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ARGUMENTO: “El veganismo no es más ecológico”

RESUMEN: ¿Qué tipo de alimentación daña más el medio ambiente? ¿el estilo de vida vegano es el más respetuoso con el medio ambiente? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí vamos a responder.

El consumo de productos de origen animal es una actividad éticamente incorrecta, pues frustra los intereses básicos de seres sintientes. El respeto del medio ambiente sólo tiene sentido en cuanto que puede beneficiar a los seres sintientes. El consumo de productos de origen animal es una de las principales causas de la destrucción del medio ambiente, por lo tanto toda aquella persona que se autodenomine "ecologista" debería dejar de consumir productos de origen animal para ser coherente en este sentido. Quienes ya viven de mamera vegana deberían cuidar el medio ambiente, pues lo que daña el medio ambiente perjudica los intereses de quienes viven en él. La práctica del veganismo es más ecológica, razón por la cual todo «ecologista» debería evitar consumir productos de origen animal

Palabras clave: ecologismo, contaminación, deforestación, medio ambiente, recursos hídricos

El ecologismo se preocupa de conservar las especies y los ecosistemas[1]. El animalismo se preocupa por las vidas de animales concretos, siendo el veganismo un animalismo coherente, pues éste considera éticamente los intereses de todos los seres sintientes (sensocentrismo)[2], es decir, rechaza el especismo[3]. A pesar de que el ecologismo y el animalismo son enfoques muy diferentes, confluyen en la idea de que los animales necesitamos aire, agua y alimentos no contaminados para poder vivir sanos. El sensocentrismo y su puesta en práctica mediante el veganismo, al tener en cuenta el sufrimiento de los animales, crea una sensibilidad beneficiosa para favorecer el cuidado del medio ambiente. En términos de «compasión», Jon Wynne-Tyson (1924-) lo expresó así: «Hasta que establezcamos un compasivo sentido de parentesco entre nuestra propia especie y aquellos mortales compañeros que comparten con nosotros el Sol y la sombra de la vida sobre este agonizante planeta, no habrá esperanza para otras especies, no habrá esperanza para el medio ambiente, y no habrá esperanza para nosotros mismos». También Victoria Moran ha dicho: «La compasión en la acción puede ser la gloriosa posibilidad que podría proteger a nuestro multitudinario contaminado planeta».


No todas las historias tienen un final feliz (Link)

Algunas personas que reconocen que existe el calentamiento global dicen que éste no es causado por las actividades humanas. Sin necesidad de hablar sobre las causas que producen el calentamiento global, con este argumento pretenden proteger las actividades humanas frente al ecologismo, sin embargo el argumento no tiene en cuenta la destrucción del medio ambiente que es claramente producida por las actividades humanas: deforestación masiva, contaminación del agua, contaminación de la tierra, contaminación del aire, etc., actividades que se deberían prohibir y castigar.


Menos carne, menos calentamiento: detrás de cámaras con James Cameron & Arnold Schwarzenegger (Link)

Algunas personas dicen que practicar el veganismo no es más ecológico que no practicarlo con la intención de justificar el consumo de productos de origen animal. Las personas que afirman esto suelen ser antropocentristas[4] que se hacen llamar «ecologistas». Si estas personas realmente fueran ecologistas entonces no serían antropocentristas, sino ecocentristas y en tal caso también contemplarían explotar y matar a humanos si ello fuera más ecológico[1]. Debemos respetar a otros humanos para no violar la Regla de Oro de la Ética[5], la cual abarca a todos los seres sintientes. El consumo de productos de origen animal genera una enorme presión al alza sobre el precio de los cereales, contribuye a la deforestación creciente del Amazonas, disminuye los recursos hídricos y hace que países como China se dediquen a comprar tierras agrícolas en otros países más pobres para alimentar a los animales que luego asesinarán para comida. Para producir carne se requieren grandes cantidades de fertilizantes, pesticidas, agua y combustible para cosechar los granos que alimentan a millones de animales en las granjas. A continuación vamos a mostrar a aportar datos que muestran que practicar el veganismo es mucho más ecológico que no practicarlo y por ello todo «ecologista» debería evitar consumir productos de origen animal.

Las tres medidas ecologistas fundamentales son las tres R's siguientes:

1º.- REDUCIR: reducción de la población humana mundial;

2º.- REFINAR: reducción del consumo energético por persona: transporte ecológico, anticonsumismo, comprar madera certificada (FSC), eliminar el consumo de productos de origen animal, etc.;

«No comer carne, andar en bicicleta y ser un consumidor recatado: es así como se puede ayudar a frenar el calentamiento global.» Dr. Rajendra K. Pachauri, Presidente del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (PICC), París, 15 de enero de 2008

3º.- REEMPLAZAR: uso de energías alternativas limpias que sustituyan a la energía nuclear, al petróleo, etc.

«La industria de la carne es la segunda causa del calentamiento del planeta. Siempre se habla del efecto de la construcción de edificios y del consumo que hacemos en ellos. Por supuesto, se habla del transporte, pero nunca se habla de la industria de la carne. Pues bien: el consumo en edificios es la primera causa; la industria de la carne, la segunda, y el transporte, la tercera.» Jeremy Rifkin, Presidente de la Fundación de Tendencias Económicas

El 1 de junio de 2018, la revista Science publicó un estudio titulado «Reducing food’s environmental impacts through producers and consumers». En el estudio se afirma que «los impactos de los productos animales de menor impacto generalmente superan los de los sustitutos vegetales, lo que proporciona nuevas pruebas de la importancia del cambio en la dieta». El estudio fue comentado en varios artículos, por ejemplo en el artículo «Hazte vegano si quieres salvar el planeta».

El 12 de abril de 2018 se publicó en PNAS el estudio «Analysis and valuation of the health and climate change cobenefits of dietary change», en el que dice que «La transición hacia más dietas basadas en plantas que estén en línea con las pautas dietéticas estándar podría reducir la mortalidad global en un 6-10% y las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con los alimentos en un 29-70% en comparación con un escenario de referencia en 2050». «para la dieta vegana (VGN) 8,1 millones de muertes evitadas ( IC, 7.8–8.5 millones) y 129 millones de años de vida salvados (CI, 125–133 millones)».

En mayo de 2016, la Organización de Naciones Unidas (ONU) publicó un informe en el que afirma que: «nuestro actual sistema alimentario es insostenible» y defienden que los gobiernos deberían poner impuestos a la producción de carne para detener el aumento de su consumo y los desastres medioambientales asociados a él: «Pensamos que es más efectivo establecer los impuestos antes en la cadena de venta, es más fácil. Resulta más atrayente que se hiciese al nivel del consumidor, pero no es tan efectivo», explicó Maarten Hajer, miembro de la IRP, comité formado por 34 científicos punteros y 30 gobiernos. Los autores del informe solicitan a los gobiernos que inciten a los ciudadanos a comer menos carne. De esta manera se reduciría considerablemente «el desproporcionado coste medioambiental». (Fuente: igualdadanimal.org)

El 11 de agosto de 2015, la revista científica Science publicó un artículo titulado "Meat-eaters may speed worldwide species extinction, study warns" en el que se hace referencia a un estudio en el que se advierte que la producción de carne está acelerando la extinción de especies en todo el mundo.

El 26 de agosto de 2014 el World Watch Institute publicó el informe "Peak Meat Production Strains Land and Water Resources", elaborado por Michael Renner, en el que se revela que la producción y consumo global de carne se han cuadruplicado desde 1960, causando problemas medioambientales sin precedentes:


En 2014 se estrenó el documental COWspiracy [Ver] en el que se muestra cómo las políticas de organizaciones ecologistas están ocultando el impacto real de la ganadería en el medio ambiente [ver trailer]. Dentro de las organizaciones investigadas en el documental se encuentran Greenpeace, Sierra Club, Surfrider Foundation y Rainforest Action Network.

En junio de 2014 se publicó en el portal de difusión científica Springer un estudio que lleva por título “Dietary greenhouse gas emissions of meat-eaters, fish-eaters, vegetarians and vegans in the UK” (Emisiones de gases de invernadero provocadas por las dietas de comedores de carne, comedores de pescado, vegetarianos y veganos en el Reino Unido), en el cual se señala que “La producción de alimentos a base de animales se asocia con mayores emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto de la producción de alimentos a base de plantas”. La emisión de dichos gases, como es sabido, está asociada directamente al calentamiento global.

En 2012, Televisión Española emitió en el programa Documentos TV el documental ámame enCARNEcidamente, en el cual se explica el impacto ecológico de la industria de explotación animal.


Documental Ámame Encarnecidamente (Link)

En 2010, se estrenó el documental "Meat the Truth" (La verdad sobre la carne). Este documental muestra lo que la película del ex Vicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore, no mencionó en "An Inconvenient Truth" (Una verdad Incómoda) (2006): la industria ganadera es la principal responsable del calentamiento global. Por lo tanto, "Meat the Truth" Fue el primer documental que hizo frente a la relación entre la ganadería y el calentamiento global.

En junio de 2010, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó un informe titulado "Assessing the Environmental Impacts of Consumption and Production: Priority Products and Materials", en el que dice que un cambio global hacia una alimentación sin productos de origen animal es vital para salvar al mundo del hambre, de la escased de combustible y de los peores impactos del cambio climático. Entre otros datos, el informe afirma lo siguiente[6]:

- Una reducción sustancial del impacto ambiental sólo sería posible con un modificación sustancial de la dieta en todo el mundo, dejando de lado los productos de origen animal.
- Los productos de origen animal causan más daño que la producción de minerales para la construcción tales como arena o el cemento, los plásticos o metales. La biomasa y cultivos para los animales son tan perniciosos como quemar combustibles fósiles.
- La producción de carne y lácteos, representa el 70% del consumo mundial de agua dulce, el 38% del uso total de la tierra y el 19% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

En octubre de 2009, Lord Stern, el máximo responsable de la lucha contra el cambio climático en Reino Unido, dijo en una entrevista exclusiva al diario británico The Times que "la única vía para salvar el mundo es que todo el planeta se haga vegetariano". Lord Stern resaltó que la emisión directa de metano en las granjas de vacas y cerdos es la principal fuente de gases de efecto invernadero, pues el metano es 23 veces más agresivo que el dióxido de carbono de cara al calentamiento global. Además señaló que comer carne requiere un uso desmesurado de agua.


Documental "La carne es débil" (Link)


En el 2009, investigadores de los Países Bajos, de la Netherlands Environmental Assessment Agency, publicaron el estudio "Climate benefits of changing diet", en el cual hacen proyecciones de las consecuencias de gas invernadero si la humanidad llegara a comer menos carne, nada de carne o ningún producto de origen animal. Predijeron que el veganismo universal reduciría las emisiones de carbono relacionadas a la agricultura en un 17 por ciento, las emisiones de metano en un 24 por ciento y emisiones de óxido de nitrógeno en un 21 por ciento para el 2050. El vegetarianismo universal similarmente resultaría en reducciones impresionantes de emisiones de gas invernadero.

LA CABAÑA GANADERA:

Los veganos defensores de los derechos de los animales no proponemos que se liberen ahora mismo a los millones de animales que se encuentran en cautividad en las granjas sino que la gente se haga vegana dejando de consumir productos de origen animal -cosa que no se producirá de golpe-, lo cual si es seguido haría reducir progresivamente la cabaña ganadera. De hecho no hay otra manera realista de concebir el cambio que proponemos.

En 2007, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) publicó un artículo titulado "La diversidad de los animales de granja se encuentra amenazada" en el que se indicaba que la cabaña ganadera a la que hay que alimentar cada día con soja, cereales, etc. para que los animales engorden era el siguiente[8]:

- Pollos: 17000 millones.
- Bobinos: 1300 millones.
- Cerdos 1000 millones.
- Ovinos: 1000 millones.
- Cabras: 800 millones.

En Sudamérica, donde 400 millones de hectáreas de cultivos de soya se usan para alimentar animales para el consumo humano, solo se necesitarían 25 millones de hectáreas para alimentar directamente a todos los humanos del mundo.

El ganado ocupa el 26 % de la superficie terrestre libre de hielo. La ganadería utiliza el 70% de la tierra agrícola del mundo para producir piensos.


PÉSIMA EFICIENCIA DE LA PROTEÍNA ANIMAL EN EL USO DE SUELOS:

En diciembre de 2011, se publicó un estudio realizado en colaboración con Greenpeace Austria y el Sustainable European Research Institut (SERI) para comparar el impacto ecológico de las carnes animales y el de alternativas vegetales (seitán, tofu y soja texturizada). Incluso la soja convencional elaborada en Brasil es cuatro veces más sostenible que la "carne ecológica" de animal. Para la producción de 1 kg de carne animal ecológica se necesitaron 46,02 m² al año, para la soja ecológica tan solo 0,73 m².

Hay que producir 900 kilogramos de vegetales para obtener un kilogramo de carne.

El 10 de noviembre de 2009, el número 92 del periódico Tribuna Complutense de la Universidad Complutense de Madrid publicó una entrevista titulada «En el futuro quizás seamos todos vegetarianos» a Luis Antonio Oro Giral, Premio Nacional de Investigación «Enrique Moles» en Ciencia y Tecnología Químicas de 2007, donde éste dijo lo siguiente: «en el futuro habrá que cambiar la alimentación. Como seres humanos no somos capaces de construir ninguna proteína y las extraemos de los alimentos, pero la eficiencia de un bóvido es pésima, porque tiene que tomar cien kilos de proteína para que nosotros tomemos cinco, lo que implica unas pérdidas increíbles. El animal más eficiente es el pollo, porque de cien kilos asimilas veinticinco, pero con una humanidad creciente, la posibilidad de que nos alimentemos todos a través de carne me parece imposible. Cuando pensemos en qué proteínas necesita un ser humano para vivir razonablemente, tenemos que considerar seriamente que el futuro pasa por la proteína vegetal, porque el sistema de proteína animal es muy poco eficiente y además nos mete mucho colesterol. Así que en el futuro quizás seamos todos vegetarianos. Tenemos que modificar nuestros hábitos alimenticios y también los de consumo energético, porque en caso contrario la superficie del planeta no da de sí».

Según David Pementel, profesor de Ecología y Ciencias Agrícolas de la Universidad de Cornell (EEUU): «Por término medio, se requieren 28 calorías de energía de combustibles fósiles para producir 1 caloría de proteína de carne para el consumo humano, mientras que hacen falta solamente 3,3 calorías de energía de combustibles fósiles para producir 1 caloría de proteína de cereales para el consumo humano».

En 1990, un estudio titulado «The effect of dietary changes on agriculture», calculó que el número de personas alimentadas en un año por cada hectárea varía entre 22 personas para las papas o 19 para el arroz y 1 y 2 personas para la carne de vacuno y el cordero, respectivamente[11].



Eficiencia en el uso de suelos - Libras de proteína de soja, arroz, maíz, otras legumbres, trigo,
leche, huevos, carne de todos los tipos y carne de vacuno, producidas por acre de terreno.
(1 libra = 0,45359237 kg y 1 acre = 0,40468564224 hectareas).


En 1971, Frances Moore Lappe publicó el libro Diet for a Small Planet (Dieta para un planeta pequeño), con más de tres millones de copias se convirtió en un best-seller y en un libro pionero en denunciar que la producción de carne alimentada con grano es un desperdicio y una contribución a la escasez mundial de alimentos por una política alimentaria ineficaz. Comer una dieta centrada en el planeta, sostuvo, es elegir lo mejor para la tierra y nuestros cuerpos, una acción cotidiana que se encuentra a nuestro alcance para crear un mundo más sano.

LA GANADERÍA PRODUCE DEFORESTACIÓN:

La ganadería es la principal causa de la deforestación. Los bosques son talados para crear pastos y tierras de cultivo para la alimentar al ganado, que hace que el dióxido de carbono almacenado en los árboles sea liberado.

El 19 de abril de 2016, se publicó en «Nature Communications» un estudio titulado «Exploring the biophysical option space for feeding the world without deforestation». El estudio presenta un modelo matemático, desarrollado por Karl-Heinz Erb y sus colegas del Instituto de Ecología Social de Viena, que compara 500 posibles escenarios para alimentar al mundo en 2050 y revela con claridad que, si no queremos destruir más bosques, la extensión de la actual dieta occidental a todo el planeta resulta insostenible: el 100% de los escenarios son viables si toda la población mundial se vuelve vegana; el 94% lo son si se adopta el relativamente más laxo vegetarianismo ovolácteo; dos tercios si la dieta media se mantiene como hoy; y solo el 15% si el planeta adopta la actual ingesta occidental de carne. (Fuente: elpais.com). La revista Science habló sobre el estudio en un artículo titulado «Veganism could save the world, new study argues».

En enero de 2016 se publicaba elcomercio.es la noticia «Asturias se sitúa a la cabeza de los incendios forestales en España», en la que se da la cifra de que entre 2002 y 2012 se registraron en Asturias 1.294 incendios, de los que 1.070 fueron intencionados y 162 provocados por negligencias. En diciembre de 2015, 453 fuegos calcinaron 10.146 hectáreas en Asturias, que según los bomberos fueron provocados por ganaderos y cazadores, hipótesis defendida también por la Guardia Civil. Según Iñaki Aranzeta, responsable del Proyecto Roble, se estima que un 80% de los fuegos en Asturias (España) son originados por ganaderos y cazadores, lo cual supondría 1035 de los 1070 incendios intencionados entre 2002 y 2012. Los ganaderos producen incendios para crear pastizales y los cazadores para sacar a los animales de las zonas boscosas protegidas y que vayan a las zonas de caza. [Monográfico: ganadería, caza e incendios forestales]

En diciembre de 2012 ScienceDirect publicó un artículo titulado «The price of protein: Review of land use and carbon footprints from life cycle assessments of animal food products and their substitutes» en el que se aportan datos sobre las emisiones de CO2 para producir un kilogramo de proteína de diferentes alimentos. El estudio muestra cómo los alimentos vegetales son los menos contaminantes.

En 2011, la ONU alertó que la deforestación avanza a un ritmo de 14.000 hectáreas al día, es decir, una superficie equivalente a 14.276 campos de fútbol. La mayor deforestación se está produciendo en la Amazonía y en la cuenca del Congo. Hasta la fecha, 1150 activistas por el medio ambiente habían sido asesinados en los últimos 20 años en Brasil por denunciar estos hechos.

En enero de 2009, Greenpeace España publicó un estudio titulado «Impacto de la ganadería en la Amazonía», donde se traza un mapa de las zonas de pasto de la Amazonia brasileña en el estado de Mato Grosso. Para ello, se ha empleado un nuevo método basado en el análisis de imágenes emitidas desde el satélite MODIS (Moderate Resolution Imaging Spectroradiometer) para identificar las áreas deforestadas que se utilizan actualmente con fines ganaderos y compararlas con aquellas destinadas a cultivos. En él puede leerse lo siguiente: «La ganadería, actividad que se ha extendido de forma continuada desde principios de los setenta, es la principal responsable de la deforestación de la Amazonia  y el resultado de más de treinta años de políticas gubernamentales que han priorizado las inversiones en infraestructuras (carreteras, embalses) y la ocupación del territorio (migraciones inducidas) así como la financiación pública de dichas actividades. Hoy en día, el territorio forestal ocupado ilegalmente resulta extremadamente barato, por lo que la cría de ganado en estas tierras es un negocio muy lucrativo que se encuentra en continua expansión. (...)  Brasil tiene el mayor número de cabezas de ganado comercial del mundo y es desde el año 2003 el mayor exportador mundial de carne de bovino. Un estudio de Greenpeace basado en datos del gobierno brasileño revela que en 2006  el ganado ocupaba el 79,5% del territorio en uso de la Amazonia Legal brasileña  (sin contar el estado de Maranhão). De acuerdo con estos datos, en 2006 había en la Amazonia Legal tres cabezas de ganado por habitante». (...) «Qué debe hacerse. Los ciudadanos pueden: Emprender acciones individuales para reducir su huella de carbono, como por ejemplo reducir el consumo de carne o comprobar el origen de los productos cárnicos y de soja que compran».

El 29 de noviembre de 2006, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) publicó una nota de prensa titulada «La ganadería amenaza el medio ambiente», basada en el informe «Livestock's long shadow. Environmental issues and options» («La Larga Sombra del Ganado»), en la que se lee lo siguiente: «El informe de la FAO explica que la ganadería utiliza hoy en día el 30 por ciento de la superficie terrestre del planeta, que en su mayor parte son pastizales, pero que ocupa también un 33 por ciento de toda la superficie cultivable, destinada a producir forraje. La tala de bosques para crear pastos es una de las principales causas de la deforestación, en especial en Latinoamérica, donde por ejemplo el 70 por ciento de los bosques que han desaparecido en el Amazonas se han dedicado a pastizales».

El 6 de abril de 2006, Greenpeace Internacional publicó su informe «Devorando la Amazonia» sobre la deforestación amazónica que se está produciendo para introducir cultivos de soja y cómo esa soja acaba siendo exportada para la alimentación de ganado que acaba sirviendo de alimento en cadenas de comida rápida y supermercados. En dicho informe puede leerse lo siguiente: «El 80% de la producción de soja de todo el mundo se dedica a la elaboracion de piensos para la industria ganadera. La creciente demanda de piensos a base de soja por los agricultores europeos está expandiendo las fronteras agrícolas hasta la selva tropical amazónica. Europa compra la mitad de la soja exportada desde el estado amazónico de Mato Grosso, donde se cultiva el 90% de la soja de la selva tropical. Carne alimentada con soja de la selva tropical encuentra el camino hasta los supermercados y cadenas de comida rápida de toda Europa».

El 8 de junio de 2005, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) publicó una nota de prensa titulada «La ganadería extensiva destruye los bosques tropicales en Latinoamérica», que contiene las siguientes declaraciones de Henning Steinfeld, Jefe de la Subdirección de Información Ganadera y de Análisis y Política del Sector: «La deforestación provocada por las grandes haciendas es una de las principales causas de la pérdida de especies animales y vegetales únicas en los bosques tropicales de Centro y Suramérica, así como de la emisión de carbono a la atmósfera», y continúa: «Es necesario encontrar con urgencia alternativas a la ganadería extensiva en Latinoamérica. Predecir los cambios del uso del suelo en los trópicos puede ayudar a los responsables políticos a comprender el enorme impacto ambiental de esta tendencia y desarrollar una política conservacionista».

En 2003, se publicó un estudio titulado «Causas do Desmatamento da Amazônia Brasileira», dirigido por S. Margulis y financiado por el Banco Mundial. El estudio demostró la relación directa que existe entre la deforestación y la producción ganadera, y explicaba detalladamente la forma en la que esta actividad fomenta la ocupación, el cambio de uso y el comercio de tierras explotadas ilegalmente (p.100).

La revista científica Nature publicó un artículo en el que se alertaba de que en 2050 se habrá perdido el 40% de la Amazonia si la tendencia actual de expansión agrícola continúa; con ello se amenazará la biodiversidad y se contribuirá gravemente al cambio climático.


Paisaje en la selva Amazónica (27/02/2009) (Más información)

"En Centroamérica, el 40 por ciento de las selvas tropicales han sido taladas o quemadas en los pasados 40 años, principalmente para pastos de ganado vacuno para el mercado de exportación, a menudo para carne de las hamburguesas de EE UU. La carne es demasiado cara para los pobres en los países exportadores de carne, pero sin embargo en muchos casos los pastos del ganado vacuno han sustituido a formas de agricultura tradicional muy productiva." John Revington en World Rainforest Report

"Estamos destruyendo la Amazonia para alimentar vacas." Jeremy Rifkin, presidente de la Foundation on Economic Trends


AGOTAMIENTO DE LOS RECURSOS HÍDRICOS:


El 4 de mayo de 2016 se filtró a WikiLeaks el cable 09BERN129_a de Nestlé titulado «Tour d'horizon with Nestle: Forget the global financial crisis, the world is running out of fresh water» en el que se asegura que habrá problemas de escasez de agua potable antes del 2025 y que será catastrófico en 2050 debido al consumo de productos de origen animal, pues para alimentar a los miles de millones de animales de las granjas es necesario cultivar millones de toneladas de maíz y soya, lo que a su vez requiere grandes cantidades del preciado líquido. Argumentan que si todos los habitantes del planeta tuvieran los mismos hábitos de comer carne que en el mundo occidental, el agua potable se habría acabado ya en el año 2000.


Filtraciones a WikiLeaks revelan que el agua se acabará en el año 2050 (Link)

El 29 de noviembre de 2006, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) publicó una nota de prensa titulada «La ganadería amenaza el medio ambiente», basada en el informe «Livestock's long shadow. Environmental issues and options» («La Larga Sombra del Ganado»), en la que se lee lo siguiente: «La actividad ganadera figura entre los sectores más perjudiciales para los cada día más escasos recursos hídricos, contribuyendo entre otros aspectos a la contaminación del agua, la eutrofización (proliferación de biomasa vegetal debido a la excesiva presencia de nutrientes, ndr) y la destrucción de los arrecifes de coral. Los principales agentes contaminantes son los desechos animales, los antibióticos y las hormonas, los productos químicos utilizados para teñir las pieles, los fertilizantes y pesticidas que se usan para fumigar los cultivos forrajeros. El sobrepastoreo afecta al ciclo del agua, e impide que se renueven los recursos hídricos tanto de superficie como subterráneos. La producción de forraje obliga a desviar importantes cantidades de agua. Se considera que la ganadería es la principal fuente terrestre de contaminación de fósforo y nitrógeno en el Mar del Sur de China, contribuyendo a la pérdida de biodiversidad en los ecosistemas marinos».

En octubre de 2004 se publicó en la revista BioScience un estudio titulado «Water Resources: Agricultural and Environmental Issue» que dice lo siguiente: «las crecientes demandas impuestas a la oferta mundial de agua amenazan la biodiversidad y el suministro de agua para la producción de alimentos y otras necesidades humanas vitales. La escasez de agua ya existen en muchas regiones, con más de mil millones de personas sin agua potable adecuada. Además, el 90% de las enfermedades infecciosas en los países en desarrollo se transmiten desde el agua contaminada. La agricultura consume aproximadamente el 70% del agua dulce del mundo de ancho; por ejemplo, se requieren aproximadamente 1000 litros (l) de agua para producir 1 kilogramo (kg) de grano de cereal y 43.000 L para producir 1 kg de carne de vacuno. Nuevos suministros de agua es probable que el resultado de la conservación, el reciclaje y la mejora de la eficiencia del uso del agua en lugar de a partir de grandes proyectos de desarrollo». Ya en febrero de 1997 otro estudio titulado «Water resources: agriculture, the environment and society» y publicado en la misma revista indicaba que la baja razón de conversión energética de los piensos en carne es otro motivo de preocupación, ya que parte de los cereales producidos se destinan a la producción pecuaria.

El 22 de marzo de 2003, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó el informe mundial anual sobre el desarollo de los recursos hídricos, titulado «Water for people, water for life». En la página 17 de dicho informe se indica que el riego consume actualmente el 70% del insumo total de agua y aparece un cuadro en el que se indica la cantidad de agua necesaria para producir los principales alimentos. Es importante tener en cuenta que 1 metro cúbico de agua son 1000 litros de agua. Se necesitan 15000 litros de agua para producir 1 kg de carne de bovino y 1000 litros de agua para producir 1 Kg de legumbres que complementadas con cereales tienen todos los aminoácidos necesarios para que el cuerpo humano construya su propias proteínas.

Otros hablan incluso de 20000 a 40000 litros de agua para producir 1 kg de carne. [Vídeo]

CONTAMINACIÓN AMBIENTAL DE LOS PRODUCTOS DE ORIGEN ANIMAL:

El gran consumo de productos de origen animal es una de las causas de la rápida contaminación del agua, de la tierra y del aire.

La ganadería es uno de los mayores contribuidores a la contaminación de agua y de la degradación del suelo. El agua dulce que queda en el mundo se contamina con los desechos animales y los pesticidas. La ganadería utiliza el 50% de todos los antibióticos utilizados en los Estados Unidos, los cuales acaban en los consumidores, en los ríos y en el mar. Aproximadamente el 40% de agua dulce en EEUU está contaminada y no es apta para el consumo. El Natural Resources Defense Council ha afirmado que "Según la Agencia de Protección Ambiental de EE UU, los residuos ganaderos han contaminado más de 40.000 kilómetros de ríos y las aguas subterráneas en docenas de estados."

Algunas de las sustancias contaminantes que la ganadería emite al medio ambiente son:

- Amoníaco (NH3): La ganadería produce el 68% de amoniaco inducido por el hombre, el cual contribuye de manera significativa en la aparición de la lluvia ácida.

- Dióxido de carbono (CO2): La ganadería produce el 9% del dióxido de carbono; producido en el proceso para generar el alimento vegetal de los animales.

- Metano (CH4): La ganadería representa el 37% del metano inducido por el hombre, un gas con un potencial de calentamiento global (PCG) 23 veces mayor que la de CO2, principalmente a través de la flatulencia y eructos del ganado. La mayoría de las emisiones de óxido nitroso provienen del estiércol.

"Una tonelada de metano, el principal gas de invernadero emitido por la ganadería, tiene un potencial de calentamiento del planeta de 23 toneladas de dióxido de carbono por cada tonelada de metano. Una vaca lechera produce aproximadamente 75 kilogramos de metano al año, equivalentes a más de 1,5 toneladas de dióxido de carbono. La vaca, por supuesto, lo hace de forma natural. Pero las personas tienden a olvidar, parece, que la ganadería es una industria. Talamos la tierra, plantamos las plantas forrajeras y alimentamos el ganado de forma industrial. Es una empresa humana, no natural. Somos muy eficientes, y por ello las concentraciones atmosféricas de metano han aumentado en un 150 por ciento respecto a hace 250 años, mientras que las concentraciones de dióxido de carbono crecieron un 30 por ciento." Pete Hodgson, Ministro de Nueva Zelanda de Energía, Ciencias y Pesca

- Óxido nitroso (N2O): La ganadería genera el 65% de óxido nitroso de la humanidad, que tiene un potencial de calentamiento atmosférico 296 veces el del CO2, sobre todo a partir de estiércol.

- Nitratos: La mayoría de los nitratos proceden de los fertilizantes utilizados en las tierras de cultivo. El nitrógeno es uno de los principales contaminantes de las aguas subterráneas, los acuíferos, los ríos y embalses, y finalmente de los océanos. En muchos trabajos de investigación se ha concluido que el principal factor responsable de la contaminación de las aguas subterráneas por nitratos es la agricultura. La mejor manera para conservar la vida de los ríos y mares es que el ser humano no intervenga explotando estos ecosistemas. Optar por una alimentacion vegetariana estricta significa reducir la cantidad de tierras cultivadas y evitar la ganadería, de esta forma se evita que el exceso de nitratos causado por estas industrias perjudique el ecosistema marino.


Investigación de Igualdad Animal sobre los purines de las granjas de cerdos en Cataluña (Link)

En diciembre de 2012 ScienceDirect publicó un artículo titulado «The price of protein: Review of land use and carbon footprints from life cycle assessments of animal food products and their substitutes» en el que se aportan datos sobre las emisiones de CO2 para producir un kilogramo de proteína de diferentes alimentos. El estudio muestra cómo los alimentos vegetales son los menos contaminantes.

El 18 de julio de 2011, el Environmental Working Group (Grupo de Trabajo Medio Ambiental) de EEUU publicó un estudio titulado "Meat eat less. Eat greener" que comparó los gases emitidos en todo el proceso de producción, desde los fertilizantes usados para cultivar alimento para los animales, hasta la matanza, transporte y cocción[16].


En el gráfico se puede observar que la carne de cordero tiene el impacto más grande sobre la atmósfera, con 39,2 kilos de CO2 por kilo final de carne (las emisiones de otros gases como el metano fueron convertidas a su equivalente en dióxido de carbono). El salmón de acuicultura (Canadá, Chile y Noruega) también tuvo una alta tasa de CO2 (11,9 kilos por kilo de carne de salmón) principalmente por las emisiones en la producción de alimento para los peces. En claro contraste, la producción de vegetales emite mucho menos CO2 a la atmósfera: las patatas 2,9 kilos por kilo (la mayor parte de éstos se producen en el transporte, cocción y desecho de los residuos), el arroz 2,7 kilos, las nueces 2,3 kilos; y el brócoli, tofu y alubias 2,0 kilos. Los menos contaminantes serían los tomates (1,1 kilos) y las lentejas (0,9 kilos).

Los resultados de dicho estudio coinciden con los de un estudio similar titulado "Determining the environmental burdens and resource use in the production of agricultural and horticultural commodities" llevado a cabo por Department for Environment Food and Rural Affairs (Defra), la autoridad medio ambiental en Reino Unido.

En 2008, la investigación de los profesores de geofísica de la Universidad de Chicago Gidon Eshel y Pamela Martin concluye que el ser vegano por un año ahorra 1.5 toneladas de emisiones con respecto a la dieta estándar americana, un 50% más que cambiar de un auto deportivo a un Toyota Prius. Un vegetariano que conduce un todoterreno Hummer es más respetuoso del ambiente que un consumidor de carne en una bicicleta[17].

En 2007, The Earth Institute publicó un informe en el que afirmaba que una alimentación vegetariana usa sólo un 25% de la energía de una alimentación a base de carne. Cambiar de una alimentación a base de carne a una alimentación vegetariana es por lo menos un 50% más eficaz para contrarrestar el cambio climático que si sustituimos un coche deportivo por un coche híbrido Toyota.

En noviembre de 2006, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) publicó una nota de prensa titulada "La ganadería amenaza el medio ambiente", basada en el informe "Livestock's long shadow. Environmental issues and options" (La larga sombra del ganado), donde se lee lo siguiente[11]:

"El sector ganadero genera más gases de efecto invernadero –el 18 por ciento, medidos en su equivalente en dióxido de carbono (CO2)- que el sector del transporte. También es una de las principales causas de la degradación del suelo y de los recursos hídricos." FAO, "La ganadería amenaza el medio ambiente"

Sin embargo, en noviembre/diciembre de 2009, Word Watch Institute publicó unos análisis de hechos por Goodland y Anhang, coautores de "Livestock and climate change" (La ganadería y el cambio climático), en la última edición de la revista "Vigilancia mundial" (World watch), encontraron que la ganadería y sus subproductos en realidad representan al menos 32.6 mil millones de toneladas de dióxido de carbono anuales, o el 51% de emisiones de gases de invernadero cada año en todo el mundo, como se muestra en la siguiente tabla[18]:


La ganadería emitiría 32564 millones de toneladas de CO2 cada año,
es decir, el 51% de las emisiones de efecto invernadero.


Las principales fuentes de gases de invernadero provenientes de la agricultura animal, son[19]:

1. La deforestación de selvas tropicales para cultivar el alimento con el que se alimenta el ganado.
2. El metano proveniente del estiércol, de hecho el metano es 72 veces más potente como gas de efecto de invernadero que el mismo Dióxido de carbono o CO2
3. Refrigeración y transporte de la carne alrededor del mundo.
4. El crecimiento, tratamiento y sacrificio del animal.

La producción de carne también demanda el uso de una gran cantidad de agua y otros recursos, los cuales mejor, podrían ser utilizados para mitigar el hambre del mundo y proveer de agua aquellos que la necesitan.

Basados en su investigación, Goodland y Anhang concluyen, que reemplazar los productos pecuarios por algunos a base de soya u otras alternativas, podría ser la mejor estrategia para revertir el cambio climático. Así se refieren al tema:

"Este enfoque tendría efectos más rápidos sobre las emisiones de gases y su concentración en la atmosfera, y por tanto en la tasa del calentamiento climático, que las acciones encaminadas a reemplazar los combustibles fósiles por energía renovable." Goodland y Anhang

Ahora que ya sabemos los peligros de nuestro planeta y la humanidad por el consumo de carne animal, tenemos la oportunidad de salvar nuestra raza y nuestro planeta. A base de una dieta saludable de frutas y vegetales, podemos reducir en gran cantidad nuestra huella de carbono.

Toma la iniciativa ahora y elige reducir drásticamente tu consumo de carne o simplemente conviértete en vegetariano o vegano. Esta es la acción más poderosa para prevenir el cambio climático, así como el consumo de carne es la fuente más grande de emisión de gases de invernadero

Estamos jugando con nuestras vidas, y con las de aquellas futuras generaciones que están por venir. Es una locura el saber que estamos plenamente consientes de las posibles consecuencias y aún así no actuar.

Promocionar al público una dieta a base de granos, frutas y vegetales, sería el modo más efectivo para frenar la deforestación, guardo la esperanza de que esto sea adoptado como una medida de gran importancia para salvar las selvas tropicales y proteger nuestra delicada ecología.



Devour the Earth (Devorar la Tierra) (Link)


"Es tal la exigencia que el suelo ha sido presionado más allá de su capacidad, ha sido forzado a alimentarse con una dieta de pesticidas y fertilizantes. Los pesticidas son venenos que se usan para la destrucción de semillas, insectos y hongos. Pero también pueden y han matado a humanos. Sabemos que destruyen especies distintas de aquellas que deberían destruir y pueden alterar el equilibrio natural de los ecosistemas. Sabemos que aumenta su concentración cuando animales grandes se alimentan de los más pequeños. Un ave acuática como el somorgujo, que está en la cima de la cadena alimenticia, puede tener en su cuerpo pesticidas 80000 veces más potentes que los que hay en el agua donde vive. Sabemos que 50 sustancias químicas usadas son sospechosas de causar cáncer. Sabemos que la carne contiene aproximádamente 14 veces más resíduos que las plantas. Hay restos de pesticidas en casi todos los alimentos que consumimos. Sabemos que sin la necesidad de alimentar animales, los campesinos regresarían a la rotación de cosechas. Podrían cultivar de manera orgánica y apartarse de estos derivados del gas nervioso. La demanda constante a la tierra para que produzca más alimento para alimentar a más animales es insostenible. Estos niveles exagerados de producción sólo se pueden alcanzar de manera temporal, inundando el suelo con caros fertilizantes basados en nitrógeno. Parte del nitrógeno desemboca en los ríos y estimula el crecimiento de algas y bacterias, obstruyendo toda la vida del agua. Otra parte desemboca en las aguas subterráneas y, sin embargo, si dejáramos de comer animales, toda la población podría alimentarse con sólo el 30% del suelo, sin necesidad de usar fertilizantes químicos. El suelo podría respirar otra vez, regenerarse y recuperar su salud." Documental: Devorar la Tierra (Devour the Earth)

La industria ganadera emplea el equivalente a casi cuatro litros de gasolina producir medio kilo de carne vacuna engordada a corral en los Estados Unidos. Para satisfacer los requerimientos anuales de carne vacuna de una familia tipo —aproximadamente 120 kilos— se consumen unos mil litros de combustibles fósiles. Cuando ese combustible se quema, libera más de 2,5 toneladas de dióxido de carbono adicional hacia la atmósfera —tanto dióxido de carbono como el que emite un auto promedio en seis meses de uso normal[20].

Un estudio sobre la sostenibilidad ambiental de las dietas basadas en alimentos de origen animal comparadas con las de origen vegetal, publicado en la American Journal of Clinical Nutrition, estima que la producción de 1 kilocaloría de proteína animal requiere alrededor de 25 kcal de energía fósil, mientras que la producción de 1 kilocaloría de proteína vegetal precisa tan solo 2,2 kilocalorías.[21]

Mundialmente cada día se consumen aproximadamente 85 millones de barriles de petróleo (1 barril USA contiene 158,984 litros de petróleo).

SOBREPASTOREO:

Algunas personas, partiendo desde el especismo, defienden que la ganadería intensiva no es ecológica pero que sí lo es la ganadería extensiva. Lo que estas personas no tienen en cuenta es que el sobrepastoreo también es un elemento desertificador que se dá en la actualidad y que se agravaría si se sacara a toda la cabaña ganadera a los campos.

Según material didáctico de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente de la Universidad de Navarra[22]:

"Sobrepastoreo: es el intento de mantener excesivas cabezas de ganado en un territorio, con el resultado de que la vegetación es arrancada y pisada por los herbívoros y no se puede reponer. El suelo desnudo es mucho más fácilmente erosionado. Es la principal causa humana de desertización en el mundo." Universidad de Navarra

Si para alimentar un día a una vaca en ganadería se necesitan de X metros cuadrados de terreno cultivado con soja, para alimentar un día a una vaca en ganadería extensiva se necesitará de X·Y metros cuadrados de terreno con hierba y matorrales. Se están deforestando selvas para plantar soja, pero también se talan y queman bosques para permitir el pastoreo puesto que el terreno que las vacas dejan atrás va quedando desertizado debido a que se mueven en un area muy reducida (en los terrenos que son propiedad del ganadero).

Del 20 al 70% de la degradación de los pastos en el mundo es el resultado del exceso de pastoreo, la pérdida de suelo, la compactación del suelo y la desertificación (cuando la tierra de pastoreo o agrícola se convierte en desierto infértil). La ganadería es la responsable del 55% de la erosión del suelo en EEUU.

CURTIEMBRE (PRODUCCIÓN DE CUERO):

Una curtiembre, curtiduría o tenería es el lugar donde se realiza el proceso que convierte las pieles de los animales en cuero. Las cuatro etapas del proceso de curtido de las pieles son: limpieza, curtido, recurtimiento y acabado. Se debe quitar el pelo, curtir con agentes de curtimiento y tinturar, para producir el cuero terminado.

Las curtiembres hacen uso intensivo de agua. El proceso de curtido utiliza importantes cantidades de reactivos químicos, destacando el uso de cloruro de sodio, sulfuro de sodio, cal, sales de cromo y solventes. El curtido produce cantidades significativas de polvo y sulfuro de hidrógeno. Las otras emisiones gaseosas provienen de la separación del amoníaco y de las calderas. La dermatitis constituye el peligro principal para la salud, aparte de los accidentes, y es causada por el contacto con los químicos y las pieles. Los otros riesgos para la salud ocurren a raíz de la exposición al polvo, los químicos tóxicos y el carbunco.

Como veremos en la siguiente respuesta, la destrucción ambiental que produce el consumo de productos de origen animal es una de las principales causas de la miseria, la enfermedad y la muerte de los humanos más desfavorecidos[23].