precísamente lo que ocurre en los encierros. Los encierros son un espectáculo taurino que se realiza principalmente en pueblos, aunque también se realizan en alguna ciudad, destacando el caso de Pamplona (San Fermines) y algunas otras. Los toros son transportados desde la ganadería a unos corrales situados en el lugar donde se realizará el encierro. Los toros son sacados del corral y motivados a correr por un recorrido vallado hasta la plaza de toros, en la que posteriormente serán maltratados hasta la muerte. Los toros y vacas sufren miedo, estrés y fatiga en los encierros. Es frecuente que los toros y vacas que son usados en los encierros sufran lesiones por caídas, y que a veces algunos de ellos mueran debido a la rotura del cuello, por la cornada de otro toro nervioso o por un ataque al corazón. Otras veces son matados por disparo de la policía o incluso de un aficionado. Las leyes exigen que se mate al toro tras el encierro, excepto en Navarra, Aragon, Comunidad Valenciana y Cataluña. A continuación dejo una lista de algunos toros que han muerto en los encierros de España:
Algunos taurinos se dan cuenta del maltrato que producen o promueven y deciden ser antitaurinos, animalistas e incluso veganos. Por ejemplo, el ex torero colombiano Álvaro Munera.
La primera persona que intentó prohibir la tauromaquia fue Alfonso X, el rey de Castilla:
"Alfonso X, en Las Partidas, regula la participación en estos juegos (taurinos) y recomienda que los prelados no se dediquen a alanzar o bohordar o lidiar los toros o otras bestias bravas ni ir a ver a quienes las lidian" (Alfonso X, 1221-1284) [3]
Según el filósofo Jesús Mosterín:
A partir del siglo XVII se inició lo que Ortega y Gasset llamó la tibetanización de España, es decir, el aislamiento de nuestro país de los vientos ilustrados que soplaban en el resto de Europa. No sólo seguíamos haciendo filosofía escolástica ramplona, y no participábamos en la gran aventura de la ciencia moderna, sino que tampoco la nueva sensibilidad moral hacía mella entre nosotros. En esa España sumida en el oscurantismo y la chabacanería fue extendiéndose la variedad plebeya (a pie) de la tortura pública de los toros, hasta dar lugar a la actual corrida, con su insultante cursilería, sus gestos amanerados y, sobre todo, su abyecta y anacrónica crueldad (...) La puntilla es el único momento de piedad en todo ese esperpento sádico, atroz para el toro que lo sufre, y degradante para la embotada sensibilidad del aficionado que lo contempla.
Afortunadamente, y aunque sea con retraso, España se está incorporando ahora al carro europeo y haciendo suyos los valores de la Ilustración. Sin embargo, la España negra todavía colea, y todavía encuentra intelectuales casticistas dispuestos a jalear todo lo más cutre y cruel de la tradición carpetovetónica en nombre de un nacionalismo trasnochado y hortera, defendido con chulería numantina frente a las críticas del resto del mundo (...) El debate está servido, y sólo tiene una salida racional: la abolición de esas bolsas de crueldad –en expresión de Ferrater Mora- que son las corridas de toros, y la transformación de las dehesas ganaderas en parques naturales.[4]
La complicidad del poder y la iglesia con las corridas de toros[5]
En 1565 un concilio en Toledo para el remedio de los abusos del reino, declaró las funciones de toros “muy desagradables a Dios”, y en 1567 el Papa Pío V promulgó la bula De Salutis Gregis Dominici, pidiendo la abolición de las corridas en todos los reinos cristianos, amenazando con la excomunión a quienes las apoyaban, pero su sucesor Gregorio XIII modera el rigor de la bula de San Pío V, conforme al deseo de Felipe II de levantar la excomunión. En 1585, Sixto V vuelve a poner en vigor la condenación, que a su vez es cancelada en 1596 por Clemente VIII. Felipe III renovó y perfeccionó la plaza mayor de Madrid en 1619, con capacidad para casi sesenta mil participantes, y Felipe IV, además de alancear toros y matar uno de un arcabuzazo en la Huerta de la Priora, estoqueó a muerte a más de cuatrocientos jabalíes.
Durante los siglos XVI y XVII, en España y el sur de Francia ya se practicaba la suelta de vaquillas y toros por calles y plazas, y otros festejos como los toros de fuego y los toros embolados, ensogados o enmaromados, comparables en crueldad con el espectáculo aristocrático de la corrida en el que el caballero tenía un papel preponderante en el acoso y muerte del toro, que también sufría las mil provocaciones que le causaban los peones desde los burladeros o caponeras, los arpones que la chusma le clavaban y los arañazos de algunos gatos introducidos en algún tonel que el toro desbarataba. En Sevilla, se documenta una corrida, a cargo de la cofradía de Santa Ana, con “seis o doce toros con cinteros y sogas para regocijo del pueblo”, llegando a generalizarse en las grandes corridas a caballo, con rejones, la provisión de un primer toro “para que sea burlado, humillado y muerto por el pueblo de a pie”.
El entusiasmo de la nobleza por las corridas se mantuvo durante el reinado de Carlos II, pero a partir del siglo XVIII, cuando la nobleza se desentendió del toreo a caballo, a raíz de la prohibición de Felipe V de las llamadas “fiestas de los cuernos” (también rehusó participar en un auto de fe organizado en su nombre al principio de su reinado), se impuso el protagonismo plebeyo en el toreo a pie, con la novedad de la muerte del toro a manos de la gente más vil y poco refinada vinculada con el abasto de carne y los mataderos, donde desarrollaron su particular modalidad tauricida hasta formar en el siglo XVII cuadrillas de peones o chulos provistos de capas, que se unieron a los patéticos y despiadados jinetes (varilargueros), para correr (provocar el acoso del toro), doblar (hacerle dar vueltas bruscamente con el engaño), pinchar y rematar (desjarretar) a los toros agotados que rehuían el doloroso encuentro con sus verdugos a caballo y los perros de presa. Pasando de ser el enfrentamiento con el toro un entrenamiento “deportivo” a un negocio lucrativo que siguió contando con el apoyo real para erigir en la Puerta de Alcalá de Madrid la vieja plaza de obra de fábrica, donada por Fernando VI a la Real Junta de Hospitales, que fue inaugurada en 1754.
A partir de la segunda mitad del siglo XVIII se destinan extensas tierras para pastos, mientras el matador de toros alcanza renombre como espada y se consuma la dictadura taurina, al margen de la ley, con la proliferación de plazas permanentes, al estilo de los coliseos romanos, como un cáncer de la razón, con la consiguiente perversión y vulgarización de las malas costumbres y la pérdida de valores éticos y sociales que los españoles ilustrados trataron de corregir, sin éxito, con una legislación más humanitaria y socialmente acertada.
La conciencia humanitaria ilustrada y el despotismo taurino[5]
A finales del siglo XVIII, una iniciativa para civilizar las costumbres del país del conde de Aranda, ministro del gobierno ilustrado de Carlos III y presidente del Consejo de Castilla, desembocó en la promulgación de la Real Orden de 23 de marzo de 1778, que prohibía las corridas de toros de muerte en todo el reino, con excepción de aquéllas destinadas a sufragar, “por vía de arbitrio”, algún gasto de utilidad pública o fines benéficos, siendo éstas prohibidas también posteriormente por la “pragmática-sanción en fuerza de ley” de 9 de noviembre de 1785, que contemplaba su “cesación o suspensión”. Finalmente, por el decreto de 7 de septiembre de 1786 se consumó la total prohibición de todos los festejos, sin excepciones, incluidas las corridas concedidas con carácter temporal o perpetuo a cualquier organismo como “las Maestranzas u otro cualquiera cuerpo”. En 1790, otra “Real Provisión de los señores del Consejo”, erradicaba, no sólo la versión espectáculo de la recién inventada “corrida moderna”, sino cualquier celebración que tuviera al toro como víctima protagonista, en virtud de la cual se prohibía “por punto general el abuso de correr por las calles novillos y toros que llaman de cuerda, así de día como de noche”. En 1805, otro real decreto de Carlos IV reiteraba la abolición de las corridas de toros en España y sus territorios de ultramar, aunque se toleraban algunas excepciones con fines benéficos. Prohibición que dejó de ser efectiva incluso antes de la llegada de Fernando VII, el rey absolutista que restaura el tribunal de la inquisición (abolido en 1808) y da su apoyo a las corridas, mientras suprime las libertades y la constitución de 1812. Cerrando las aulas de la Universidad en todo el reino, al mismo tiempo que crea, en 1830, la primera escuela de tauromaquia, con sede en el matadero sevillano, que sería cerrada tras su muerte, en 1834, bajo la regencia de María Cristina.
El deseo de la mafia taurina de afianzar su poder e imponer su espectáculo a toda costa a la población española incrementa el ritmo de construcción de circos de muerte a lo largo del siglo XIX (en respuesta a la prohibición legal de las corridas), en cuyo período se erigen y se aumenta la capacidad de la mayoría de los que hoy están en uso. Provocando el apasionado clamor literario de la poetisa española Carolina Coronado (1823-1911) contra la profusión de circos taurinos, en su poesía Sobre la construcción de nuevas plazas de toros en España. Durante el siglo XIX se regula la matanza de los toros al margen de la ley, publicándose en 1836 la Tauromaquia completa, mientras se organizan espectáculos en los que participan perros y otras especies animales, al más puro estilo del antiguo circo romano, como el enfrentamiento que tuvo lugar en Madrid entre un toro y un elefante en 1898.
La muerte de miles de caballos, horriblemente destripados, convierte las corridas de toros en verdaderas carnicerías que acaban reduciendo la población equina a la mitad en el último tercio del fin de siglo, lo que motiva la introducción en 1928 del peto, una colcha protectora de invención francesa, que no elimina el sufrimiento del caballo, pero evita herir la sensibilidad de los espectadores que menos toleran la sangre.
Los ganaderos manipulan el comportamiento y la fuerza del toro reduciendo su tamaño y fabricando un animal acomodaticio por medio de sucesivos cruzamientos para adaptarles al ritual taurino “moderno”.
Pablo Iglesias (1850-1925), figura indiscutida del Partido Socialista (PSOE) desde su legalización en 1881, condena públicamente las corridas de toros; pero es su propio partido el que las legaliza de nuevo en España mediante el Real Decreto 176/1992, de Juan Carlos I, que, lejos de tipificar la crueldad como delito como corresponde a un gobierno constitucional democrático, establece las medidas para fomentar la barbarie taurina “en atención a la tradición y vigencia cultural de la fiesta de los toros”, especificando las características y el tamaño de las armas, legalmente homologadas, que los verdugos deben emplear para torturar a sus víctimas, como las banderillas; más largas que hace dos siglos, las banderillas negras (que reemplazaron a las de fuego con cartuchos de pólvora), para aterrorizar al toro manso que no colabora con sus verdugos, así como la puya o pica, la espada o estoque y la puntilla propia del matadero y el arsenal taurino.
La tauromaquia en la actualidad
En abril de 2011, Servimedia publicó la siguiente información:
El número de corridas de toros en la Comunidad de Madrid descendió en un 25,9% entre 2008 y 2009, según los últimos datos estadísticos disponibles del Ministerio del Interior, a los que tuvo acceso Servimedia. El pasado jueves, el Gobierno regional aprobó un decreto por el que declara la tauromaquia Bien de Interés Cultural (BIC) en la Comunidad de Madrid. En 2009 se celebraron 100 corridas de toros en la región, frente a las 135 de 2008. Además, se trata de la cifra más baja de la última década, a falta de confirmar la cifra del año pasado, ya que el número de estos festejos taurinos en la Comunidad de Madrid fue de 133 en 2001, 135 en 2002, 128 en 2003, 120 en 2004, 116 en 2005, 127 en 2006, 148 en 2007, 135 en 2008 y 100 en 2009. El número de espectáculos taurinos (corridas de toros, corridas con rejones, festejos mixtos, festivales con picadores y novilladas con picadores) también ha descendido, con 368 en 2008 y 284 en 2009, lo que significa una caída del 22,8%.
Los datos de 2009 reflejan una caída de los principales festejos taurinos respecto de la media de la última década, con 100 corridas de toros (126,9 de promedio entre 2001 y 2009), 29 corridas con rejones (35,4) y 123 novilladas con picadores (141,2).
Según un estudio de 2008 del instituto IG Investiga[6] sobre la afición por los toros en España, existe un desinterés generalizado hacia las corridas de toros, seguidas con atención sólo por el 9,2% de los españoles, frente al 67,2% que se declaran nada interesados en ellas.
Además, son también el espectáculo con menos afluencia de los elegidos por los españoles, sólo con el 9,8% del total, por debajo incluso de la asistencia a debates y mesas redondas (13,8%), comparado con el 28% de los asistentes a eventos deportivos, según la última Encuesta de hábitos y prácticas culturales en España de 2007 que editó el Misterio de Cultura[7].
Según las estadísticas taurinas del Ministerio de interior, en la Comunidad de Madrid las corridas de toros descendieron un 22,83% del año 2008 al 2009.[8]
Aún así, los taurinos pretenden llevar a la UNESCO las corridas de toros para que sean declaradas Patrimonio de la Humanidad; de ahí su interés en dar el paso previo de ser reconocidas en nuestro país como Bien de Interés Cultural, o cambiar las competencias de los asuntos taurinos del Ministerio de Interior al de Cultura.
"Todos los que sabían de verdad de esto han muerto, y los que quedamos moriremos dentro de poco sin que se nos sustituya porque ahora vas a las plazas y casi no ves gente joven." José Méndez, ganadero (05/03/2010)[9]
LAS SUBVENCIONES PARA LA TAUROMAQUIA
La industria taurina recibe más de 550 millones de euros anuales de dinero del contribuyente que podrían ser invertidos en servicios públicos, entre ellos en una mejora de la sanidad. Esto sin duda beneficiaría a familias con personas que padecen enfermedades y que van mendigando dinero en espectáculos tan lamentables como las corridas de toros benéficas. Las mal llamadas corridas “benéficas” normalmente resultan deficitarias, ya que todo el mundo cobra en ellas, incluido el empresario organizador, y la venta de entradas no llega a compensar ni una pequeña parte de los gastos. Finalmente son los ayuntamientos quienes cubren todas las pérdidas con el dinero del contribuyente. Es lamentable que el mundo taurino se sirva de ONGs y supuestas corridas altruistas para tratar de mitigar el rechazo social que una actividad tan cruel comporta. También es lamentable que los ayuntamientos y las administraciones colaboren con esta injusticia[10].
En la sección "ACTIVISMO" (en la parte inferior de esta página) hemos dejado un enlace a una guía en la que se te explica cómo puedes dejar constancia de tu queja por las subvenciones a la tauromaquia cuando presentes tu Declaración de la Renta.
- En noviembre de 2010, el diario alemán Die Tageszeitung (TAZ) denunció que las subvenciones agrícolas de la UE hayan ido a parar a criadores de toros de lidia españoles y consideró que “la UE está patrocinando la crueldad hacia los animales”. El titular dice “Pagado con sus impuestos” sobre una foto de un torero a punto de descabellar a un toro". Die Tageszeitung relató los detalles de la muerte de Millonario, un toro lidiado en la Plaza de Tudela y aseguró que la política agraria de la UE es responsable de un fin cruel. Explican que la familia Martin, criadora del toro en cuestión en Cáceres, recibió parte de los 60.000 millones de euros que la PAC destina a subvencionar las perdidas de explotaciones ganaderas europeas. “200 de los 1.400 miembros de la asociación española de criadores UCTL recibieron un total de cerca de 26 millones de euros de la Unión Europea. Un promedio de 130.000 euros por explotación ganadera, de los cuales el 20% sale de los hombros de los contribuyentes alemanes”. [11]
Corridas de toros "benéficas"
En España, algunas organizaciones utilizan un espectáculo inmoral como es la tauromaquia para recaudar dinero para fines benéficos en lo que se vienen a llamar "corridas de toros benéficas". Algunas de dichas organizaciones son: ANADE, Asociación de Padres de Niños Deficientes, Asociación de Víctimas del Terrorismo, Asociación Española contra el Cáncer, Ayuda en Acción, Cártitas Diocesana, Cruz Roja, Intermon Oxfam, Manos Unidas, Premio Príncipe de Asturias (recauda fondos con distinciones a matadores, no es de extrañar, teniendo en cuenta las aficiones de la Casa Real), Proyecto Hombre, SOS Children, UNICEF.
ALTERNATIVAS A LA TAUROMAQUIA
Estando cada día más cerca la abolición de la tauromaquia, es decir, del tauricidio, la empresa Boston Dynamics ofrece a los aficionados una alternativa libre de crueldad hacia el resto de animales sintientes al mismo tiempo que pueden seguir jugándose la vida o disfrutando con ello: la taurobotmaquia, Big Dog convertido en toro robótico. Las corridas de toros veganas pueden ser posibles.
- Acabemos con la tauromaquia y la esclavitud animal -> Por la liberación animal.
- Animal, la película
- Antitauromaquia
- asaltoalruedo.org -> Asalto al Ruedo. Plantando cara al mundo taurino en su terreno.
- asturiasantitaurina.info -> Asturias Antitaurina.
- avadeta.blogspot.com -> Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia (AVAT).
- Barcelona Mata
- -> CAS International (Comité Anti Stierenvechten) es la organización más grande del mundo que trabaja exclusivamente por la abolición de las corridas de toros y fiestas crueles donde toros y otros animales son torturados. Junto nuestras organizaciones colegas, queremos acabar con este abuso animal lo más pronto posible.
- dosorejas.org -> Iniciativa Legislativa Popular para la abolición de las corridas de toros en la Comunidad de Madrid.
- enlapieldeltoro.org -> En la Piel del Toro. Ponte en la piel del Toro. Por la abolición de la tauromaquia.
- faace.co.uk -> Fight Against Animal Cruelty in Europe (FAACE).
- flac-anticorrida.org -> La Federación de las Luchas para la Abolición de las Corridas (F.L.A.C.) fué creada immediatamente después de los "Días Europeos Anti-corrida", que tuvieron lugar en Abril de 93 en Béziers (al sur de Francia).
- aranapeluda.blogspot.com -> La Araña Peluda. Triste es prohibir, pero más triste es torear.
- latortura.es -> La Tortura.
- latorturanoescultura.org -> La plataforma La Tortura No es Cultura nace como reacción unificada del movimiento animalista a la intención de la Presidencia de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre de declarar la tauromaquia BIEN DE INTERÉS CULTURAL. La convocatoria, lanzada el 7 de marzo, a iniciativa del PACMA (Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal), tuvo como objetivo conseguir una reunión de las organizaciones animalistas para coordinar una protesta conjunta y acordar un manifiesto que fuese apoyado por intelectuales y distintas personalidades de la sociedad española. La mayoría de las organizaciones invitadas acudieron a la llamada y a partir de ese mismo momento comenzó la organización conjunta de lo que sería LA MAYOR MANIFESTACIÓN ANTITAURINA DE LA HISTORIA con una asistencia de más de 15.000 personas y una repercusión mediática mundial. Este hito se logró en apenas 20 días, gracias a la colaboración de todos y el trabajo conjunto de organizaciones distintas pero con un objetivo común.
- lavozdeltoro.blogspot.com -> Plataforma para promover la ILP antitaurina en Andalucía.
- league.org.uk League Against Cruel Sports (enlazado a corridas de toros. En español)
- pacma.es -> PACMA - Partido Animalista. Partido político español.
- plataformanahiko.blogspot.com -> Plataforma Ciudadana para la Abolición de la Tauromaquia en Euskadi.
- prou.cat -> PROU. Iniciativa Legislativa Popular para la abolición de las corridas de toros en la Comunidad de Cataluña que finalmente logró su objetivo.
- Stop Our Shame
- Toro de Vega -> Únete a nosotros para acabar con esta cruel tradición de Tordesillas.
- Dorado, Daniel. “La consideración moral de los animales: Jesús Mosterín y la tauromaquia”, Daimon. Revista Internacional de Filosofía, nº 61, 2014, 167-174. ISSN: 1130-0507
- Llorente, Renzo. Tauroética de Fernando Savater: una aproximación crítica. Diánoia, vol. LVII, no. 69 (noviembre 2012).
- Las voces del silencio. Emma D.Saldaña. -> El toro de lidia y el caballo de Pica. Realidades y falacias en el mundo taurino, enmascaradas en la tradición, el arte, la cultura, la religión, la catarsis, el turismo y mucho más...